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El Gobierno sitúa a Carlos Ocaña, su representante en Telefónica, como vicepresidente del Consejo, que también da entrada a STC

STC entra en el Consejo sin presencia en las principales comisiones

Carlos Ocaña en su toma de posesión en Industria en 2008
Carlos Ocaña en su toma de posesión en Industria en 2008J. M. FernándezEXPANSIÓN
Actualizado

El Gobierno ha dado un paso más para estrechar su control sobre Telefónica con el nombramiento de Carlos Ocaña, consejero en representación de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) e íntimo amigo de Pedro Sánchez, como vicepresidente del Consejo de Administración de la compañía.

El Consejo de Administración de Telefónica ha celebrado una reunión este miércoles para aprobar las cuentas del grupo y que ha supuesto también la entrada del consejero delegado de STC, Olayan M. Alwetaid, en el órgano.

Asimismo, Ana María Sala, secretaria del consejo de Indra y de la confianza de Marc Murtra, ha sido nombrada consejera independiente de la compañía, en lugar del fallecido Javier Echenique y Francisco José Riberas, que había decidido no renovar su mandato en la próxima junta y ante esta situación ha renunciado, tal y como adelantó este medio.

De esta forma, la nueva estructura de la empresa a nivel accionarial estaría completa tras año y medio de movimientos accionariales con la llegada del grupos saudí STC primero y después la del Gobierno y la toma de posiciones de CriteriaCaixa, así como el relevo impulsado de José María Álvarez-Pallete al frente del grupo.

Esta estructura tendría a Murtra como hombre fuerte y dos vicepresidencias, la de Ocaña, que sustituirá a José María Abril, vocal del BBVA, que ha pasado en este periodo de máximo accionista a cuarto en relevancia, y la de Isidro Fainé, presidente de la Fundación La Caixa.

La entidad inicia así una nueva etapa con tres accionistas 'ancla' con porcentajes cercanos al 10% cada uno y con el foco en el grado de implicación que tendrá el Gobierno en las decisiones sobre el futuro de la compañía.

Como parte de la reorganización, Ocaña entrará también en la Comisión de Nombramiento, Retribuciones y Buen Gobierno, un órgano clave para el Consejo, sobre todo si se produce la salida de Ángel Vilá, mano derecha de Álvarez-Pallete y CEO de la empresa. En esta comisión ya se encontraba Javier de Paz, lo que refuerza la posición de los vocales afines del Gobierno.

Por contra, Alwetaid no está presente en ninguna de las comisiones del Consejo, lo que le otorga un rol menos en el mismo y aleja al directivo, que no en vano es el máximo ejecutivo de una empresa del sector, del día a día de la compañía.

A este respecto, el grupo saudí presentó sus resultados en los que reflejó un alza de beneficios del 85% y mostró su confianza en el "potencial alcista" que tendría su inversión en Telefónica.

Estrategia en Latinoamérica

Los primeros pasos de este futuro ya se están dando como la declaración del concurso de acreedores de la filial de Telefónica Perú y la venta de Argentina por 1.250 millones de dólares se encuentra amenazado por el rechazo de Javier Milei a la venta a un operador participado por el conglomerado mediático Clarín.

Entre las carpetas de Murtra se encuentra también la revisión de cuadros directivos, un trabajo que también tenía pensado abordar José María Álvarez-Pallete quien antes de su salida ya ordenó el relevo en roles como el de director de Empresas de Telefónica España y reformó poco antes de su salida el Comité directivo del grupo para dar relevo a la dirección de tecnología e incorporar un nuevo director de Estrategia. El primer movimiento realizado por el nuevo presidente ha sido la renovación por tres años más del CEO de Telefónica Alemania, Markus Hass,

En el plano operativo, Latinoamérica está acaparando el foco de las primeras decisiones que está tomando la nueva presidencia y países como Colombia y México podrían ser los siguientes en unirse a la catarata de desinversiones en el continente. Esta exposición al continente ha mermado a la compañía en bolsa por la inestabilidad de la región y la debilidad de sus divisas.

Una buena prueba de ello serán los resultados que el grupo presenta este jueves donde se espera un importante impacto de la acelerada devaluación del real brasileño en el último trimestre del año. Durante los primeros tres meses, la empresa ya sufrió un impacto de 429 millones de euros en sus ingresos y 159 millones de euros en su rentabilidad por el efecto divisa.