INTERNACIONAL
Oriente Próximo

Rechazo unánime de Hamas y Abu Mazen al plan de Trump para tomar Gaza

El liderazgo palestino critica el plan del presidente estadounidense para hacerse con el control de la Franja de Gaza, una situación que podría "incendiar" la región

Vista de la destrucción en la ciudad de Gaza tras más de un año de bombardeos israelíes.
Vista de la destrucción en la ciudad de Gaza tras más de un año de bombardeos israelíes.AP
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Palestinos e israelíes acertaron al pronosticar que el "efecto Donald Trump" sería clave para la consecución de un acuerdo de tregua en la Franja de Gaza. Lo que no imaginaban era que, dos semanas después de su investidura como presidente de Estados Unidos y con un visión más aislacionista que su antecesor, anunciaría un plan para tomar el control del enclave palestino, dirigir su reconstrucción y llamar al desplazamiento de sus habitantes, que cifró en 1,8 millones.

Ya sea un proyecto estratégico con calendario concreto o un paso táctico en la negociación para la normalización de relaciones entre Israel y Arabia Saudí, se trata de un terremoto, aunque pocos creen que el programa llegará a realizarse.

Mientras los países árabes rechazaron la propuesta de Trump -que incluye el traslado de gazatíes a Egipto y Jordania- manteniendo las formas ante la superpotencia, el liderazgo palestino fue más contundente tanto en el fondo como en la forma, destacando que Gaza es su tierra y no simplemente 360 kilómetros cuadrados más de proyecto inmobiliario.

"Las declaraciones de Trump sobre su deseo de controlar Gaza son ridículas y absurdas. Ideas de esta clase son capaces de incendiar la región", advirtió el dirigente de Hamas, Sami Abu Zuhri, a Reuters. El pánico y el malestar en el seno del grupo islamista ante la posibilidad de perder el control de Gaza -y a manos de EEUU- y el abandono de sus habitantes se reflejaron en la cascada de reacciones de sus portavoces. "El pueblo [palestino], que se ha mantenido firme durante 15 meses frente a la máquina militar más poderosa y el ejército más criminal, y que frustró el intento de desplazarlo, seguirá apegado a su tierra y no aceptará ese plan sin importar el coste", declaró Abdul Latif al Qanou.

Hamas es consciente de que la reconstrucción de Gaza -prevista en la tercera fase del alto el fuego iniciado el pasado 19 de enero- pasa por un gobierno aceptado por la comunidad internacional. La primera opción es la Autoridad Nacional Palestina (ANP), cuyo presidente, Abu Mazen, se reunió este miércoles con el rey Abdala II de Jordania, haciendo frente común ante el plan de Trump. "No permitiremos que nuestros derechos, por los que llevamos décadas luchando el pueblo palestino y por los que hemos realizado grandes sacrificios, sean violados", afirmó la ANP, añadiendo que los palestinos "no renunciarán a su tierra, a sus derechos y a sus lugares sagrados. Gaza es parte integral del Estado palestino".

En Israel, se preguntan cómo influirá el programa de Trump en la tregua con Hamas y en la vuelta de los 79 rehenes restantes, mientras es celebrado por el ala ultranacionalista del Gobierno. "Se trata de la respuesta verdadera al 7 de octubre. Quien realiza la masacre más terrible en nuestra tierra se encontrará perdiendo su tierra. Trabajaremos para enterrar finalmente la peligrosa idea del Estado palestino", declaró el ministro Bezalel Smotrish tras la declaración de Trump, que puede neutralizar su amenaza a Netanyahu de derribar el Gobierno si, tras la primera fase, no reanuda la ofensiva para acabar con Hamas.

El ministro de Exteriores, Gideon Saar, declaró que es "importante considerar también ideas fuera de la caja". "El experimento de Gaza fracasó bajo control egipcio, luego bajo el de la ANP y, por supuesto, bajo el de Hamas", comentó, para luego añadir: "La única energía que hay en Gaza es el odio a Israel y el deseo de destruir a Israel".

"Intentamos los Acuerdos de Oslo, pero Hamas y Yihad y el terrorismo se fortalecieron. Intentamos la fórmula de la retirada de Gaza hace 20 años y está claro hoy que fue fracaso total, ya que no sólo no nos acercó a la paz, sino que golpeó de forma crítica la seguridad de Israel, creando un régimen del terror a pocos metros de nuestras comunidades. Es necesario encontrar otra solución, y eso es lo que el presidente Trump está intentando hacer", sentenció.

"Si la inmigración se lleva a cabo con la libre voluntad de una persona, da igual de qué parte del mundo, y mientras haya un país que esté dispuesto a recibirla, ¿alguien puede decir que no es moral o humano?", concluyó Saar en la Knésset en Jerusalén, donde, como en el resto del país y la región, Trump fue el nombre más citado.

Por la tarde -y tras elogiar su decisión de Trump de abandonar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU-, el jefe de la diplomacia israelí anunció que "Israel se suma a Estados Unidos y no participará en el UNHRC [sus siglas en inglés]". Acusó a este organismo de proteger "tradicionalmente a quienes violan los derechos humanos, permitiéndoles esconderse del escrutinio y, en su lugar, demoniza obsesivamente a la única democracia de Oriente Próximo: Israel". Según denunció, Israel fue "objeto de más de 100 resoluciones condenatorias, más del 20% de todas las resoluciones aprobadas alguna vez en el Consejo, más que contra Irán, Cuba, Corea del Norte y Venezuela juntas".