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Cara y cruz de las superminas en 'El Dorado' de Ciudad Real: de los jóvenes prodigios reyes del wolframio al pueblo que no quiere el gran tesoro de las tierras raras

En El Moto habrá una mina subterránea de 350 metros de profundidad, 100 más que el rascacielos más alto de España, que extraerá 3.000 toneladas de wolframio anuales, hasta la tercera parte de lo que necesita Europa... y además hay oro. Abenójar celebra ser un proyecto estratégico. En el Campo de Montiel se critica el timo y la "especulación"

El proyecto lo lideran 'in situ' Belén, 33 años (en la foto, sus manos con unas piedras del área de la mina), y Antonio de 26 años.
El proyecto lo lideran 'in situ' Belén, 33 años (en la foto, sus manos con unas piedras del área de la mina), y Antonio de 26 años.ANTONIO HEREDIA
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Entre la lluvia torrencial y unas gafas empañadas, Belén conduce con destreza un todoterreno de más de cinco metros de largo. Desde las aún incipientes oficinas de Abenójar Tungsten —Promotora de Minas de Carbón (PMC)—, a la valla de la mina El Moto hay una decena de kilómetros. Llegamos ya a El Dorado del wolframio, el elemento químico con el punto de fusión más alto de los metales: 3.400 grados centígrados. Coge unas rocas de la zona y las sujeta con las manos para la foto. «No valen nada», apunta. Lo bueno está por extraer. Esta geóloga de sólo 33 años explica cómo es el terreno y cuáles son las virtudes de esta mina aún sin explotar. Puro dato.

MISILES, TANQUES, SATÉLITES Y NAVES ESPACIALES

«Aquí hay 91 millones de toneladas de recursos totales estimados del yacimiento, con una concentración de 0,44% de WO3 Eq. Un apunte: el WO3 Eq es la suma de las concentraciones de wolframio y oro». Esta ecuación que suena a aquel lenguaje técnico que sólo entienden los expertos se puede explicar sencillamente así: «Finalmente, la producción de wolframio de la mina será de 3.000 toneladas al año». Es decir, hasta un tercio de las necesidades de Europa. Y hay también oro, mucho oro. Ese es el valor de este lugar. El wolframio —o tungsteno— es decisivo para la alta tecnología civil y militar. Se usa en blindados, en misiles y también en satélites y naves espaciales. Léase: de este lugar de La Mancha, depende el futuro.


Es un déjà vu. Estos parajes ya fueron trascendentales en el pasado. «Aquí hay bastante tradición minera, porque cerca estaban las minas de carbón de Puertollano y las de Almadén», recalca Belén mientras se limpia las manos con el agua que corre por la gravilla y el asfalto. «Almadén ha sido la mina de mercurio más grande del mundo con diferencia». Hoy es un símbolo de la extracción de minerales en la zona. Su historia recorre la gloria de España: los romanos, la alquimia del medioevo, la Orden de Calatrava, Carlos V y la Academia de Minas del siglo XVII, un lugar clave para geólogos e ingenieros de minas europeos.


La doctora Belén Torres es orgullosa heredera de esa tradición. Es geóloga por la Universidad de Barcelona y master en Geología y Gestión Ambiental de Recursos Minerales por la Universidad de Huelva, donde también obtuvo su doctorado Industrial. Con más de una década de experiencia en yacimientos de estaño y tungsteno en la Península Ibérica, ella lleva dos años en este proyecto que cambiará la faz de esta zona que ciertamente padece despoblación.

«Aquí hay bastante tradición minera, porque cerca estaban las minas de carbón de Puertollano y las de Almadén», rememora la geóloga Belén Torres de Abenójar Tungsten.
«Aquí hay bastante tradición minera, porque cerca estaban las minas de carbón de Puertollano y las de Almadén», rememora la geóloga Belén Torres de Abenójar Tungsten.REPORTAJE GRÁFICO: ANTONIO HEREDIA / CRÓNICA / EL MUNDO


«Se crearán dos centenares de empleos directos y unos 500 indirectos: 700 en total». Por ello, cuando se supo que la Unión Europea declaraba la mina proyecto de interés estratégico, la explosión de júbilo comenzó imparable en este pueblo de 1.324 habitantes. Primero gritó María Rosa, que leyó el comunicado: «La Comisión ha adoptado, por primera vez, una lista de 47 proyectos estratégicos para impulsar las capacidades nacionales en materia de materias primas estratégicas, lo que a su vez fortalecerá la cadena de valor europea... y diversificará las fuentes de suministro».

BUSCANDO PLOMO Y PLATA LA HALLARON

De todos ellos, siete son en España. Y uno es el de El Moto. Su contagioso entusiasmo se propagó por la pequeña oficina de Abenójar donde hoy sólo trabajan cinco personas. María Rosa, que es de aquí, sabe lo que significa para su terruño. Empleo y esperanza.
—¿Cómo se descubrió este yacimiento? —preguntamos a la geóloga.
—En los años 80, realizaron una campaña de exploración en esta zona. Buscaban plata y plomo, que era lo que les interesaba en ese momento. Fueron acortando una zona por anomalías que llevaban a la zona de El Moto. Finalmente realizaron una campaña de sondeos y cuando analizaron, casi de casualidad lo encontraron. Fue una sorpresa. Algo así como un «ostras, qué hay concentraciones muy altas de wolframio». Y claro, eso quedó registrado. Que habían encontrado ellos eso, pero como tampoco era el objetivo de esa exploración, porque iban buscando otra cosa, quedó como archivado.


Otros tiempos. Belén ni había nacido. El wolframio es hoy parte decisiva de los minerales que necesita Europa para competir: «Los nuevos proyectos estratégicos marcan un hito importante en la aplicación de la Ley de Materias Primas Críticas (CRMA), cuyo objetivo es garantizar que la extracción, el procesamiento y el reciclaje europeos de materias primas estratégicas cubran el 10%, el 40 % y el 25 % de la demanda de la UE para 2030, respectivamente». Para la doctora Torres ha sido un doble triunfo. Ella tuvo una una larga estancia en la mina La Parrilla (Badajoz) —también seleccionada como estratégica—. Una joven prodigio.

En Santa Cruz de Mudela, la oposición a la extracción de la monacita gris se pelea balcón a balcón.
En Santa Cruz de Mudela, la oposición a la extracción de la monacita gris se pelea balcón a balcón.


Como también lo es el ingeniero del proyecto Antonio Cueva. Este jienense tiene únicamente 26 años. Se acomoda sus gafas redondas y saca una muestra de wolframio de su escritorio. Entre él y Belén tendrán a su cargo el desarrollo de una mina que se hundirá hasta 350 metros bajo tierra, es decir un centenar de metros más que el rascacielos más alto de España.
Con un grado en Ingeniería de Tecnología Minera por la Universidad Politécnica de Madrid y un máster en Ingeniería de Minas por la Universidad de Castilla-La Mancha, tendrá en sus manos este portento tecnológico-industrial. Habrá en su interior no menos de 600 cámaras. Se extraerá paulatinamente. Una vez obtenido el wolframio y el oro se volverán a rellenar las cámaras con una «pasta obtenida del propio proceso», apunta Belén.
Su forma será en espiral y buscará también un uso sostenible del agua. «Se reciclará y no se contaminará». Apela a la moderna minería y así lo han explicado en el pueblo. Sólo para el inicio de la explotación se invertirá por encima de los 100 millones de euros. En una localidad envejecida y empobrecida, puede ciertamente cambiar su destino. «La gente del pueblo está ilusionada. Contenta con que se desarrolle porque sabe que al final es un proyecto a largo plazo, que puede dar una estabilidad en general».

A 100 KM, EL REPUDIO

En el triángulo territorial de la minería de La Mancha, la bienvenida de Abenójar contrasta con el repudio en el Campo de Montiel. En Santa Cruz de Mudela, el rechazo comienza desde la primera casa. En la entrada del pueblo, un símbolo de envenenamiento radiactivo y la frase que se repetirá balcón a balcón: «No a la mina». Aquí asegura la empresa Quantum Minería que hay monacita gris, donde se depositan tierras raras, uno de los elementos más importantes para la industria moderna: indispensable para móviles y superordenadores.
Desde 2011 hay una gresca monumental por su explotación. Y aquí nadie define nada y es un perfecto ejemplo de la lentitud de reflejos del Viejo Continente. En el primer mandato de Trump (2017-2021) —con la siempre alargada sombra de Xi Jinping—, ya se anticipó la importancia de las tierras raras para la economía global. Ya entonces este suplemento contó sobre el denominado Proyecto Matamulas. Era entonces la única alternativa europea al cuasi monopolio chino.

Una muestra de wolframio o tungsteno: se usa en blindados, en misiles y también en satélites y naves espaciales.
Una muestra de wolframio o tungsteno: se usa en blindados, en misiles y también en satélites y naves espaciales.


«El proyecto para su explotación, que se llamaba Matamulas, fue rechazado por el gobierno de García-Page, con la firme alianza de Podemos y de los ecologistas. Se argumentó que afectaba al hábitat de especies en peligro como el lince ibérico, el águila imperial y el milano real. Se denegó la explotación de las 234 hectáreas ricas en tierras raras por ser incompatible con la conservación de la biodiversidad», explicó Crónica en 2019. ¿Algo ha cambiado desde entonces?
Prácticamente nada. Es como el día de la Marmota.
Ahora el plan para su extracción se denomina Proyecto Neodimio: para hacer exploraciones en 200 hectáreas del territorio. Se presentó ante la Junta de Castilla-La Mancha. A la espera también de la venia de Europa tan necesitada de estas tierras raras. Mientras en Abenójar celebraron la aprobación de su iniciativa, en Santa Cruz de Mudejar sucedió lo contrario.


«La provincia consigue una victoria significativa en su batalla contra el controvertido Proyecto Neodimio en una decisión que supone un duro revés para la mercantil y un paso adelante para las comunidades locales afectadas que luchan por proteger la salud pública, el entorno natural y el tejido socioeconómico y sectores esenciales como el agroalimentario, que da sustento a miles de familias.», publicaba con júbilo la Plataforma Sí a la Tierra Viva.
Lo califica de «especulación» y de «engaño». Un timo empresarial, en su descripción. A 100 kilómetros, celebración y esperanza. Aquí, queriendo que el tiempo se detenga. Aunque no es unánime. Ángel pasea delante de un precioso bulevar de piedra, frente a una casa de diseño cúbico al lado del Ayuntamiento. «Nadie sabe lo que quieren», apunta. «No sabemos ni dónde sería la mina. Nos han hecho creer que pasará casi debajo de las casas». Otros bromean con mandarlo a Torrenueva, un pueblo rival. «No queremos contaminación», señala eufórico Francisco Núñez Pardo, agricultor retirado.
Luis Navarro del Amo, jubilado a sus 74 años, suelta un «me da igual». Pasa por debajo de un «no a la mina» y un retrato de la Virgen de las Virtudes, patrona de esta localidad de 3.871 habitantes.
La diferencia económica entre Abenójar y Santa Cruz de Mudela es notable. De Abenójar procede la ministra Isabel Rodríguez. Santa Cruz es tierra del linaje de Álvaro de Bazán, marqués y señor de las villas de El Viso y de Valdepeñas, Comendador Mayor de León, miembro del Consejo de Su Majestad y capitán general del mar Océano y de la gente de guerra del Reino de Portugal. Aquí viven sus herederos.


MÁS ESCÁNDALOS

Los impulsores de la mina de Campo de Montiel no lo han hecho precisamente bien. «El Seprona denuncia a Quantum Minería por buscar tierras raras sin licencia en Ciudad Real. La Plataforma Sí a la Tierra Viva ha informado sobre esta actuación del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil», titulaba un medio digital local. Crónica intentó contactar por distintas vías a la organización. Sin respuesta. Raquel López, su portavoz, ha declarado públicamente: «Frente a la minería de tierras raras queremos un territorio donde la naturaleza y las personas convivan con una economía basada en la sostenibilidad, no en la especulación».
Hoy, entre tantas denuncias, Quantum puede incluso recibir una multa de 300.000 euros por buscar tierras raras sin licencia. Su presidente Javier Merino, siempre según sus acusadores, se enfrenta ya a una deuda que está por encima de los tres millones de euros con su propio holding corporativo. Le atacan con poderosas frases altisonantes: «Se ha demostrado que las tierras raras de la minería afectan a la salud humana, ya que se acumulan en el cabello, la orina o la sangre no sólo de los trabajadores mineros, que están expuestos directamente a estos elementos, sino también de los residentes cercanos a las zonas mineras». Hablan ya de desterrar definitivamente el multimillonario y controvertido proyecto.
Esta es la cara y la cruz de las superminas en El Dorado de Ciudad Real. Y sólo un centenar de kilómetros las separan.
Sabiendo que las minas son finitas, Belén sabe ya el tiempo estimado de vida de la suya: 26 años.
—¿Hasta la jubilación?
—Eso espero (risas).