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Emergencias

Por qué el Ejército es la mejor respuesta en las catástrofes: ingenieros preparados para el combate

El Ministerio de Defensa refuerza el número de efectivos en las zonas más afectadas

Militares retirando barro en Ribarroja.
Militares retirando barro en Ribarroja.M. BRUQUEEFE
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Las Fuerzas Armadas españolas tienen más de 120.000 soldados en activo. Militares dispuestos a darlo todo por la Patria que, como ha aclarado la ministra de Defensa, Margarita Robles, podrían ir a Valencia si fuera necesario. Pero la realidad es que la llegada de efectivos a las zonas afectadas por la Dana se está realizando de manera escalonada y conforme a capacidades, lo que provoca frustración tanto entre los valencianos como entre los militares y peleas en el ámbito político.

Según desveló la ministra Robles este viernes, en un primer momento el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, sólo pidió la participación de la Unidad Militar de Emergencias (UME). No fue hasta el jueves cuando amplió su solicitud a efectivos de otras unidades de los tres ejércitos. Un dato que provocó que la portavoz del Gobierno valenciano, Ruth Merino, calificase de "intolerable la deslealtad" y acusara a la ministra de "jugar con el dolor de las personas". Hoy ha solicitado que se refuercen las tareas de emergencia con otros 5.000 efectivos, un despliegue confirmado por el presidente Pedro Sánchez en una declaración institucional.

Cinco horas después de ese primer intercambio de acusaciones en medios de comunicación, Robles rebajó el tono en el micrófono de Onda Cero, donde reconoció que cuando hay una emergencia, es un técnico quien sectoriza la zona y decide qué medios se emplean. Y fue un técnico quien decidió solicitar la intervención de la UME en el sector de Utiel-Requena. "Yo creo que luego [una vez pasada la DANA] todo el mundo lo ve, pero en aquel momento el técnico trató de tomar la decisión mejor", reflexionó, reconociendo que "todo el mundo se ha visto superado por la magnitud" de la tragedia.

El viernes por la mañana había algo más de 1.200 soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME) desplegados en zona. A primera hora se sumaron 500 efectivos de Tierra, Armada y el Ejército del Aire y del Espacio. Se anunció por la tarde la llegada de 250 más y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, hizo pública la llegada de otros 500. Y posteriormente llegó el anuncio . de Sánchez confirmando el envío de 5.000. ¿Qué capacidades hay para enfrentar este fenómeno meteorológico?

Defensa refuerza el despliegue en Valencia con otros 250 militares, y ya serán 2.000

La Unidad Militar de Emergencias fue un cuerpo creado específicamente para afrontar catástrofes. Ellos van equipados tanto con autobombas como con sistemas de achique de gran capacidad como el EMBAL, que es el Equipo Medio de Bombeo de Aguas y Lodos, una potente máquina montada sobre sus camiones y provista de grandes mangueras con capacidad para achicar 320 metros cúbicos por hora. El sistema más potente con el que cuentan es el de Gestión de Fluidos (SIGEFLU, por sus siglas), un sistema modular que permite impulsar 17.000 litros de agua por minuto a cuatro kilómetros de distancia mediante bombas de serie; o 50.000 litros en un minuto si se sitúa a un kilómetro con bombas en paralelo.

Pero no dan abasto. Lo reconoce a EL MUNDO una vecina de Valterra que este viernes se marchó con su familia a ayudar a Paiporta: "Esta mañana se gritaba al único camión de la UME que he visto pasar en todo el día que por favor parara, que en el garaje hay muertos y no podemos pasar... El conductor no sabía qué hacer porque tenía que seguir su camino, todo eran gritos", describe. Un sentimiento que muchas personas han denunciado y al que Robles respondió anoche en La Brújula de Onda Cero: "Los militares están en todas las localidades donde ha habido daños".

Es por la falta de capacidades de la UME debido a la magnitud de la tragedia por lo que han enviado a más efectivos. La mayoría, miembros de unidades de ingenieros, que son quienes tienen capacidades y están preparadas para actuar ante estos acontecimientos. Aunque el cometido del Mando de Ingenieros es el de multiplicar la capacidad de respuesta en combate, sus principales fortalezas se pueden utilizar frente a catástrofes. Son los zapadores quienes pueden reconstruir y habilitar vías de comunicación, incluso tendiendo puentes logísticos; cuentan con capacidad para montar campamentos y fortificaciones, restablecer servicios esenciales como aguadas y servicios eléctricos, y también de infraestructuras ferroviarias y de gestión de trenes.

Uno de sus vehículos más aptos para los trabajos a realizar en Valencia está el Alacrán CZ10, un vehículo que se desplaza sobre cadenas montado por Peugeot y armado con un importante brazo articulado y una pala en el frontal, capaz de construir fortificaciones o de retirar obstáculos a su paso. Pero cualquier capacidad de los Ingenieros militares es apta para esta misión.

Despliegue de efectivos

Entre los 500 miembros de las FFAA que se sumaron este viernes a las labores de rescate y desescombro se aportó una columna de 100 vehículos pesados con distintas funciones. Procedían del Mando de Transmisiones, del Regimiento de Operaciones de Información y del Regimiento de Caballería Lusitania 8. Todos ellos en Valencia, pero a los que no se movilizó hasta el viernes por la mañana, dos días y medio después de la riada.

También llegaron miembros del Regimiento de Infantería Paracaidista Zaragoza 5, con base en Alcantarilla y del Batallón Policía Militar, destacados en Bétera. También la Brigada Logística de y la Aragón I, ambas en Zaragoza. Desde Almería llegó la Brigada Rey Alfonso XII de La Legión, las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra y el Mando de Operaciones. Todos ellos han aportado más de 400 vehículos, 15 helicópteros, entre otros Chinook, 18 drones y 51 unidades caninas para ayudar a encontrar seres humanos entre los escombros.

Pero hay muchos más militares dispuestos a ayudar. La propia ministra lo aseguró a lo largo del viernes, que afirmó que los 120.000 soldados que componen las Fuerzas Armadas están preparados. Muchos, de permiso, se han ofrecido a volver. Pero no les dan la orden. Están a la espera de instrucciones, de saber dónde tenían que ir para realizar su misión principal: estar al servicio de España.