En la jungla de cristal de Frank Cuesta (54) también hay opacidad. Desde que en 2019 creó su canal de YouTube, el que fuera presentador de Frank de la Jungla, ha conseguido el cariño de más de cuatro millones de seguidores. Les ha hecho testigos en los últimos tiempos del día a día del Santuario Libertad, el refugio para animales que abrió en la localidad tailandesa de Lao Khwan.
Esta popularidad pronto le llevó a prodigarse por los canales y en entrevistas con otros youtubers, donde hablaba de su supuesta labor como veterinario. "Estudié veterinaria aquí y la terminé en la última temporada de Frank de la Jungla. Empecé a los 35 años. Me costó siete años, iba todas las mañanas. Lo hice por el certificado", dijo en el podcast The Wild Project del 3 de noviembre de 2020. Que grabó en directo desde Tailandia.
A lo largo de los años, ha presumido de este graduado universitario en diversas redes y medios. La última vez, en el vídeo publicado el 24 de abril con el título Sí, mentí sobre La Roja.
La Otra Crónica ha averiguado que el naturalista no tiene una titulación válida para ejercer de veterinario. "Francisco Javier Cuesta Ramos nunca ha tenido una licencia profesional veterinaria en Tailandia", afirman desde el Colegio de Veterinarios del país asiático. En sus pesquisas, tampoco figura con un nombre parecido; ni con su apodo, Frank Cuesta.
Para más inri, desde el Departamento de Parques Nacionales de Tailandia nos informan de que no tiene ninguna titulación adecuada ni los papeles pertinentes para cuidar varios de los animales que han aparecido en su canal. Por este motivo, fue detenido el pasado mes de febrero.
Fue una noticia impactante para su público. Más de cuarenta policías se personaron en su refugio el pasado 27 de febrero. Una queja anónima alertó de que tenía en su terreno nueve nutrias de uñas cortas y una pitón de boca ancha sin autorización. Se llevaron estos animales y le hicieron prestar declaración. Tal y como informó la prensa tailandesa, Cuesta confesó que había comprado las nutrias en el mercado y que la serpiente se la habían dejado en su refugio hace unos días.
Entre los cuerpos que hicieron la redada estaban dos divisiones del Departamento de Parques Nacionales, la Policía de Delitos contra los Recursos Naturales y el Medio Ambiente, dos unidades especializadas el tráfico de flora y fauna protegida, la oficina de investigación criminal CIB y la policía de Inmigración. Esta última acude siempre que el implicado es extranjero.
Fue un funcionario del Departamento de Parques Nacionales de Tailandia el que interpuso la denuncia de oficio. Cuando salió en las páginas de sucesos, su cara estaba pixelada. Aunque Frank Cuesta es muy famoso en España y Latinoamérica, no lo es en su lugar en el que reside desde hace más de 20 años.
Sí es conocido para el Departamento de Parques Nacionales de Tailandia. LOC se ha puesto en contacto con un colaborador del caso. "Las nutrias son una especie protegida y no pueden mantenerse sin permiso de Parques Nacionales. Por eso fue arrestado y los animales fueron confiscados", asegura al ser preguntado. Indica, además, que el Santuario Libertad no está "registrado ni autorizado" por dicha entidad. Algo que es obligatorio en el país asiático.
"Según la ley, sus actos pueden interpretarse como tráfico ilegal de fauna salvaje. Aunque sus intenciones pueden haber sido diferentes", comenta. Desvela también que Frank Cuesta podría afrontar una pena superior a "5 años de cárcel y 200.000 baht de multa (más de 5.000 euros)".
Fue el propio Cuesta el que reveló a sus seguidores que había sido detenido por posesión ilegal de especies protegidas. En su canal de YouTube, y también en el de su amigo Javi Oliveira, contó que la detención fue propiciada por un chivatazo y dijo que todo se trataba de un malentendido debido a que la ley de nutrias había cambiado hacía unos meses.
Para comprobarlo, hemos consultado la Ley de Conservación y Protección de la Vida Silvestre del año 2019 de Tailandia. Una modificación de una norma de 1992 que no afecta en absoluto a la posesión de nutrias, que no ha variado en 33 años.
El experto consultado apunta además a que "una persona sin licencia veterinaria no puede sedar ni realizar procedimientos en animales" y que, además, "en Tailandia la veterinaria es una profesión protegida solo para ciudadanos tailandeses".
Cuesta ha reconocido hacer con asiduidad procedimientos a los animales de su refugio. Por ejemplo, cuando en el podcast The Wild Project le contó al youtuber Jordi Wild que le había practicado la eutanasia a un mapache que sufría. "Me acuerdo de un mapache y cuando le estaba a punto de poner la inyección, me dio pena. Al final le puse la inyección".
En una de sus publicaciones más recientes, su novia Paloma Ramón (36) sale haciendo un comentario que también podría traerle problemas. Y no solo con las autoridades, sino también con sus seguidores. Se trata de vídeo en el que va a visitar Perrito, un ciervo que vivía en el refugio y que el año pasado embistió al youtuber. Desveló que llevaba un año viviendo en un minizoo local al que acude a verlo. "Le tuvimos que cortar los cuernos para que no hiciese daño a otros animales", explicó.
Más allá de que esta afirmación pueda suponer un problema legal si una persona sin un título reconocido anestesió y realizó una intervención de ese calibre, disgustó también a algunos de sus seguidores, que llevaban un tiempo preguntándose dónde estaba Perrito sin obtener respuesta. Paloma Ramón indicó que volvería pronto y que no les gustaba que estuviese encerrado, pero que lo importante era "que siguiese con vida".
No parece que esta confesión sea casual. Hace unos días, un antiguo colaborador de Cuesta conocido como Chi contó en distintos canales y publicaciones de Instagram que a Perrito le habían serrado las astas. Así lo reconoció después Paloma Ramón. También afirmó que no es "ni veterinario ni herpetólogo". Este último título es el que ostentan los expertos en anfibios y reptiles, que normalmente cuentan con grados en veterinaria o biología.
Chi, conocido en redes como Chiwildlife, fue en su día uno de los amigos que salía en el canal del naturalista. Lo hacía, eso sí, sin revelar su identidad ni su rostro, que siempre cubre con un pañuelo. Estos días ha comunicado que interpuesto una denuncia ante la Policía por vulneración del derecho al honor y difamación, pues éste le señaló como presunto denunciante anónimo por posesión de especies.
El cuento de Frank Cuesta ha cambiado. De mostrar una vida de fábula, ha pasado a hacer una caza de brujas. Primero, acusó a su ex mujer Yuyee de presunta denunciante anónima. Ahora, apunta a su otrora amigo. Ambos han desmentido ser los delatores.
Tras tanto dislate, el rey de la selva catódica ha decidido abdicar en su hijo mayor, Zape Cuesta (21). El joven acaba de dejar su puesto de portero en un equipo mallorquín para vivir en el Santuario Libertad y crear su propio canal de YouTube.
EN LA CAMA DEL HOSPITAL TRAS EL ATAQUE DE UNA COBRA
Fotografía que Cuesta y su novia compartieron en sus redes el día 18. Ese día por la tarde anunciaron que una cobra le había escupido veneno en los ojos y que le iban a subir a planta. Este suplemento averiguó que en ese momento él ya estaba en casa desde por la mañana.
EL JUICIO DE YUYEE CONTRA ÉL ES EN MAYO
Yuyee y su actual cónyuge, Chris Korn, le denunciaron en octubre del año por vulneración del derecho al honor. Tal y como hemos podido saber, el juicio tendrá lugar en mayo. A su ex la acusó de chantaje cuando esta le solicitó un alquiler por las tierras del santuario, que estaban a su nombre. En una entrevista con este medio ella reveló que lo pedía porque él le había dejado de pagar la pensión acordada. Tienen una hija menor. También dijo que ella había vendido una parte de la finca llamada La Sabana, pero LOC ha sabido que ese terreno es un alquiler a un tercero.