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El ruido de la calle

Resurrección de Podemos

Se ha roto la izquierda del Gobierno de la socialdemocracia, lo que redundará en votos para el PSOE. A Sumar solo le queda la obediencia

Resurrección de Podemos
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Hubo un momento en el que Yolanda Díaz era la deseada. El inventor de Yolanda superstar fue Iván Redondo, que filtró que era la reina de las encuestas y lideraba la intención de voto, pero luego sufrió derrotas hasta en Galicia, también en las elecciones europeas. Pablo Iglesias se arrepintió de haberla nombrado sin primarias y se inició una querella que aún dura entre los dos partidos.

Sumar ha tardado mucho en desobedecer al PSOE y el PSOE se ha tragado a Yolanda. Mientras Pablo, que está en la tele, sigue vivo, Yolanda está relegada al tercer puesto de la rifa. Pablo Iglesias creyó en la demoscopia y más tarde se arrepintió de haberle entregado tanto poder -entonces lo tenía- y empezó la guerra civil a la izquierda del Gobierno. Yolanda ideó la reducción de jornada y la política de la amabilidad sin ruido, pero no confirmó el liderazgo. El cainismo entre los afines casi acabó con Podemos y con Sumar. Se ha roto la izquierda del Gobierno de la socialdemocracia, lo que redundará en votos para el PSOE. A Sumar solo le queda la obediencia.

UGT traslada a los militantes y militantas de Sumar que «para nosotros es una fuerza clave». Sin embargo, para el PSOE Sumar ha dejado de existir y solo queda Podemos como fuerza con futuro. El PSOE saluda a los de sí se puede como partido con organización y disciplina y, según Pablo Iglesias, el proyecto de izquierda dócil ha fracasado y Podemos tiene liderazgo y organización, así que puede muy bien caminar solo. Juntos ni a misa. Huye de las muchas siglas y los muchos jefes y ha aprendido de cara a su segunda aventura, donde será el que mande desde cualquier puesto.

El Gobierno estudia la forma de absorber los restos de Sumar en una operación similar a la de Nueva Izquierda, y Podemos recuerda que estuvo a punto de ser la fuerza hegemónica. Nació en la calle para desbordar a los viejos partidos y estuvo a punto de lograrlo. El error del líder supremo fue sustituirse por Yolanda, que también se equivocó al aceptar el regalo de las 15 siglas con todas las contradicciones de la izquierda.

La historia de Podemos no tiene precedentes en Europa. Ningún partido a la izquierda de la socialdemocracia ha llegado tan cerca del poder en tan poco tiempo: cinco millones de votos, 71 diputados, 23 senadores, 15 grupos autonómicos, alcaldías en las grandes ciudades.