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Es uno de los grandes atractivos turísticos de la capital y cada vez falta menos para que cuente con unas conexiones a la altura del volumen de visitantes que recibe a diario. La reforma de la estación de Metro de Santiago Bernabéu, en la Línea 10, avanza a paso ligero con el reto de triplicar su capacidad y convertirla en un espacio plenamente accesible.
Un plan para el que, según lo previsto, todavía quedan dos años de trabajo. Pero las obras avanzan al ritmo esperado. Así lo expresan desde la Comunidad de Madrid, donde aseveran que una cuarta parte de las obras ya se ha completado. En concreto, se ha finalizado «una parte de la cimentación profunda» y actualmente el foco está puesto «en la losa de cubierta de la mitad de la estación».
Traducido en cifras se aprecia la magnitud de la remodelación: se han excavado 120.000 metros cúbicos entre pantallas y se ha solado un área de 10.000 metros cuadrados. Para ello se han utilizado más de 28.000 metro cúbicos de hormigón, más de siete millones de kilos de acero y 25 kilómetros de pivotes.
Actuaciones todas ellas bajo el suelo de la Castellana que obligaran «a partir de 2026» a suspender el servicio de Metro en la Línea 10 en este tramo, que será reforzado con un circuito sustitutivo formado por autobuses. Durante esa fase las losas intermedias y la excavación alcanzarán la bóveda de la estación actual, lo cual obligará a su demolición para abrir paso al nuevo diseño del reciento subterráneo.
Una de las reformas más colosales realizadas en el subsuelo de la capital y que busca la «funcionalidad» en el servicio, especialmente en momentos de «alta demanda», concretan en la Comunidad, en referencia a los partidos que disputa el Real Madrid en su estadio o los espectáculos y conciertos que se celebren en el Santiago Bernabéu.
De hecho, el año pasado más de cuatro millones de usuarios accedieron al Metro por esta estación. Los días de partido, la afluencia superó las 34.000 personas haciendo uso de estas instalaciones, cifra que aumenta con los conciertos. Unas citas, estas últimas, ahora mismo paralizadas a la espera de la decisión judicial y de las posibles reformas de insonoración que realice el club tras las quejas vecinales por el ruido.
Una incertidumbre que en cualquiera de los casos no frena la ampliación de la estación de Metro, ubicada en el Paseo de la Castellana frente al estadio, y que pretende convertirse además en una de las más accesibles de la red de suburbano madrileño.
De ahí que en su versión definitiva vaya a contar con doce ascensores panorámicos y también con 24 escaleras mecánicas. También se instalarán tornos y máquinas expendedoras de billetes de última generación, lo que facilitará la atención al usuario. En total, la Comunidad de Madrid invertirá 66 millones de euros en la reforma completa, cuyas obras se están realizando en «coordinación» con el Real Madrid tras firmar ambas partes un protocolo de actuación conjunta.
Como viene contando este diario a lo largo de los últimos meses, la nueva estación de Santiago Bernabéu será en sí misma un homenaje al Real Madrid. En eso ya se convirtió cuando en 1998 cambió su nombre original -Lima, por la glorieta en la que se encuentra- por el del coliseo blanco, pero la remodelación la transformará en la puerta de entrada y de salida al epicentro del madridismo, que también se encuentra sometido a labores de modernización.