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Crisis del agua

De los socorristas en Málaga al cava catalán: la sequía ya corta el grifo del empleo en España

El impacto económico de la crisis del agua se extiende más allá de la agricultura y amenaza a otros sectores

De los socorristas en Málaga al cava catalán: la sequía ya corta el grifo del empleo en España
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La crisis del agua ya afecta al empleo en España. La acuciante sequía que azota con especial dureza a algunas zonas del sur y el Mediterráneo empieza a cobrarse puestos de trabajo y los expertos advierten de que la persistencia de la ausencia de precipitaciones y las consecuentes restricciones al consumo impactarán negativamente en el crecimiento si sus efectos se acaban extendiendo más allá del sector agrario, como de hecho ya se está produciendo, en concreto, en el turismo.

"Viendo que la demanda mundial de cava está en auge y que no podemos producir suficientes botellas para satisfacerla adecuadamente a corto plazo, la situación es realmente complicada a todos los niveles", advertía el vicepresidente de Grupo Freixenet durante la presentación de los resultados de 2023. La advertencia se ha traducido en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para más de 600 trabajadores.

"La medida, implementada como un ejercicio de responsabilidad, tiene como objeto garantizar la operatividad del negocio y preservar la empleabilidad para poder hacer frente a causas externas y de fuerza mayor provocadas por la grave sequía", justifica la compañía con sede en Barcelona, que ya ha solicitado la autorización formal al Departamento de Empresa y Trabajo de la Generalitat de Cataluña.

A más de 970 kilómetros, en la provincia de Málaga, empresas y autónomos de los sectores de jardinería, piscinas, socorrismo y apartamentos turísticos llevan semanas advirtiendo de que las fuertes restricciones al consumo de agua impuestas por las administraciones públicas van a provocar una cascada de despidos. De hecho, el portavoz de la plataforma de afectados por el decreto de la sequía, Andrés Marín, que es dueño de una empresa de jardinería, ha denunciado públicamente que ya han empezado a perderse empleos, tras la prohibición del rellenado de piscinas privadas, y que debido a las cancelaciones de reservas, en muchos casos, las empresas no están contratando.

El foco de la crisis del agua se ha dirigido hacia el sector agrícola desde principios del año pasado, especialmente por el impacto de la sequía en la producción de determinados productos, como el aceite de oliva, y su efecto sobre el precio final en el supermercado. Sin embargo, cada vez más, las restricciones que se han visto obligadas a adoptar comunidades autónomas como Andalucía o Cataluña para luchar contra la fuerte sequía en sus áreas geográficas amenazan el desempeño de otros sectores, como es el caso claro del turismo, motor de la economía española.

Un reciente informe de la Universidad Loyola advierte de que, sólo en Andalucía, la sequía tendrá un impacto económico de alrededor de 6.000 millones de euros este año, lo que restará prácticamente cuatro décimas al avance del Producto Interior Bruto (PIB) de la región. El análisis incide en que el impacto económico no se refiere exclusivamente al sector primario, sino a las actividades que rodean y se ven afectadas por ese "efecto multiplicador" y cifra la pérdida de empleo potencial en Andalucía en 75.000 puestos de trabajo y en hasta 300.000 en el conjunto de España.

En esta línea, BBVA Research viene señalando en sus últimos observatorios regionales que la persistencia de las sequías extremas en el caso de Andalucía y Cataluña pueden llegar a provocar un impacto negativo en el crecimiento de estas comunidades autónomas si se extiende más allá del sector agrario. "El sector agroalimentario enfrenta cambios estructurales impulsados por la falta de mano de obra, el incremento de los costes laborales y la sequía. De hecho, los episodios de sequía tienen el riesgo de generar algunos impactos permanentes en el sector. Pero además, se mantiene el riesgo para otros sectores, como el turismo, en puntos concretos del territorio, especialmente en municipios de Barcelona, Girona o Málaga", advierten desde el servicio de estudios de la entidad.

"En Cataluña, y en el caso concreto del sector del vino y el cava, el problema es grave porque una parte muy sustancial está amenazada, fundamentalmente las empresas que no tengan diversificada su producción en todo el territorio, ya que las que operen en otras denominaciones de origen sufrirán menos probabilidad de recortes", explica el economista Javier Santacruz. En Andalucía, por su parte, "es difícil que se produzcan ajustes de empleo importantes en el campo, sin embargo, el sector turístico, en particular el menos organizado, será bastante castigado, es decir, los grandes hoteles no tendrán tanto problema como los particulares, porque los usos del agua concedidos les permitirán mantenerse", concluye.