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Al igual que ocurre en la moda -¿cuántas veces hemos escuchado eso de que todo vuelve, como en un eterno retorno-, la decoración también ese componente cíclico. De ahí que en 2025 las lámparas sean tirando a grandes, voluminosas, exuberantes: el menos da paso al más.
En este caso concreto de las lámparas en versión 2025 también vale aquello de que es mejor que se vean, aunque resulten un tanto exageradas. Sin embargo, esta grandiosidad en los modelos de luminarias de suspensión en tendencia tiene ciertas reglas que abarcan desde una practicidad total, en la que lo importante de verdad es que iluminen, y el factor de la invisibilidad de su gran forma; es decir grandes sí, pero con limitaciones en cuanto a composiciones y elementos visibles. No se pretende perseguir el volumen sin más, sino que este tiene que estar perfectamente justificado al fin, para no resultar una puesta en escena demasiado escandalosa.
Lámparas extragrandes: qué es lo que se lleva ahora
Si ahondamos en las lámparas XXL, se llevan sobre todo modelos que abrazan la ligereza tanto en sus componentes formales como en el aspecto visual. Lo vemos perfectamente reflejado en la colección de luminarias Lightmass, en las que se combina el diseño innovador de una fabricación sostenible con el uso de filamento reciclable, una pieza de diseño ultraligera que elimina las necesidades creadas a veces de incluir grandes pantallas para conseguir la iluminación led perfecta. El fin, además, de este tipo de volúmenes, es el de reintroducir la forma física en la iluminación con estructuras totalmente escultóricas, cuya misión es realzar el espacio donde se encuentren ubicadas estas piezas.
Detrás de este avance tanto tecnológico como de formato y adaptación de estructura superligera se encuentra el estudio londinenses Raw Edges Design Studio, una firma que comandan Yael Mer y Shay Alkalay y que ha conseguido premios como Diseñadores del año del Miami/Based Designers of the future. Algunas de sus piezas, además, se encuentran incluidas en colecciones permanentes de museos tan renombrados como el Moma de Nueva York o el Art Institute of Chicago y forman parte de productos registrados de marcas como Vitra, Moroso, Stella McCartney o Kvadrat.
La particularidad de esta colección reside también en el montaje de sus piezas editadas en 3D que se unen entre sí gracias a unos filamentos de clips que se abrazan y que permite conseguir todo tipo de formas. Algo muy similar al trabajo de costura utilizado para el montaje en la sastrería a medida. Para conseguirlo, las piezas de malla se fabrican utilizando la tecnología FDM (Fused Deposition Modeling), que produce láminas de biopolímeros de base biológica que se pueden reciclar una y otra vez sin pérdida alguna de material. Son piezas totalmente planas que posteriormente se transforman cuando logran su forma tridimensional. Un trabajo que garantiza la precisión y el menor desperdicio.
Un método de composición que abre nuevos caminos
En el mismo ámbito de construcción y elaboración de este tipo de volumétricas estructuras encontramos también la instalación Shy Society del dúo de diseñadores holandés Drift, una propuesta móvil de lámpara que abre y cierra su brazos de fina tela a medida que se eleva o se baja su soporte de anclaje. Funciona como una instalación que descubre al espectador las diferentes opciones de colocación que el modelo permite. Su última ubicación para disfrutar de sus grandes proporciones se encuentra actualmente en una exposición temporal en el Palazzo Strozzi de Florencia.
Tampoco podemos dejar de mencionar la lámpara Serpentine, un modelo de talla XL diseñado para Moooi por el estudio Front y cuya fuente de luz, de suspensión aérea, se organiza gracias a un elaborado sistema de giros y torsiones; un modelo que esconde en el papel, el material base de sus pantallas, el secreto de una luz totalmente tamizada.
En esta misma clasificación se incluye el modelo Sirio de Quasar, una suspensión con forma de elemento lumínico interminable a modo de circuito que permite diferentes composiciones en el espacio debido a sus diminutas varillas metálicas rizadas. Toda una oda a la grandiosidad minimalista y al poder del led.