MOMENTVS
Maite, expulsada

La brutal entrevista de Jorge Javier Vázquez a la mala malísima de Gran Hermano: "Eres cruel"

Había tantas ganas por parte del público, e incluso del propio Jorge Javier Vázquez, de que Maite fuera expulsada de la casa de Gran Hermano, que cuando el presentador dijo su nombre, los gritos de los espectadores se debieron oír hasta en Guadalix de la Sierra. El presentado no iba a dejar que Maite se fuera de rositas, ni mucho menos

Gran Hermano
Maite y Jorge Javier Vázquez, tras su expulsión de Gran Hermano.MEDIASET
Actualizado

"Las lágrimas que has estado a punto de soltar con tu amigo son de los pocos rasgos de humanidad que te he visto". Así dio comienzo la entrevista de Jorge Javier Vázquez a Maite, la mala malísima de Gran Hermano. Hay que decir que hay malos y malos. Están los malos que toda buena historia tiene que tener y hay malos que es imposible considerar necesarios. Maite era de los segundos: cruel, voraz, letal, efectivamente, inhumana.

Decía ella anoche, tras ver las terribles imágenes de su comportamiento en la casa de Gran Hermano con Óscar, que lo que se ha visto es lo peor de ella, una pequeña parte, pues ella es una persona honrada, humilde, pura, sincera... Es muy difícil, en un reality con 24 horas de grabación, que solo se vea una pequeña parte. Se ve todo, y lo que se vio de Maite fue que había más cosas malas que buenas, y que las malas eran tan malas que, por mucho bueno que tenga dentro, no puede salir.

Durante el mes que ha pasado dentro de la casa de Gran Hermano, Maite ha pasado de ser una de las favoritas del público a ser la más despreciada por los espectadores. Se lo ha ganado a pulso, inconsciente, tal vez, o consciente, según se mire, del machaque al que ha sometido a un concursante. La guerra que la primera semana de Gran Hermano se abrió entre Maite y Óscar fue la chispa que llevó a Maite a descubrir su lado más horrible. Un lado en el que la humanidad no existía. No es solo hablar de respeto ni educación —que también—, es hablar de que su comportamiento, a Dios gracias, ya no es admitido en esta sociedad. Machacar al de al lado, destrozarlo, aislarlo, hundirlo, no es de recibo.

Por eso anoche el público de Gran Hermano votó para que Maite no se convirtiera en concursante oficial de GH. Estaba cantado. Mucho se ha tardado. Y, por eso, anoche, Jorge Javier Vázquez le hizo una entrevista en la que recibió lo mismo que ella ha estado dando durante estas semanas: las cartas sobre la mesa, las cosas claras y el chocolate espeso.

Maite, Jorge Javier Vázquez y la humanidad

"Te he visto muy poca humanidad dentro de la casa. Inexistente, por decirlo de alguna manera. Creo que, para la audiencia de Gran Hermano, incluido para mí, has sido una gran decepción. No sabemos qué ha sucedido, pero te has convertido en una persona maleducada, poco empática, cruel en muchísimas ocasiones. Cero autocrítica y un empecinamiento en ser como tú eres, 'yo soy así', y no escuchar absolutamente a nadie". Mejor descripción de lo que ha sido el concurso de Maite era imposible dar.

Silencio, absoluto silencio. Maite aguantó estoica, incluso soberbia, la sinceridad de Jorge Javier Vázquez. Él, que fue a recogerla a su lugar de trabajo vestido de Richard Gere en Oficial y caballero, ha descubierto, como el resto del público, que detrás de una mujer que podía haber sido una gran concursante estaba la crueldad hecha persona.

Se lo advirtió Jorge Javier Vázquez: "Esta noche te vas a tener que enfrentar a muchas cosas". Porque en GH todo se ve. Las primeras imágenes, las del acoso y derribo a Óscar. Peinetas, insultos, gestos terribles, humillaciones, aislamiento... Suma y sigue.

"¿Tú qué ves ahí?", le preguntó Jorge Javier Vázquez al finalizar el vídeo. Cero autocrítica: "Lo que se quiere ver". ¿Y qué es eso que se quería ver? "Lo feo de mí, acción-reacción". "Lo feo de ti... La copa, le haces la peineta, un gesto de felación... GH es convivencia. ¿Qué clase de convivencia se puede tener con gestos así?", volvió a preguntar el presentador. "Lo mismo que ha tenido él hacia mí". Cero autocrítica, efectivamente. "¿Te avergüenza verte así?", continuó Jorge Javier Vázquez. "Sí". "¿Te arrepientes?". "Por supuesto". Eso habría que verlo.

Los actos de Maite han hablado por sí solos durante estas semanas. Si Óscar le pedía una gominola, ella le hacía la peineta. Si Óscar metía un vaso de agua en la nevera para que se enfriase, ella iba detrás y se lo tiraba al fregadero. Si Óscar votaba por Maica como la líder, Maite hacía un gesto de felación. Si Óscar estaba limpiando la cocina, ella hacía gestos para que el público lo echara... Y así, uno detrás de otro. ¿Hizo lo mismo Óscar con ella, como afirmó Maite anoche? Ni de lejos. De hecho, el comportamiento de Óscar ante esta situación lo ha convertido en el gran favorito de GH.

Pero Jorge Javier Vázquez no se iba a quedar solo en señalar lo que hizo ella, sino también en señalar lo que hicieron sus acólitos: los que le reían las gracias, los que fueron incapaces de decirle "Maite, se te está yendo la pinza", los que la apoyaban, la animaban, la vitoreaban. En definitiva, los cómplices: Laura, Ruvens, Edi...

Cuando la humillación de GH no es solo de uno

"Feo lo tuyo y feo lo de los que te reían las gracias, que al final también te han llevado a esa debacle de concurso". Para romperse las manos a aplaudir. "Si hubiera habido alguien que de verdad te quisiera, te habría dicho 'Maite, no'. Y tú ahora estarías dentro". Se puede decir más alto, pero no más claro. Porque tan culpable es Maite por humillar a Óscar como lo ha hecho, como el resto: los que se lo permitieron, los que no lo pararon. Es un clásico terrible en la sociedad: uno golpea y el resto aplauden.

No fue lo único, porque el concurso de Maite ha consistido en ir a por quien no aguantaba. Un "juicio sumarísimo" a Violeta porque Violeta no era de su agrado. "Una perra faldera", unos comentarios incomprensibles en el siglo en el que estamos. "Lo que sobra en esa casa es tiempo, y todos hablamos de todos". En fin, Serafín. Menos mal que estaba Jorge Javier Vázquez: "De Edi no te he oído decir nada". "Sí lo dije. Dije que era muy tonto y que si se quería ir todas las noches con dolor de... pues que él sabría". No, has repetido un patrón que no se entiende: el patrón de señalar a la mujer como la que provoca, la que busca, la que juega, y al hombre como el que cae en sus redes.

Para entender lo que ha sido Maite en Gran Hermano, hay que quedarse con la frase final de Jorge Javier Vázquez, más que con la soberbia de ella, que fue incapaz de despedirse de todos sus compañeros, solo de los que a ella le interesaban: "No te aferres a 'todos hablamos de todos' porque vas a encontrar concursantes que no han hecho comentarios como los que has hecho tú de muchos". Recibió de su propia medicina, pero la cura no sirvió de nada.

Pidió perdón a la madre de Violeta, presente en plató de Gran Hermano. La madre no lo aceptó. Y acabó la historia de una mala malísima. Gran Hermano siempre ha necesitado de malos, como Superman tenía a Lex Luthor, o La Bella Durmiente a Maléfica. Pero necesita malos con corazón.