MADRID
Urbanismo

El mayor barrio de Madrid Nuevo Norte echa a andar: más de 7.100 viviendas, conexión con El Pardo y 12 km nuevos de tuberías del Canal de Isabel II para salvar la unión con los distritos vecinos

Malmea-San Roque-Tres Olivos inicia los trámites que permitirán arrancar las obras de urbanización, previstas para 2027

Recreción del futuro barrio Malmea-San Roque-Tres Olivos.
Recreción del futuro barrio Malmea-San Roque-Tres Olivos.CREA MADRID NUEVO NORTE
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Madrid Nuevo Norte comienza a tomar velocidad. Dos semanas después de la aprobación inicial del proyecto de urbanización de Las Tablas Oeste, Malmea-San Roque-Tres Olivos, el segundo y mayor ámbito de los cuatro que conforman este futuro desarrollo de regeneración urbana -el mayor de Europa-, da sus primeros pasos.

Este miércoles, la Comisión Gestora de la zona presentó ante el Ayuntamiento de Madrid la iniciativa de ejecución del ámbito, un trámite que representa oficialmente el arranque del barrio, al que seguirán Centro de Negocios y Estación de Chamartín.

Una vez que esa iniciativa sea estimada por el Ayuntamiento, se iniciará formalmente la tramitación de las bases y estatutos de la Junta de Compensación y del proyecto, cuyas aprobaciones definitivas permitirán iniciar las obras de urbanización, previstas para 2027, según informaron desde Crea Madrid Nuevo Norte, la promotora que impulsa este desarrollo.

Con una superficie de 1.029.647 m2, el ámbito Malmea-San Roque-Tres Olivos, acogerá 7.140 nuevas viviendas -el 27% con algún tipo de protección pública municipal- de las 10.500 previstas en todo el distrito, además de oficinas y comercios.

Este futuro barrio contará con amplias zonas verdes -161.982 m2- distribuidas principalmente a lo largo del llamado eje verde de Madrid Nuevo Norte, que conectará con los ecosistemas naturales del monte de El Pardo, en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.

Además, este ámbito pondrá en valor el patrimonio cultural e histórico de los barrios. Integrará dos ermitas históricas en la red de parques -la de San Roque, construida en el siglo XVI, y la de Nuestra Señora de Lourdes, del XIX- y naturalizará la calle Antonio de Cabezón, limítrofe con las vías ferroviarias, recordando su antiguo uso agropecuario.

El proyecto también incluye dotaciones públicas de salud, cívico social, educativo, deportivo y de servicios públicos «que suplirán las carencias históricas de estos barrios», según Crea Madrid Nuevo Norte, y dos potentes nodos de transporte público situados al norte y al sur, cada uno de ellos con una nueva estación de Metro, Cercanías y varias paradas del nuevo sistema de autobús prioritario de alta capacidad, con plataforma reservada y prioridad semafórica. También potenciará la movilidad ciclista con una nueva red de carriles que conectarán con el Anillo Verde Ciclista y el carril bici de Colmenar.

INFRAESTRUCTURAS

Entre las grandes infraestructuras que se llevarán a cabo en este ámbito se halla la reubicación y renovación total de importantes conducciones del Canal de Isabel II, por las que circula la mayor parte del agua potable que se consume en la ciudad de Madrid. En total, «se van a sustituir más de 12 kilómetros de tuberías para potenciar la máxima eficiencia de los recursos hídricos y la gestión del consumo de agua», apuntan las mismas fuentes. Esta actuación, aseguran, regenerará «terrenos degradados en desuso» y acabará «con el aislamiento histórico de la zona, con conexiones hacia Las Tablas y el distrito de Chamartín».

Así, el futuro barrio contará con múltiples conexiones. Hacia el este, tres puentes, una pasarela peatonal y un túnel unirán Fuencarral y Las Tablas. Y, hacia el sur, tres puentes sobre la M-30, dos nuevos en las calles de Agustín de Foxá y Antonio de Cabezón -además de la reforma y ensanchamiento de la pasarela ya existente en Mauricio Legendre-, lo conectarán con el Centro de Negocios de Chamartín.