Hace apenas 10 días, con un Madrid maniatado entonces por un repentino crudo invierno, había quien, en la décima planta de la Torre de Cristal, advertía sobre el impacto del anuncio que, ayer, realizó el Ayuntamiento de Madrid. Aquella mañana, mientras Almeida sacaba pecho por el futuro Parque Castellana, que alumbrará el soterramiento de la desembocadura de esa concurrida vía madrileña, algunos clavaban su mirada en ese amplio horizonte que tenían delante. «Esto es importante, pero mucho más lo que vendrá en los próximos días», susurraban entonces. Hoy sabemos que se referían a la aprobación inicial del proyecto de urbanización de Las Tablas Oeste, que será uno de los cuatro ámbitos que integrarán el soñado Madrid Nuevo Norte. Precisamente, la puerta a ese distrito financiero estará junto a las Cinco Torres.
Fue la vicealcaldesa, Inmaculada Sanz, quien alzó ayer el telón tras la Junta de Gobierno de Cibeles, desvelando los detalles de esa primera piedra del futuro distrito financiero, que contendrá una superficie total de 304.976 metros cuadrados. El proyecto de urbanización, promovido por Crea Madrid Nuevo Norte (inversión próxima a los 100 millones de euros), lo ejecutará un sistema de compensación, que correrá a cargo de los propietarios de la futura junta de compensación y será supervisado por el Área municipal de Obras y Equipamientos. «En los primeros meses de 2026 habrá actividad en esos terrenos y se podrán ver las primeras grúas», avanzaba la número dos del Consistorio madrileño.
De acuerdo con este plan, la superficie de actuación en Las Tablas Oeste contará con una edificabilidad de 211.992 m2, de los que 74.197 se destinarán a uso residencial. Es decir, que se construirán 741 viviendas, de las que el 25% (184) contará con algún tipo de protección pública: 46 se destinarán a Vivienda con Protección Pública de Precio Limitado (VPPL) y 138 a Vivienda con Protección Pública Básica (VPPB). Aparte de estos pisos, el Ayuntamiento recibirá 102 libres adicionales como parte de las cesiones municipales para uso residencial. Así, el número total de casas de gestión municipal en este ámbito se elevará a 286, el 38% del total. Las 455 restantes serán vivienda libre de propiedad privada. En cuanto al resto de la edificabilidad, 123.795 m2 se destinarán a uso terciario de oficinas y 14.000 m2 para actividad de tipo comercial.
Ese guion sobre Las Tablas Oeste contará con nueve zonas verdes, para un total de 91.162 m2, donde asomarán tres parques principales con superficies de 40.448 m2, 14.195 m2 y 11.742 m2. Está proyectada la plantación de 1.250 nuevos árboles y la construcción de zonas infantiles o zonas biosaludables para personas mayores, así como espacios de calistenia y caninos.
Red de agua regenerada
El ámbito tendrá 35.594 m2 para nuevos equipamientos, distribuidos en dos parcelas: una de 23.195 m2 reservada para usos educativos y deportivos y otra de 12.399 m2 para servicio público y equipamiento cívico-social. Además, se incluye un equipamiento singular de 12.357 m2.
Como parte de las «medidas innovadoras» en materia de sostenibilidad de Madrid Nuevo Norte, el plan de urbanización incluye una red de agua regenerada, para suministrar las descargas de los sanitarios tanto de viviendas como de oficinas, así como de jardines privados y zonas verdes públicas. Con ello, se estima un ahorro de consumo de agua potable próximo al 50%. Además, se ha realizado un análisis de ciclo de la vida de materiales usados en la urbanización de un nuevo barrio que contará con plazas para recarga de vehículos eléctricos en espacio público.
Este será el proyecto sobre el primero de los ámbitos de un Madrid Nuevo Norte, el de Las Tablas Oeste, que tendrá la playa de vías de Fuencarral como límite. Malmea-SanRoque-Tres Olivos, Centro de Negocios y Estación de Chamartín serán los otros tres pilares sobre los que se asentará ese distrito financiero que abarcará una superficie de 3,4 millones de metros cuadrados, con 10.500 viviendas y 400.000 m2 de zonas verdes. Un esperado plan de regeneración urbana que, ayer, oficialmente, echó a andar. En 2026, aterrizarán las primeras grúas.