MADRID
Política

El impulso fiscal de Madrid para desbloquear el relevo en el campo en su momento más delicado: "El acceso a las tierras será mucho más fácil"

La bonificación al 50% del impuesto de donaciones para hermanos, tíos y sobrinos dinamiza los mecanismos para el traspaso de las tierras entre generaciones

Ayuso, durante un encuentro con el sector agrario en 2022.
Ayuso, durante un encuentro con el sector agrario en 2022.CAM
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No son buenos tiempos para el campo, pero el madrileño cree haber empezado el año con buen pie. Por un lado, las lluvias de los últimos días han llenado los embalses y alejado los fantasmas de una sequía de cara a los meses más determinantes para la siembra. Por otro, la fiscalidad parece haber tenido un guiño con el sector primario, ya que la primera rebaja activada este año por Isabel Díaz Ayuso resuelve y agiliza uno de los grandes quebraderos de cabeza del mundo agrícola, que hoy es el relevo generacional.

Se trata de la bonificación al 50% del impuesto de donaciones para hermanos, tíos y sobrinos, una medida activada por el Consejo de Gobierno el pasado 17 de febrero y que dinamiza los mecanismos para que "el acceso a las tierras sea mucho más fácil", como considera Francisco José García Navarrete, presidente de la Cámara Agraria y de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Madrid (Asaja). Según detalla, el mundo rural cuenta con una "particularidad": que muchas explotaciones son gestionadas por hombres sin descendencia directa, por lo que los principales herederos suelen ser hermanos o sobrinos. Esto convierte el proceso de traspaso de tierras en un trámite cargado de elevados costes fiscales que, unido a los impuestos que pagan de manera habitual, ha llevado progresivamente a que muchos agricultores acaben renunciando a ellas, lo que facilita que los fondos de inversión acaben haciéndose con terrenos explotados durante décadas por familias.

En 2022 un informe de Cajamar señalaba el relevo generacional como uno de los grandes desafíos para el campo en los próximos años. Y apuntaba a las implicaciones fiscales como uno de los factores que más frenaban este fenómeno. Ahora la medida lanzada por la Comunidad de Madrid busca dinamizar estas situaciones y facilitar no sólo la permanencia de los agricultores en sus campos, sino también la entrada de una nueva generación en el sector primario. La rebaja eleva del 25% al 50% la bonificación para este tipo de operaciones entre hermanos, así como entre tíos y sobrinos por consanguinidad. Se puede aplicar a todo el grupo III de parentesco y además, establece una bonificación del 100% en el caso de que las donaciones entre particulares sean inferiores a mil euros. Asimismo, se elimina el requisito formal de otorgamiento de documento público para aplicar.

Madrid es la primera región que rebaja de tal manera este impuesto. Sobre el campo, desde la consejería de Economía hacen el siguiente balance sobre su efecto: si un sobrino hereda una vivienda habitual y terrenos rústicos valorados en 250.000 euros, con la nueva bonificación pagaría 32.880 euros, en lugar de 49.320 euros. Se ahorraría por tanto casi 17.000 euros. Otro ejemplo: una herencia que incluya una vivienda habitual, una empresa agrícola, con reducción estatal del 95%, y otros bienes, valorado todo ello en 300.000 euros, supondría un pago de 25.110 euros frente a los 37.665 actuales. "Representa un ahorro significativo", concluyen en el departamento comandado por Rocío Albert.

"Cuando tú heredas de una tía, un tío o un hermano, empiezas a echar cuentas, a calcular la amortización, y no sabes de dónde vas a sacar el dinero para pagar el impuesto de sucesiones. Eso ha hecho que muchas tierras se hayan puesto en venta, sobre todo a grupos de inversores. Y al final, los jóvenes que venden ni se han quedado en el campo ni les ha quedado demasiado dinero de la herencia", valora García Navarrete, que considera que aunque esta medida no haya tenido un impacto directo en la opinión pública, se valorará con el tiempo, especialmente cuando las familias que trabajan en el campo deban realizar estos trámites para traspasar la propiedad de las tierras a un pariente próximo.

Tanto en la Comunidad como en Asaja confían en que este tipo de iniciativas estimule el relevo generacional y conviertan el sector primario en una opción "atractiva" para aquellos jóvenes que proceden de familias dedicadas a la agricultura, pero que el pago de impuestos por el traspaso de los terrenos les hacía dudar de si continuar con esta labor.

El Gobierno autonómico de Isabel Díaz Ayuso prevé activar otros ocho impuestos a lo largo de 2025. El pasado septiembre anunció además cuatro millones de euros en subvenciones para facilitar el relevo generacional y el acceso al sector primario, así como un plan de digitalización para garantizar la innovación en el mundo rural.