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El apuesto príncipe Rahim, sucesor del Aga Khan y heredero de su liderazgo religioso y de su inmensa fortuna

La identidad del 50º imán de la comunidad ismaelita nazarí se ha confirmado tras la apertura del testamento de su progenitor

El príncipe Rahim junto a  Kendra Spears, en una imagen de 2013. La pareja se divorció en 2022.
El príncipe Rahim junto a Kendra Spears, en una imagen de 2013. La pareja se divorció en 2022.Getty
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Con la muerte a los 88 años del influyente príncipe Karim al-Husayni, el Aga Khan IV, el interés se centraba en saber quién iba a ser su sucesor y, por tanto, el 50º imán -líder espiritual- de los musulmanes ismaelitas nizaríes, con casi 20 millones de seguidores repartidos por todo el planeta, en especial en India.

Y, como todo apuntaba, el Aga Khan V será el mayor de sus hijos varones, el príncipe Rahim (53). A diferencia de lo que ocurre en la sucesión de otros soberanos, la tradición de esta rama del islam chií establece que no se podía conocer la identidad del nuevo jefe del imanato -un auténtico reino sin territorio, pero con reconocimiento en el Derecho internacional- hasta la apertura del testamento del fallecido, quien no nombra heredero en vida sino a través de este acto de última voluntad que les debía ser comunicado oportunamente a todos sus familiares, junto a los líderes de las distintas comunidades ismaelitas nizaríes del globo.

El príncipe Karim al-Husayni, el Aga Khan IV.
El príncipe Karim al-Husayni, el Aga Khan IV.FRANCOIS GUILLOTAFP

El Aga Khan IV tuvo cuatro descendientes: la princesa Zahra, la mayor; y los príncipes Rahim y Hussain -los tres fruto de su primer matrimonio con la begum Salima-; y el príncipe Alí -único vástago con su segunda mujer, la begum Inaara-.

Aunque Zahra es la primogénita, el hecho de ser mujer la descartaba para convertirse en la sucesora. La princesa ejerce una labor extraordinaria al frente del Departamento de Bienestar Social de la Aga Khan Development Network (AKDN), la organización líder en el ámbito del desarrollo mundial que opera en decenas de países de los cinco continentes y que convierte al imán ismaelita en uno de los filántropos más reconocidos por la sociedad de naciones.

La princesa Zahra es la jefa directa de la Infanta Cristina, quien trabaja en la AKDN desde 2010, cuando se mudó a Ginebra junto a su entonces marido, Iñaki Urdangarin, tras el estallido del caso Noós. Pero la princesa Aga Khan y la hija del Rey Juan Carlos son íntimas amigas. Ella hizo para la Infanta de cicerone en la ciudad suiza cuando se instaló con sus cuatro hijos, y se convirtió en su principal apoyo en la etapa más dura en la que se fueron conociendo las bombas del caso de corrupción. La princesa Zahra, también divorciada, fue quien le recomendó a la entonces duquesa de Palma que inscribiera a sus hijos en la Escuela Internacional de Ginebra donde estudiaban los suyos.

La sede de la Fundación Aga Khan de Lisboa.
La sede de la Fundación Aga Khan de Lisboa.PATRICIA DE MELO MOREIRAAFP

A diferencia de su padre y de su abuelo paterno, el príncipe Ali Khan -quien se casó en segundas nupcias con la actriz Rita Hayworth, el príncipe Rahim, desde este miércoles ya el Aga Khan V, ha hecho de la discreción más absoluta su modo de vida. Y ello a pesar de su notable proyección internacional, ya que lleva décadas desempeñando cargos de la máxima responsabilidad en la AKDN, supervisando proyectos en todo el mundo y representando a su padre en foros multilaterales de distinta naturaleza, que le han valido importantes reconocimientos y honores de varios gobiernos.

El príncipe Rahim nació el 12 octubre de 1971 en Ginebra. Estudió en la Universidad Brown de Rhode Island y pasó por la IESE Business School de la Universidad de Navarra, con sede en Barcelona. Desde muy joven empezó a viajar a menudo sobre todo a Asia y África para supervisar las actividades financiadas de la fundación que presidía su progenitor.

En 2012, el Aga Khan comunicó la feliz noticia de la boda de Rahim, quien se casó con la socióloga y modelo de entonces 25 años recién cumplidos Kendra Spears, originaria de Seattle, a quien se rebautizó en algunos medios como la "nueva Cindy Crawford". El enlace, muy discreto, se celebró en Suiza, en el Chateau de Bellerive, y sólo contó con familiares y amigos muy cercanos, a diferencia de otras bodas anteriores en la dinastía que habían contado con multitud de miembros de la realeza como invitados. Los novios lucieron espectaculares, él con un traje típico indio y ella con un fabuloso sari, como guiño a la mayor comunidad ismaelita nazarí que se aglutina en esta nación asiática.

El divorcio

Meses después, el príncipe y su ya esposa sí celebraron una multitudinaria y mediática fiesta en Nueva York, en el Museo Americano de Historia Natural en Manhattan, a la que asistieron muchos amigos conocidos, como Leonardo Di Caprio, Naomi Campbell o Edward Norton, además de algún príncipe europeo como Wenzeslao de Liechtenstein.

El matrimonio tuvo dos hijos, los príncipes Irfan y Sinan, pero acabó en divorcio en 2022.

La estirpe desciende directamente de Mahoma y presume de su linaje de 50 generaciones. El ascenso al imanato del príncipe Karim al-Husayni en 1957, a los 20 años, causó sorpresa. La elección como sucesor por parte de su abuelo, Sultan Mahomed Shah Aga Khan, hizo que pasara por encima de los derechos dinásticos de su padre, el príncipe Ali, y de su tío, el príncipe Sadruddin Aga Khan. En su testamento, su abuelo lo explicó así: "En vista de los cambios que se han producido en el mundo en los últimos años, como los descubrimientos de las ciencias atómicas, estoy convencido de que lo mejor para la comunidad musulmana ismaelita es que me suceda un hombre joven". Claro que no pasó desapercibido el hecho de que al Aga Khan III no le gustaran nada, en la recta final de su vida, ciertos escándalos protagonizados por su primogénito, como lo que tuvo que ver con el divorcio aireadísimo de Rita Hayworth.

Desde el martes por la noche se llora la muerte del Aga Khan IV. Pero para sus millones de seguidores es también una noticia de júbilo contar desde esta miércoles con su nuevo imán, heredero de una fortuna personal estimada en más de 15.000 millones de euros, el príncipe Rahim.