- Oriente Próximo La idea de Trump de que EEUU "se haga dueño de Gaza" que pone en peligro la tregua y que sus votantes no respaldarán
Egipto se ha visto embarcado en los últimos días en un trabajo frenético de diplomacia para crear un frente de países árabes que pueda frenar la iniciativa de Donald Trump e Israel, que buscan expulsar a toda la población palestina de la Franja de Gaza. El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, ha convocado un encuentro urgente de la Liga Árabe el próximo 27 de febrero para discutir "los últimos acontecimientos graves" de la propuesta estadounidense.
"Después de extensas consultas de Egipto al más alto nivel con los países árabes en los últimos días, incluida Palestina, que solicitó la cumbre, vamos a abordar los acontecimientos relacionados con la causa palestina", ha señalado el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
Si bien se le atribuye a Trump haber logrado que Israel pactara un alto el fuego en Gaza después de 15 meses de guerra, el presidente estadounidense ha incendiado la región proponiendo desplazar por la fuerza a más de dos millones de palestinos de la Franja de Gaza a Egipto y Jordania, mientras Washington establece el control sobre el territorio costero.
Egipto ha rechazado contundentemente "cualquier medida destinada a expulsar al pueblo palestino de su tierra o alentar su traslado a otros países" ya que se trata de una "violación flagrante del derecho internacional". Desde que Trump puso sobre la mesa esta propuesta durante la visita en Washington del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, El Cairo ha lanzado una oleada de actividad diplomática con contactos con 11 países de la región para tratar una respuesta conjunta de rechazo. Se espera que Al Sisi discuta el asunto previamente con Trump durante su viaje oficial a Estados Unidos el 18 de febrero, mientras que el rey Abdalá de Jordania tratará la cuestión en Washington el próximo martes.
La propuesta de Trump entierra por completo la solución de dos Estados por la que muchos países abogan. El desplazamiento forzado de la población es un plan ilegal que contradice el derecho internacional, según ha advertido la ONU. Así lo señala la Convención de Ginebra, que estipula que "los traslados forzosos individuales o en masa, así como las deportaciones de personas protegidas desde un territorio ocupado al territorio de la potencia ocupante o a cualquier otro país, están prohibidos, sea cual sea el motivo".
Tanto Jordania como Egipto han advertido a Tel Aviv y Washington que, si siguen adelante con su plan, podrían cancelar sus respectivos tratados de paz que han establecido con Israel, los cuales han supuesto durante décadas un gran apoyo regional para el Estado judío. Medios árabes aseguran, además, que los jefes de seguridad de ambos países están preparando una serie de planes de contingencia para proteger sus fronteras en el caso de que Israel fuerce a la población palestina a salir del enclave. En ambos países residen millones de palestinos -especialmente en Jordania- desplazados anteriormente, quienes no han podido regresar a sus casas desde hace varias generaciones.
Netanyahu, por su parte, elogió el plan de Trump y afirmó que Israel está dispuesto a "hacer el trabajo". "Creo que la propuesta del presidente Trump es la primera idea nueva en años y tiene el potencial de cambiar todo en Gaza", señaló Netanyahu este fin de semana. El Gobierno israelí ya había planteado al inicio de la guerra en el enclave la posibilidad de que Egipto y Jordania acogieran a palestinos desplazados, una propuesta que ambos países rechazaron, amenazando con romper relaciones con Tel Aviv si se llevaba a cabo.
En medio del intercambio de declaraciones, Netanyahu ha planteado incluso reasentar a la población de Gaza en otros países, como Arabia Saudí, con el argumento de que el reino árabe tiene "mucha tierra" y que Gaza sigue suponiendo una "amenaza a la seguridad" para Israel. Riad rechazó rápidamente la propuesta, recordando que no tiene intención de normalizar sus relaciones con Israel si no se establece un Estado palestino independiente, pese a que Tel Aviv lleva años intentando un acercamiento con el país del Golfo.
Las tropas israelíes se retiran del corredor que divide la Franja de Gaza
El ejército israelí se ha retirado el domingo del llamado corredor Netzarim, que dividía en dos la Franja de Gaza e impedía que los desplazados regresaran al norte, en el marco de la frágil tregua entre Israel y el movimiento islamista Hamas.
Tan pronto como se anunció la retirada, se formaron interminables colas de automóviles, camiones y carretas sobrecargadas que circulaban en ambas direcciones, en medio de un paisaje de ruinas.
Osama Abu Kamil, un hombre de 57 años que tuvo que instalarse en Jan Yunis, en el sur de la Franja, durante más de un año desplazado por la guerra, ha podido volver a su casa de Al Maghraqa, un poco al norte del corredor. "Instalaré una carpa para mí y mi familia junto a los escombros de nuestra casa. No tenemos elección", afirmó en declaraciones a Afp, asegurando que "la vida en Gaza es peor que el infierno".
El corredor Netzarim era una franja de tierra establecida por Israel que dividía el enclave palestino en dos partes, norte y sur, y que hasta ahora estaba militarizada por el ejército israelí.
Según un responsable de Hamas, la retirada de Netzarim este domingo forma parte del acuerdo de tregua que entró en vigor el 19 de enero, después de más de 15 meses de guerra entre Israel y el grupo islamista.