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Qué es el paso de Rafah tomado por Israel y por qué es importante

La toma del enclave podría limitar aún más la entrada de ayuda humanitaria

Palestinos desplazados salen de la ciudad de Rafah  en un carro.
Palestinos desplazados salen de la ciudad de Rafah en un carro.AFP
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Horas después de que miles de palestinos empezaran a abandonar Rafah -la ciudad fronteriza con Egipto que acoge a más de un millón de refugiados gazatíes desplazados de otras partes de la Franja- el Ejército israelí anunció la toma del único cruce que conecta Gaza con un territorio que no es Israel.

Un paso que conecta con Egipto

El paso de Rafah es uno de los tres puntos de salida de la Franja de Gaza, por donde entraban bienes antes de la guerra y por dónde los gazatíes podían solicitar salir del enclave. Particularmente este cruce era el único que estaba exento del control de las autoridades israelíes y cuya supervisión recaía en Egipto.

Por este paso entraban habitualmente camiones bajo la supervisión de El Cairo y también salían ciudadanos gazatíes que tenían familiares en Egipto.

Tras el ataque de Hamas en Israel y la posterior ofensiva militar israelí en Gaza, las autoridades egipcias cerraron el paso, quedando limitado a la entrada de ayuda humanitaria y la salida de gazatíes con pasaporte extranjero o civiles heridos de gravedad.

Israel toma el control del paso fronterizo gazatí de Rafah

Egipto, aliado del bloqueo israelí

Cuando Hamas tomó el control de Gaza en el año 2007, Israel impuso un bloqueo por tierra, mar y aire al enclave, ejerciendo un severo control de toda la entrada de alimentos, productos y personas que ingresaban en la Franja.

Este bloqueo se impuso con la coordinación de Egipto, que controló el flujo de personas y bienes a través del paso de Rafah. Durante los últimos 17 años, esta restricción se ha aliviado o parcialmente levantado, aunque todos los ciudadanos que salían del enclave necesitaban un permiso y pasaban un exhaustivo control de seguridad.

El bloqueo israelí ha provocado un florecimiento del contrabando de bienes a través de túneles subterráneos construidos debajo del paso. Afectado por el comercio ilegal y la falta de control de los productos que cruzaban hacia Gaza, El Cairo ha levantado un muro alrededor del cruce y ha llegado a inundar los túneles en un intento de sabotear el comercio clandestino, desarrollado principalmente por Hamas.

Un paso controlado por Tel Aviv durante la guerra

Si bien es Egipto quien tiene un control directo sobre el paso de Rafah, Tel Aviv ha ejercido un dominio absoluto sobre lo que entraba en el enclave desde el pasado octubre.

Cada camión que intentaba acceder a la Franja desde Egipto pasaba un control del ejército israelí, que decidía si finalmente podía pasar o no al territorio palestino. Este bloqueo de facto ha provocado una caída drástica de la entrada de ayuda humanitaria a la Franja.

Según datos de la ONU, antes de la guerra accedían unos 500 camiones de alimentos y bienes básicos cada día al enclave, una cifra que ha caído hasta los 50 -y en ocasiones menos- al día.

La falta de entrada de alimentos ha provocado una hambruna severa en el norte de Gaza, con 30 muertos por desnutrición en el último mes. Las autoridades sanitarias han advertido que si continúa el bloqueo israelí, la hambruna podría llegar a provocar más muertos que la ofensiva militar israelí, que ya ha causado más de 34.000 fallecidos, en su mayoría mujeres y niños.

La Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) ha acusado a Israel de negar el acceso de ayuda de su organización a Gaza. En las dos últimas semanas, han registrado al menos 10 incidentes relacionados con disparos contra convoyes, arrestos de personal de la ONU y "demoras en los puestos de control", según un informe del jefe de la organización, Philippe Lazzarini.

Una salida limitada de extranjeros y heridos

En los primeros meses de guerra y debido a la presión de varios países, se ha permitido una salida paulatina de gazatíes con pasaporte extranjero.

Las autoridades egipcias también han autorizado la salida de gazatíes enfermos de gravedad para ser tratados en hospitales de la región, en operaciones coordinadas con Turquía, Emiratos Árabes Unidos o Italia, entre otros. También se ha establecido una red de contrabando de personas, en connivencia con militares egipcios, en la que las familias gazatíes pagan grandes sumas de dinero para poder salir del enclave.

Alerta humanitaria por la ofensiva

Toda la comunidad internacional, incluyendo Estados Unidos -el principal apoyo de Israel en su ofensiva- han rechazado la ofensiva en la ciudad de Rafah, donde se concentran más de un millón de palestinos desplazados de otras partes del enclave.

Omar Shakir, director de Human Rights Watch para Israel y Palestina, ha alertado que la incursión "pondría en peligro la distribución de ayuda" y empeoraría aún más la capacidad de los palestinos "a acceder a necesidades básicas como agua y medicinas".

La nueva ofensiva también obligaría a las ONG médicas locales y extranjeras que operan en Rafah a reasentar sus unidades de emergencia, tras meses intentando mejorar las instalaciones médicas en el sur del enclave.