Con más de 70 millones de visitantes, EEUU es el tercer destino turístico del mundo, por detrás de Francia y de España...o, al menos, lo era hasta que Donald Trump decidió sacudir el avispero con su particular guerra arancelaria. Hace un mes y medio que el líder republicano anunció los primeros aranceles -oficialmente- contra los productos de sus dos socios comerciales más relevantes, Canadá y México. La América del Norte que no es EEUU exporta, además, un gran número de viajeros, principalmente por turismo hacia Nueva York, Las Vegas o Miami, pero el tono hostil de la Casa Blanca minusvalorando a otras nacionalidades y la guerra tarifaria abierta contra el resto del mundo están empezando a pesar también en este sector, donde han caído las reservas hoteleras y de billetes de avión.
Pero no es una situación nueva. El arranque de la presidencia trumpista ya había provocado que algunos datos turísticos se enfriasen durante el primer trimestre, con una demanda doméstica de vuelos entre estados a la baja y también de los viajes corporativos, de empresa y del propio Gobierno de EEUU -United Airlines había reconocido una caída del 50% sobre el año pasado- ante el temor a una recesión económica. "Desde entonces, la preocupación de los inversores ha ido en aumento y apunta, en cierta medida, a una caída de los viajes hacia EEUU", sostiene el informe. De momento, según los datos más recientes recogidos por Goldman Sachs, las semanas después de que Donald Trump anunciara los primeros aranceles contra México y Canadá -el pasado 3 de marzo- la llegada de pasajeros a EEUU se desplomó un 12%.
Los canadienses son los extranjeros que más viajan a EEUU con mucha diferencia sobre el resto de nacionalidades, con más de 20 millones de visitas en 2023 (casi la mitad), según datos recogidos por la Administración Internacional del Comercio de EEUU, generalmente como parte de sus vacaciones o bien para visitar a amigos y familiares. Le siguen con menos de 5 millones de visitas Reino Unido, México y Alemania. Entre los diez mayores emisores de viajeros hacia EEUU tres son europeos (junto a Francia) y contra otros tres la Administración Trump ha abierto una cruzada sin precedentes, como es el caso de los mencionados México, Canadá y China, el décimo mayor exportador de turistas.
A finales de marzo, la OAG (Office of the Auditor General of Canada) afirmó que las reservas de vuelos hechas en Canadá para volar a EEUU se habían desplomado un 70% comparado con el año pasado. Un dato que los analistas creen excesivo, aunque sí les parece más razonable el que proporcionó la hotelera francesa Accor hace dos semanas cuando habló de una caída del 25% en las reservas de europeos en sus hoteles de EEUU para este verano, con turistas que están cambiando de destino hacia partes más amables del mundo como Sudamérica y EMEA (Europa, Oriente Medio y África). En su alegato los turistas hablan de un malencarado clima de EEUU con el resto del mundo y ante el temor a que no se les permita entrar en el país en los temibles controles de frontera de los aeropuertos.
Las grandes cadenas hoteleras españolas reconocen no estar sintiendo ningún impacto sobre las reservas de sus hoteles en EEUU. Meliá Hotels tiene tan solo dos establecimientos allí, en Orlando y Nueva York, donde no se ha notado una caída de los turistas europeos. Para ellos, asegura la compañía, es más importante la cifra de quienes vienen desde EEUU a sus hoteles en España y otras partes del mundo y ahí tampoco se ha hecho sentir la guerra arancelaria. Riu cuenta, por su parte, con cinco hoteles en EEUU, y la compañía asegura «no estar viendo» ningún impacto, aunque creen que es pronto para poder pronunciarse al respecto.
La mayor repercusión caerá sobre las grandes hoteleras americanas. La caída en bolsa de Hilton, Marriott o Hyatt ronda el 25% desde el inicio de la guerra tarifaria, aunque es mayor, incluso el de las aerolíneas estadounidenses. Delta Airlines ha visto evaporarse un tercio de valor en el mercado en mes y medio; American Airlines retrocede otro 35% en Wall Street. Esto supone perder todo lo que han ganado en los últimos cuatro años y ponerse de vuetla en la casilla de salida de la pandemia en 2020.
En Europa se calcula que entre un 15% y un 30% de los ingresos de las tres mayores aerolíneas, IAG, Air France-KLM y Lufthansa, están expuestos a una posible caída de la demanda de los viajeros estadounidenses. Y ello explica las caídas vistas en bolsa. IAG ha perdido un tercio de su valor en el mercado; Air France otro 17% y un 8% pierde la alemana Lufthansa.