La falta de remuneración de los depósitos por parte de los bancos españoles durante el periodo de subida de tipos del BCE no tuvo que ver con la concentración bancaria en el país. Así al menos lo recoge el análisis realizado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) dos años después de que lo encargase la entonces vicepresidenta de Economía, Nadia Calviño. En su opinión, los bancos no retribuyeron más el ahorro a los hogares porque los clientes tenían complicado cambiarse a un banco rival, porque no había productos alternativos competitivos que les tentasen (por ejemplo, fondos de inversión) y porque, de tenerlos, muchos particulares no entienden su complejidad y no buscan el cambio.
Esta es, grosso modo, la traducción de las conclusiones del estudio publicado este miércoles por el organismo liderado por Cani Fernández. Según su textualidad, "los costes y problemas de información asociados a cambiar de banco (portabilidad entre entidades), la escasez de alternativas para contratar productos de ahorro distintos a los depósitos o la necesidad de profundizar en iniciativas de educación financiera son algunos de los elementos relevantes" que condicionaron la baja remuneración durante la era de tipos más altos en Europa.
En ese tiempo, mientras los tipos de referencia en la Eurozona se situaron en el nivel del 4,5%, la remuneración de estas entidades españolas no alcanzó ni el 3%. En concreto, de media, la remuneración de los depósitos de hogares en la zona euro era en junio de 2024 más del doble que la de los españoles, según la CNMC. Esto no se debió, a su juicio a la concentración bancaria. "Los indicadores de concentración no permiten por sí solos valorar la intensidad de la competencia en el mercado de depósitos", concluye Competencia en una nota publicada este miércoles. En su lugar, "los costes asociados a cambiar de banco, la comparabilidad de la información ofrecida a los clientes, la escasez de productos alternativos o la necesidad de profundizar en iniciativas de educación financiera podrían afectar a las diferencias observadas entre países y entre entidades con presencia en el territorio español", añade.
La CNMC reconoce que la concentración "puede afectar negativamente" a la remuneración de los depósitos, pero este factor "tiene un poder explicativo bajo en la determinación de los tipos de interés". Según su estudio, existen muchos otros factores que podrían afectar de forma más intensa a las diferencias observadas entre países y entre entidades con presencia en el territorio español.
Entre ellos, destaca los costes asociados a cambiar de banco, que "pueden reducir la movilidad de los clientes en ciertos segmentos". A este fenómeno pueden contribuir las políticas de fidelización -como bonificar el interés de la hipoteca por domiciliar la nómina, contratar productos adicionales o mantener un nivel de saldo en cuenta—, los problemas asociados al proceso de búsqueda de alternativas —por falta de estandarización y comparabilidad de la información comercial de los productos de depósitos— y algunas dificultades prácticas en la portabilidad de cuentas entre bancos.
Señala también que "los productos financieros parcialmente sustitutivos de los depósitos a plazo, como los fondos de inversión o las Letras del Tesoro, "ejercen todavía poca presión competitiva". "Las mismas entidades de crédito que comercializan los depósitos son las que ofrecen otros productos de ahorro como los fondos de inversión. Otros productos ofrecidos por terceros actores, como las Letras del Tesoro o productos de los mercados de capitales, tienen aún un peso limitado, a pesar de su rápido crecimiento", apunta la nota difundida por la CNMC.
El tercer factor relevante, en su opinión, es el bajo nivel de la educación financiera en España en comparación con otros países de la Eurozona. "Ello puede limitar la capacidad de comparar ofertas y de contratar productos sustitutivos de los depósitos que son más complejos", concreta, antes de apuntar también a la elevada liquidez de las entidades bancarias, sin detallar en qué medida influye este punto.
Durante los dos últimos años y medio, sólo las entidades medianas y digitales con presencia en España han alentado cierta batalla para captar el ahorro de los particulares con ofertas algo más agresivas y muy por encima de los grandes bancos, que apenas han movido ficha amparándose, precisamente, en esa liquidez de sus balances. La baja remuneración del ahorro de esta parte del sector financiero ha llamado la atención de los clientes y también del Gobierno, que encargó a través de Calviño el informe que hoy publica la CNMC. Dos años después y con los tipos ya a la baja.
Tras su análisis, Competencia aconseja varias medidas para facilitar una oferta amplia de productos financieros a los hogares y empresas, mitigar problemas de información y facilitar la movilidad entre entidades. Entre ellas, "promover el acceso a una oferta amplia de depósitos y otros productos financieros sustitutivos"; "mitigar los problemas de información de los clientes mediante acciones formativas y mayor transparencia", y reducir los costes de movilidad entre entidades, mejorando entre otras cosas los mecanismos de portabilidad bancaria o reduciendo las trabas asociadas a contratar depósitos con entidades extranjeras.