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Nuevos aranceles de Trump: impacto global, países afectados y sectores en riesgo

EEUU impone una batería de aranceles sin precedentes, con un 10% de base para todo el planeta, sin distinguir entre aliados o rivales. Analizamos qué países y productos son los más afectados.

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Desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025, Donald Trump ha reavivado la guerra arancelaria, sumiendo el comercio global en un clima de incertidumbre. Con anuncios contradictorios y cambios constantes en la aplicación de tarifas, su administración ha generado un escenario de inestabilidad sin precedentes.

El último golpe llegó este miércoles, bautizado como el 'Día de la liberación', cuando Trump anunció desde el Despacho Oval un arancel a todas las importaciones a EEUU del 10% como base para todo el planeta. Algunos de los países que sólo pagarán esta tasa base son: Reino Unido, Brasil, Argentina, Colombia, Emiratos Árabes Unidos y Singapur. Por otro lado, el presidente llevó a cabo una serie de tarifas arancelarias que personalizó según el país y según sus cálculos, con los aranceles que dicho país impone a EEUU. Los principales países afectados son: la Unión Europea con un 20%, China: 54% (ya que ya enfrentaba un recargo del 20%, al que la Casa Blanca ha anunciado un aumento adicional del 34%.), Vietnam (46%), Tailandia (36%), Taiwán (32%) y Japón (24%).

Por su parte, México y Canadá no se verán impactados por los recientes aranceles anunciados. En consecuencia, los productos que cumplen con el T-MEC seguirán exentos de aranceles (0%), mientras que aquellos que no cumplan estarán sujetos a un 25%. Por otro lado, los productos de energía y potasa tendrán un arancel del 10%.

Todos estos nuevos aranceles se insertan en una ofensiva comercial más amplia que no sólo afecta a países específicos, sino que eleva las tensiones a nivel multirregional. Además de la tarifa del 25 % sobre el acero y el aluminio, vigente desde mediados de marzo, se ha anunciado un arancel indirecto del 25 % a todas las mercancías importadas a Estados Unidos desde cualquier país que adquiera petróleo venezolano. Esta medida, junto con el arancel el 25% para todos los coches y piezas fabricados fuera de EEUU, amplifica el impacto e incertidumbre en los mercados internacionales.

La administración Trump justifica estas medidas como parte de su estrategia para reducir el déficit comercial de Estados Unidos. Durante décadas, el país ha importado más de lo que exporta, generando un saldo negativo en su balanza comercial. Con estas barreras arancelarias, la Casa Blanca busca incentivar la producción interna y desincentivar la compra de bienes extranjeros, aunque el impacto real de estas políticas sigue siendo incierto.

La economía estadounidense depende en gran medida de las importaciones para abastecer su mercado interno. Sus principales socios comerciales reflejan la interconexión global: México (15,3%), China (14,7%) y Canadá (13,8%) encabezan la lista, seguidos de Alemania, Japón y Corea del Sur. Estos países suministran bienes esenciales, desde manufacturas hasta materias primas estratégicas.

Entre los productos más importados por EEUU destacan los automóviles (6,94%), reflejando la fuerte demanda de vehículos extranjeros, principalmente de fabricantes japoneses y europeos, a la que Trump quiere poner fin con el nuevo arancel. El petróleo crudo (5,68%) y refinado (2,29%) subrayan su dependencia energética. Además, sectores como la tecnología y la salud juegan un papel crucial en las compras externas, con equipos de transmisión (3,89%), ordenadores (3,10%) y medicamentos envasados (2,76%) entre los artículos más adquiridos.

REPRESALIAS DE LOS PAÍSES AFECTADOS

Ante esta escalada, los países afectados han respondido con medidas de represalia dirigidas a sectores clave de la economía estadounidense. China que ya había impuesto aranceles del 15% sobre sobre varios productos estadounidenses como pollo, trigo, maíz y productos de algodón, ahora estudia cómo responder. Por su parte, Canadá respondió a los aranceles impuestos en marzo con gravámenes del 25% a cerca de 60.000 millones de dólares canadienses de importaciones estadounidenses.

La Unión Europea contestó a la ofensiva arancelaria sobre el acero y aluminio de EEUU con un paquete de represalias valorado en 26.000 millones de euros, que se implementaría en dos fases. La primera, de 8.000 millones, entró en vigor el 2 de abril y afectaría a productos emblemáticos estadounidenses como el bourbon, los vaqueros Levi's y las motos Harley-Davidson. La segunda fase, que sumaría 18.000 millones adicionales, estaba prevista para mediados de mes, tras consultas con los Estados miembros y las partes interesadas.

Ante estas medidas, Donald Trump reaccionó con una amenaza directa: imponer aranceles de hasta el 200 % a "todos los vinos, champanes y productos alcohólicos procedentes de Francia y otros países de la Unión Europea" si Bruselas no eliminaba de inmediato el arancel del 50 % sobre el whisky estadounidense.

Sin embargo, el 20 de marzo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció el aplazamiento de las represalias previstas para el 2 de abril, postergándolas hasta mediados de abril con el objetivo de abrir una nueva vía de negociación con la Casa Blanca. Tras el anuncio de la subida del 20% de los aranceles a la UE que anunció el presidente del gobierno norteamericano, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen calificó este movimiento como "un golpe importante para la economía mundial" y aseguró, este jueves desde Uzbekistán, que "las consecuencias serán nefastas para millones de personas en el el mundo, en particular a los ciudadanos más vulnerables". Sin embargo, Von der Leyen no anunció nuevas medidas de represalia y subrayó que la UE estaba dispuesta a negociar con Estados Unidos.

POSIBLES REPERCUSIONES EN LA INDUSTRIA ESPAÑOLA

Mientras, que Von der Leyen califica de "nefastas" las consecuencias de las nuevas medidas arancelarias, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anuncia un paquete de 14.100 millones para los sectores más afectados como son la agricultura, automóvil, vino, acero o construcción, entre otros.

De manera concreta, el sector que podría verse más afectado es el de las maquinarias y los aparatos mecánicos que supusieron el 13,8% de las exportaciones nacionales a Estados Unidos en 2024 según los datos provisionales del Ministerio de Economía. Dentro de este sector, los elementos fabricados que más se exportan son los turborreactores y los árboles de transmisión (elemento que transmite la potencia del motor a las ruedas), piezas clave en el sector de la automoción.

El siguiente campo que podría verse más damnificado sería la fabricación de aparatos y material eléctrico que supone el 8,2% del total de las exportaciones al país norteamericano, entre los que destaca los transformadores y los cuadros eléctricos, seguido de cerca por las importaciones de grasas y aceites (6,8%) como el aceite de oliva o las grasas animales.

Otros de los grupos económicos que también podrían sufrir un fuerte impacto es el de los combustibles fósiles que representa el 6,7% y los productos farmacéuticos (6%) de todas las importaciones de España a Estados Unidos.

A nivel internacional, las respuestas a esta ofensiva arancelaria, tanto de países clave como la Unión Europea y China, como de economías más pequeñas, parecen anticipar un ciclo de represalias y negociaciones que no solo comprometen el comercio internacional, sino también la estabilidad económica global. En este contexto, las estrategias del gobierno de Estados Unidos siguen siendo una incógnita, dejando al mundo en espera de las consecuencias que podrían derivarse de esta nueva escalada.

Fuentes de las infografías: Oficina del censo de los EEUU (census.gov), International Trade Administration, The Observatory of Economic Complexity, Eurostat y agencias.

Dirección de arte: María González Manteca y Josetxu L. Piñeiro.