CIENCIA
Astronomía
Cita con el cielo

Venus, Saturno, la Luna y dos lluvias de estrellas

Saturno, la Luna y Venus, 7-8 de diciembre
Saturno, la Luna y Venus, 7-8 de diciembreStellarium/RB
Actualizado

Este fin de semana, la Luna visita a Saturno. Podemos ver la conjunción tras la puesta de sol, mientras Venus brilla deslumbrante a menor elevación. En diciembre también disfrutaremos de dos lluvias de estrellas: las Gemínidas y las Úrsidas.

Conjunción de la Luna con Saturno

Este fin de semana tenemos la oportunidad de observar una bonita conjunción de la Luna ya en cuarto creciente (el novilunio fue el domingo día 1) con el gigante de los anillos. La escena tiene lugar en la constelación de Acuario sobre el horizonte sur. El Sol se pone este fin de semana a las 17:48 (hora peninsular y de Baleares) y para ver bien esta conjunción conviene mirar hacia el sur poco después del ocaso (entre media hora y una hora después, por ejemplo hacia las 18:30), así podremos ver también al brillantísimo Venus que estos días nos alegra los atardeceres por el sudoeste.

Según vayan pasando los minutos, los tres astros irán deslizándose suavemente sobre la bóveda celeste, perdiendo altura sobre el horizonte. Desaparecerá Venus primeramente (a eso de las 21h) y, unas tres horas y media más tarde, sucederá el ocaso de Saturno.

Venus se encuentra ahora a 138 millones de kilómetros de la Tierra, es decir, un poco más cercano que el Sol (que se encuentra a 150 millones de kilómetros). Sin embargo, Saturno está ahora a 1455 millones de kilómetros de distancia a la Tierra, es decir, más de 10 veces más lejano que Venus. Esta enorme diferencia en sus distancias hace que, a pesar de su tamaño mucho mayor (el volumen de Saturno es casi mil veces mayor que el de Venus), Saturno tenga un brillo 110 veces menor que el de Venus.

Otros planetas

En diciembre también podemos observar Marte y Júpiter, que son visibles durante la mayor parte de la noche. El sábado 14, sucederá una conjunción de Júpiter con la Luna. El plenilunio tendrá lugar el día 15 y poco después, los días 17 y 18, será Marte quien esté muy próximo a la posición de Selene. Se producirá la ocultación del planeta rojo tras nuestro satélite el miércoles 18, pero el fenómeno no será fácilmente observable, pues tendrá lugar ya de día, unas dos horas después del amanecer. Finalmente, el pequeño Mercurio se dejará ver en los amaneceres de la segunda quincena del mes.

Dos lluvias de estrellas

En este mes tenemos la ocasión de disfrutar de dos lluvias de meteoros. Las Gemínidas alcanzan su máximo durante la noche del 13 al 14 de diciembre, con la Luna muy crecida ya que, como hemos señalado, el plenilunio tiene lugar el día 15. Convendrá observar esta lluvia de estrellas (que es muy copiosa) unos días antes o unos días después de su máximo, pues pueden verse meteoros desde el 4 al 17 del mes. Las Gemínidas reciben su nombre de la posición de su radiante, en la constelación de Géminis (y más concretamente,

cerca de la estrella Cástor). Una peculiaridad de esta lluvia de estrellas es que su progenitor es un asteroide, el llamado Faetón, muy probablemente un cometa ya extinto.

Las Gemínidas y las Úrsidas
Las Gemínidas y las ÚrsidasOAN/Stellarium/RB

Y tras las Gemínidas, recibiremos a las Úrsidas, que son visibles desde el día 17 al 26, presentando su máxima actividad en la noche del 21 al 22 de diciembre. Esta lluvia de estrellas es mucho más discreta que las Gemínidas, pues suele presentar diez veces menos de meteoros. Como la Luna estará ese día en fase menguante, convendrá observar los meteoros en la primera parte de la noche, antes de que nuestro satélite se levante por el este. Como su nombre indica, las Úrsidas tienen su radiante en la Osa Menor; su progenitor es el cometa periódico 8P/Tuttle que nos visita cada 13,6 años.

Recordemos que para observar las estrellas fugaces no se necesita ningún instrumento, ni binoculares, ni telescopio. Eso sí, es importante buscar un lugar libre de contaminación lumínica y tener paciencia.

Las largas noches del invierno, cuando la atmósfera está libre de nubes, son las favoritas de todos los astrónomos pues proporcionan los cielos más transparentes y estables. Si no vemos muchas estrellas fugaces, aprovechemos para seguir la incansable danza de los planetas en el cielo y disfrutemos de las brillantes constelaciones que se despliegan en el firmamento en esta época del año.

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Rafael Bachiller es director del Observatorio Astronómico Nacional (Instituto Geográfico Nacional) y académico de la Real Academia de Doctores de España.