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Marta García, la ingeniera que cambió el espacio por los drones: "Nos espera un futuro como el de Blade Runner"

El futuro que nos espera, en breve, vuela sobre nuestras cabezas, y sin conductor. Lo descubrimos con una de las mayores expertas en drones, Marta García, responsable de uno de los principales proyectos de nuestro país, en el Parque Tecnológico de Fuerteventura.

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Marta García Gutiérrez en el Parque Tecnológico de Fuerteventura.
Marta García Gutiérrez en el Parque Tecnológico de Fuerteventura.Telespazio Ibérica

Hace tiempo que los drones han dejado de ser el juguetito que volamos en un parque o la cámara que sobrevuela nuestras cabezas para darnos la mejor imagen de un partido de fútbol, un concierto o una manifestación. Ahora, estos aparatos pueden tener casi la misma envergadura que un avión y la capacidad de llegar a la estratosfera y compartir espacio durante meses con un satélite. Estas aeronaves están abriendo una puerta que cambiará por completo cómo se mueve el mundo, porque si algo están revolucionando es precisamente la manera en que todo va a trasladarse, incluidos nosotros mismos, en apenas una década. Una revolución tecnológica que está poniendo del revés las formas de transporte que conocemos y mucho más. "No hablamos sólo de volar, sino de los datos que son capaces de recoger y de lo que puede hacerse con ellos", explica Marta García Gutiérrez, una de las mayores expertas en el tema.

Ingeniera aeroespacial y Máster en Sistemas de Transporte Aéreo de la Universidad Politécnica de Madrid, Marta García Gutiérrez es la responsable de drones en Telespazio Ibérica, la compañía líder en geoinformación de nuestro país, que desarrolla aplicaciones espaciales para mejorar el día a día aquí en la Tierra. Por ejemplo, elaboran los mapas urgentes que usan los sistemas de emergencias para apagar incendios forestales, o los que se han utilizado en la Dana de Valencia, en el terremoto de Marruecos o en las inundaciones de Libia.

En estos momentos, y con Marta García llevando las riendas, están desarrollando uno de los proyectos más importante a nivel nacional en el que intervienen aeronaves no tripuladas, un programa impulsado por el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Fuerteventura que se centra en la logística hospitalaria, la biodiversidad y la prevención y extinción de incendios forestales. "Mi trabajo es definir unas rutas viables para esos drones, que se integren bien y con el máximo nivel de seguridad con la aviación tripulada. Es complejo; por ejemplo, en caso de incendio están por medio los helicópteros, las brigadas..., muchas entidades que hay que coordinar".

Ese precisamente es el objetivo, que en el espacio aéreo puedan convivir ambos tipos de naves sin que el cielo se caiga sobre nuestras cabezas, como temían los galos. A Marta García eso no le preocupa: por muchas cosas que nos sobrevuelen, "lo estamos haciendo bien". Los drones están aquí, asegura, y en apenas unos años estarán presentes de forma masiva. En breve, por ejemplo, serán los encargados de dejarnos el paquete en el jardín de nuestro chalet o en la azotea de nuestro bloque de apartamentos. ¿Y qué más? Todo lo que nos anticipa.

Marta García Gutiérrez en el Parque Tecnológico de Fuerteventura.
Marta García Gutiérrez en el Parque Tecnológico de Fuerteventura.Telespazio Ibérica

¿En unos pocos años convivirán en el espacio aéreo y en armonía los aviones convencionales y los drones o es mucho imaginar?
Sí, lo harán; ese es el objetivo. Es verdad que es un plan ambicioso, porque hoy en día existen dos partes muy enfrentadas. Por un lado, hay muchísimos proyectos de drones en marcha, relacionados con otros muchísimos ámbitos de la sociedad y que buscan mejorar nuestra calidad de vida. Por otro, está el hándicap de la regulación.
Dices que los drones van a facilitarnos la vida. ¿Cómo va a notarse eso en el día a día?
La forma más evidente hoy es cómo nos ayudan a la hora de prevenir y actuar en catástrofes. Por ejemplo, en la gestión de incendios, que es el punto fuerte de nuestro proyecto; ayudan a las brigadas a controlar el fuego por la noche, cuando las naves tripuladas convencionales no pueden actuar. También son muy útiles en logística hospitalaria, para mover paquetes de forma mucho más rápida y eficiente, y para llevar a cabo estudios de biodiversidad.
Esas son las ventajas, ¿de qué hándicaps hablamos?
El principal, conseguir la regulación necesaria para que todo eso sea posible; la que tenemos ahora mismo no ayuda. Y también que falta muchísima infraestructura para que los drones puedan incorporarse eficientemente a nuestro entorno. Necesitamos vertipuertos y unas rutas aéreas bien definidas que cumplan unos mínimos de seguridad y de privacidad respecto a la población.
¿De cuánto tiempo estamos hablando?, ¿cuánto tardaremos en superar esos obstáculos?
Tanto por la parte europea, a través de la Agencia de la Unión Europea para la Seguridad Aérea (EASA), como por española, con la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) se está trabajando muy duro; puede que hablemos de una década o menos.
Gestionar todo ese tráfico aéreo debe de ser otro desafío. ¿Necesitarán los controladores aéreos una formación distinta?
No lo sé. Lo que sí está claro es que la profesión va a cambiar. La idea es independizar al máximo el tráfico aéreo no tripulado del tripulado. Es complejo, porque los drones más pequeños vuelan hasta 120 metros de altura, pero los grandes suben hasta la troposfera y la estratosfera, y claro, pasan por el espacio aéreo donde se mueve la aviación convencional. Los controladores necesitarán entender que hay unos "intrusos", por llamarlo de alguna manera, unos nuevos usuarios del espacio aéreo: tendrán que saber dónde están y cómo coordinarlos con el resto de aviones para evitar conflictos y mantener la separación adecuada.
Drones en la estratosfera y la troposfera, ¿ese es el camino del futuro?
Es un tráfico creciente. Esos aparatos pueden solucionar bastantes problemas y ayudarnos en muchas tareas de innovación y vigilancia, incluso en algunas del día a día.
¿Cuál es el poder de esos drones que vuelan hasta la estratosfera con respecto a los otros, los que imaginamos a priori?
Los que vuelan hasta la estratosfera, los haps, captan una imagen mucho mayor, imagina las ventajas en cartografía 3D. Además, tienen más autonomía: pueden estar volando semanas, incluso meses, porque se alimentan de energía solar. Nosotros los utilizamos en la gestión de incendios, para analizar hacia dónde va a avanzar el incendio, el frente de la llama, su velocidad... Son tantas ventajas que cada vez veremos más aparatos de este tipo.
¿Esos drones pueden ser casi satélites?, ¿podrían sustituirlos?
De momento no, porque cumplen funciones distintas: están juntos y son compatibles. Un hap tiene la facilidad de que puedes guiarlo, y aterrizarlo, dónde y cuándo quieras, por eso lo usas para una necesidad más concreta, de forma puntual. Al menos hoy día. En un futuro, se investigará qué otras posibilidades podrían tener y estoy segura de que servirán para misiones más generales.
¿Falta mucho para que sea un dron el que me deje los paquetes en la puerta de casa?
No tanto..., hablamos de una década. Es un avance impresionante que pidamos algo y lo tengamos en dos horas. Especialmente si estamos hablando de urgencias o logística hospitalaria, como el traslado de medicamentos... Sobre todo en entornos rurales a los que es más difícil llegar y donde muchas empresas no entregan porque no lo ven viable. Aquí los drones van a abrir una puerta muy grande. También van a hacerlo en el sector agrícola: para inspeccionar los campos, monitorizarlos y minimizar riesgos.
¿Todo eso no implica muchos menos puestos de trabajo?
No, con los drones buscamos mejorar la calidad de vida de la gente, no sustituir a nadie. No pretendemos quitar empleos, sino facilitar las cosas.
Pues si hay un dron en lugar de un repartidor, yo no veo cómo.
Es cierto que la tecnología siempre ha terminado con algunos empleos, pero en su lugar ha creado otros nuevos. No será necesario un repartidor, pero sí alguien que maneje ese dron de reparto, y un supervisor que vigile la trayectoria, por ejemplo.
¿Los conductores de vehículos de transporte público también tienen que echarse a temblar?
Los aerotaxis van a ser una realidad. Al principio harán rutas cortas, pero luego extenderán su trayectoria. Faltan un camino grande e infraestructuras, por ejemplo vertipuertos desde donde puedan despegar, pero hay empresas trabajando en ello y ya se están haciendo pruebas. Es una manera de mejorar la vida porque descongestionará el tráfico de las ciudades, que a ciertas horas es una locura. Ya se puede hacer, pero el problema aquí es vencer el miedo, confiar en esa tecnología y ser capaz de subirse en el aparato. Eso es lo que más va a costar; necesitaremos mucho tiempo para aceptarlo con tranquilidad.
Me estoy imaginando un panorama a lo 'Blade Runner', con un montón de artilugios sobrevolando nuestras cabezas...
La verdad es que sí. Mucha gente se ríe cuando decimos estas cosas porque, claro, es difícil de creer: '¿Cómo vamos a llegar a este punto?'. Pero, de verdad, hay ya una infinidad de proyectos que están trabajando en ello. Tardará más o menos en llegar, irá poquito a poco, pero es una realidad y tenemos que concienciarnos de ello lo antes posible.
A mí me asusta pensar que todo eso va a ir por ahí arriba, y sin conductor...
Sí, la verdad es que da bastante miedo, eso no lo niego. Cuando subimos a un avión confiamos en un piloto y en una tripulación, nos da seguridad. Pero es cierto que cada vez son máquinas más autónomas. Es una transición.
Para animarme, ¿tú te subirías a un aerotaxi sin conductor?
Hombre, si me dijeran de hacerlo mañana también me daría miedo, no voy a negarlo. Pero para eso están todos los proyectos puestos en marcha ahora mismo, la infinidad de pruebas y test que se hacen para garantizar los estándares de seguridad. Puede dar más respeto, pero hay que confiar en la innovación y la tecnología.
¿Dónde veremos los primeros aerotaxis?
En Estados Unidos y China es un tema que está muy avanzado. Al final, la obtención de permisos y autorizaciones es más sencilla. En todo este mundo que se abre con los drones y el tráfico no tripulado son los pioneros.
Marta García Gutiérrez en el Parque Tecnológico de Fuerteventura.
Marta García Gutiérrez en el Parque Tecnológico de Fuerteventura.Telespazio Ibérica

En cualquier caso, "no hablamos sólo de volar, también es importante pensar en todos los datos que los drones proporcionan, hasta dónde podemos llegar y qué queremos hacer con ellos. Se trata de proteger la privacidad sin perder posiciones en esta carrera", concluye. Y sin dejar que por ello Europa quede rezagada.