Hace siete meses, cuando estaba a punto de estrenarse en las tardes de Telecinco El diario de Jorge, Jorge Javier Vázquez ya avisó de que él estaba ya en otro punto de su vida profesionalmente. Le hacía especial ilusión volver a los programas de anónimos, dejar de lado el corazón y centrarse en un programa "de presentador", como calificó él su trabajo en El diario. Llegó después Gran Hermano, pero también de anónimos, y esta noche vuelve a ponerse al frente de Supervivientes 2025 como el presentador de la gala de los jueves. Es lo que quiere hacer ahora "sin maniqueísmos", "sin blancos ni ngreso", sin juzgar. Porque Jorge Javier Vázquez se ha pasado la pantalla del videojuego de su vida, aquélla a la que estuvo enganchado durante casi 20 años. A punto de cumplir los 55 años, Jorge Javier Vázquez ya no es el adicto al trabajo que era, ni a la adrenalina que le dio en su momento Aquí hay tomate y después Sálvame. El presentador está a otra cosa. Lo asume, lo reconoce, lo disfruta, pero también asegura que le "descoloca".
Para el presentador Supervivientes es la gran aventura de la televisión. Lo disfruta como un niño pequeño y es por eso por lo que se niega en rotundo a viajar a Honduras, y eso que su compañera Laura Madrueño se lo ha pedido infinidad de veces. "No quiero ir porque no quiero ver cómo se hace. Quiero tener los ojos del espectador, no quiero romper la magia y ver la trastienda. Además, voy a decir algo que repetía muchas veces Angelo Roca -ex director de contenidos de Magnolia-: "si el presentador va, el concurso se hunde"". Jorge Javier Vázquez es mucho de supersticiones.
Tampoco lo necesita. Para él, Supervivientes es el reality que más le aporta, pero, también es el reality con el que volvió a la televisión tras el parón por el fin de Sálvame. Durante muchos meses entre la cancelación del programa y su regreso con Supervivientes, Jorge Javier Vázquez vivió una catarsis. Se dio cuenta de lo que es realmente importante y dejó de poner por delante de todo al trabajo. Dice ahora estar mucho más tranquilo, con trabajo, pero sin aquellas jornadas en las que prácticamente trabajaba desde que salía el sol hasta horas después de que se pusiera. Ahora, seguirá con El diario de Jorge y el nuevo horario (18.30 horas) y los jueves también tendrá la gala, pero para él eso es lo más cómodo, y uno, a su edad, "lo que busca es la comodidad".
Le entusiasma la idea de tener a Terelu Campos entre los participantes -sigue sin saberse cuál es su papel en Supervivientes-, pero también le fascina el resto del casting, pues "son todos agua y aceite". Porque para Jorge Javier Vázquez "como no haya conflicto, mal". "Todo es conflicto. Si no lo hay es otra cosa", insiste. Y en Supervivientes, inevitablemente, de eso hay mucho.
- ¿Crees que no hay nada como ver a una Campos sufrir?
- Realmente ver a una Campos feliz es aburridísimo (Risas). Una Campos cabreada es mucho mejor. Hay muchas veces que se lo digo a Carmen (Borrego): verte sonreír me produce sopor, pero verte cabreada... Terelu cuando se cabrea coge aire y entonces suelta toda la perorata. Es más de método. Carmen es más de la escuela de la calle.
Aunque es inevitable que Jorge Javier Vázquez no utilice la ironía para hablar de la participación de Terelu Campos en Supervivientes, el presentador sabe del valor que supone entrar en el reality. Él, por ejemplo, aunque no fuera el presentador, tampoco iría, y si tuviera que aceptar, "pediría comida y cama". Eso sí, lo de ir a un reality no lo descarta, "me encantaría meterme para desconectar del mundo".
"Estoy en un momento que me encuentro un poco descolocado. Me preocupa empezar a crearme otra vida"
Y eso que ahora tiene bastante menos estrés que el de hace unos años. Antes, le preocupaba, ahora lo que "me preocupa es tener nuevos hobbies y conocer gente nueva". "Estoy en una etapa de mi vida en la que empiezo a conocer a gente que se divierte de otra manera, porque lo que te divertía antes ya lo tienes muy gastado porque lo has hecho muchas veces. Estoy en un momento que me encuentro un poco descolocado. Me preocupa empezar a crearme otra vida".
- ¿Es una desventaja ser Jorge Javier Vázquez?
- Estoy muy inquieto y decidiendo hacia dónde tirar. Ya no me apetece salir tanto, pero no sé dónde conocer a gente nueva. Antes tenía muchas aplicaciones, pero no me han dado resultados fructíferos (risas). Creo que lo que hay hacer es volver a salir a la calle y conocer a gente. Y no sólo le pasa a gente de mi edad sino también a los jóvenes. La forma de relacionarse ha cambiado mucho.
- ¿Te esperabas la renovación de El diario de Jorge?
- Desde que empezamos hemos vivido con la nube negra de la cancelación sobre nuestras cabezas. Y una cosa es lo que se va publicando y otra es la información que nosotros manejamos. Al final es estar siempre pendiente de si sí o si no, pero, oye, ahí estamos resistiendo, y con la tontería llevamos siete meses. Y creo que el nuevo horario nos va a venir muy bien.
De hecho, Jorge Javier Vázquez es consciente de la competencia y de lo que podría estar a punto de llegar: competir en la misma franja contra sus ex compañeros de Sálvame. "Yo ya aspiro únicamente a que el programa continúe", sentencia cuando se le pregunta sobre ello. Y es que para Jorge Javier Vázquez, parafraseando a Paula Vázquez, "el trabajo no es lo esencial". "Cuando tu vida se convierte en trabajo, trabajo y más trabajo, y llegas a cierta edad te apetece mirar hacia otro lado y enfocar el trabajo de otra manera. Por eso, ahora mismo, a lo único que aspiro es a que los programa se renueven", asegura.
Reconoce sin tapujos el tiempo que fue un adicto al trabajo y recuerda que vivió una "época muy estimulante". Primero, cinco años en Aquí hay tomate y después 14 con Sálvame. "Era un ritmo frenético y cuando estás en un ritmo frenético tu vida personal se resiente muchísimo. No encuentras nada que te estimule tanto como tu trabajo. Ahora, no podría", confiesa. "Ahora sé que tengo que enfocarme más en esa otra vida" que durante 20 años dejó de lado.
"Ya no sería bueno haciendo corazón porque el corazón tiene gracia si lo haces con escándalo, y yo ya no quiero eso en mi vida"
Por eso cuando le preguntas si volvería a trabajar con Óscar Cornejo y Adrián Madrid, los productores de Sálvame y ahora con La Osa de Ni que fuéramos shhh, Jorge Javier Vázquez lo tiene claro: "Me gustaría trabajar con gente con la que no he trabajado, pero fundamentalmente por variar. Llega un momento de tu vida que quieres conocer gente nueva y trabajar con otras productoras. Óscar y Adrián son importantísimos en mi vida profesional, pero también me gusta mucho trabajar con Zeppelin, con Cuarzo o con Boomerang", afirma.
- ¿Cómo ha sido dejar el corazón?
- Lo he pensado mucho. Fue una época de mi vida que viví al máximo, la exprimí, la disfrute y la padecí. Ahora todos tenemos un recuerdo romantizado de Sálvame, pero me gustaría recordaros lo que se escribía sobre Sálvame. Y lo entiendo, pero cuando me hablan de Sálvame es como si hubiéramos vivido unos momentos de La casa de la pradera y no lo erano. Sinceramente, no me gustaría volver a vivir una etapa así porque mentalmente estoy en otra cosa. Además, ya no sería bueno haciendo corazón porque el corazón tiene gracia si lo haces con escándalo, y yo ya no quiero eso en mi vida. Sálvame funcionaba cuando tenía un conflicto, cuando había un misterio. El corazón tiene que tener eso, porque sin eso un programa no aguanta. Ahora, soy más laxo con los comportamientos porque lo que ha hecho una determinada persona lo he hecho yo antes multiplicado por 15, y como lo he hecho ahora soy incapaz de criticarlo.
- ¿Buscabas lo que decían de ti en Internet? ¿Lo sigues buscando ahora?
- Aunque no lo buscaras siempre te llegaba. Estuvimos durante muchos años en boca de todos y yo lo vivía como si estuvieran hablando de otra persona, tal vez, por instinto de protección. Escribía cosas que no se ajustaban a la realidad y lo siguen haciendo, pero ya no me molesta porque eso también lo habremos hecho o lo habré hecho yo en algún momento con algún personaje. Hablar sin conocerlo. He patinado muchas veces. Patinaba si no todos los días cada dos días, y cada vez me pesaba más.
- ¿Has pedido perdón por esos momentos?
- ¡Hombre, claro! A la gente a la que se lo tuve que pedir por la época de Sálvame, se lo he pedido. No tengo ninguna asignatura pendiente.
- ¿A quién?
- La pregunta no es a quién sino a quién no se lo pedí.
Tanto ha cambiado Jorge Javier Vázquez que asegura que ahora a las diez de la noche está en la cama, que no hay nada en la tele que le haga vibrar ni levantarse de su asiento, pero que el otro, estando con su madre, se enganchó a Cifras y Letras. Y cuando le preguntas si iría a La Revuelta con David Broncano o a El Hormiguero con Pablo Motos, vuelve a tirar de esa sinceridad de la que le es imposible escapar, aunque duela. "No me han invitado ninguno de los dos, los hijos de puta", confiesa entre risas. Su sobrina Esther, fan de David Broncano, le dijo muchas veces cuando todavía el cómico estaba en Movistar Plus+ que tenía que ir a La Resistencia. ¿Sabes lo que le contestó? "Mira Esther, dos cosas: la primera, no pagan y yo no voy a ninguna tele si no es cobrando. Y, segundo, yo voy a la tele si tengo que promocionar algo y Broncano ni te pregunta por lo que vas a promocionar". Hasta en esto ha cambiado: "Ahora, te digo una cosa, si tuviera que promocionar una novela, iría a los dos".
- ¿Contestarías a las preguntas clásicas de David Broncano?
- A la del dinero, tengo el necesario para dejar de trabajar, pero menos de lo que la gente se piensa. Podría dejar de trabajar el resto de mi vida, pero sin derrochar. Y a la del sexo... francamente mal. No me acuerdo del último hombre con el que dormí una noche entera, para que veas. ¡Qué tristeza!