- ¿Llamarse Álvaro de Luna como el mítico actor 'El Algarrobo' imprime carácter?
- Siempre me lo decían en broma de pequeño, pero no tenemos ningún tipo de vínculo familiar.
- Cuando falleció el actor, el presidente Pedro Sánchez envío la carta de pésame a vuestra casa, ¿no?
- Sí, la carta de condolencias llegó a mi casa y mi madre flipó con aquello. Me llamó para preguntarme: "Oye, ¿está todo bien?".
- Antes de triunfar en la música pasaste por todo tipo de trabajos: hasta por una peluquería canina.
- ¡Ostras! Eso fue terrible porque era una cafetería y, a la vez, una peluquería canina en Londres. Entonces era muy raro. Tenía que estar lavando platos, poniendo cafés y atendiendo las mesas, pero si venía alguien con su mascota tenía que ocuparme también. Era bastante caótico.
- ¡Vaya mezcla!
- A mí me parecía antihigiénico. ¡Joder! No puedo estar maqueando perros y lavando platos a la vez.
- En tus temas has cantado a todas las fases del amor: la euforia inicial, la ruptura, el duelo posterior. ¿En qué etapa estás actualmente?
- Pues ahora mismo estoy en una fase REM muy tranquila y muy chill.
- ¿Cómo se canta al amor en estos tiempos de Tinder?
- ¿Sabes qué pasa? He tenido estas aplicaciones, pero no las he usado. Siempre me ha dado un poco de respeto porque no sabes con quién te vas a encontrar realmente cuando pases el momento de la conversación.
- ¿No se está perdiendo el romanticismo con estas plataformas?
- No lo sé. Lo que se ha perdido más bien es el compromiso y ser leal y fiel. Se ha perdido o, simplemente, se ha transformado. Antes los amores duraban toda la vida y ahora igual hay que trabajarlo más. Estamos pasando por una etapa de estar un tiempo con una persona, luego con otra y luego, con otra. No hay tanta mentalidad de construir una vida a largo plazo.
- Ahora todo el mundo fluye y nadie se quiere comprometer, ¿no?
- Sí, bueno, depende de cada persona. Ahora mismo estamos en un momento vital en el que nada está escrito y cada uno puede hacer una interpretación del amor muy libre. Hay muchos tipos de familia, de pareja y de relaciones...
- ¿Se queda uno a gusto cuando lanza un tema con dardos a su ex? ¿Es catártico?
- Mmm. No creo. No sé. No sabría responderte esta pregunta.
- ¿Te has equivocado mucho en el amor?
- Bueno, no son errores, sino lecciones. Al final, de todo aprendes. Me he equivocado como persona muchas veces en general, pero en el amor uno va fluyendo. Unas veces se acierta más y otras, menos.
- ¿Cómo te llevas con la prensa rosa?
- Mejor que antes. Cuando todo el rato hablan de lo mismo, deja de interesarme responder a ese tipo de preguntas. De lo que quiero que se hable es de mi obra y mi trabajo. Al final, creo que mi vida privada no es de interés para nadie.
- ¿Alguna vez te has quedado en blanco en el escenario?
- ¡Buah! Mogollón de veces. Me distraigo mucho. Cuando me operé de la vista, algo que temía era pensar que iba a ver mejor y que me iba a distraer mucho más con la gente. Entonces, intento poner un foco para no dispersarme, porque si veo carteles sin querer me sale leerlos. Por suerte me ha pasado con temas en los que la gente me ha ayudado a cantar. Sacas el micro fuera y listo.
- ¿Qué es lo más surrealista que te ha pasado en el escenario?
- No sé, me han pasado muchas cosas. Se me ha caído el micro en medio de una canción. He tenido muchas ganas de ir al baño en medio del show y no podía ir. También me he roto un poco el diente con el micrófono al darme golpes.
- ¿Cómo va a ser el concierto en el Movistar Arena el próximo 10 de mayo?
- Muy emocionante porque van a pasar muchas cosas. Y, al final, no deja de ser el sueño de todos los que venimos de fuera de Madrid o incluso también de los que son de Madrid. Todos aspiramos a tocar en el Palacio de Deportes en algún momento y, por fin, va a ser una realidad.
- Tu cuerpo está lleno de tatuajes. ¿Cuál es el más loco que te has hecho?
- Éste de aquí, que es un smiling que nos lo hizo una amiga que no es tatuadora a tres colegas estando de pedo. ¿Que más tengo? En realidad, verdaderas joyas. Todos forman parte de momentos muy especiales y tienen sentido.
- ¿Y la cafetera que llevas?
- Siempre he sido una persona muy cafetera. Tuve una etapa de adolescente en la que no tenía muy claro que hacer con mi vida y pasaba muchas mañanas con mi madre. Se convirtió en nuestro ritual el levantarnos, hacer un par de cafés juntos y arrancar el día. Y, de alguna manera, significa eso: mi amor por el café y el vínculo que se generó a raíz de ese café con mi madre.
- ¿Cómo fue tu paso por 'La Voz'?
- Fue breve porque estuve tres programas, pero muy bonito. Después me ha reportado cosas muy buenas porque he seguido yendo puntualmente también a las galas y a cantar con los chicos. Fue una etapa muy linda porque en ese momento yo estaba en el grupo Sinsinati y dio mucha visibilidad a la banda. Impulsó todo para que arrancase.
- ¿Cómo es ese salto de estar con una banda a cantar en solitario? Tiene que dar vértigo.
- Muchísimo porque encima veníamos de la pandemia y ya solamente la situación de la pandemia generaba bastante vértigo a todo el mundo. Pero era la decisión que debía tomar en ese momento, porque veíamos el proyecto de forma diferente. Se dio de manera natural.
- Has confesado que tu pasión es la música, pero que no quieres que se convierta en una cárcel.
- Me refería a trabajar sin límites. Estamos en un momento vital en el que se nos demanda sacar constantemente música y creo que es un error. Cuando estás trabajando frenéticamente, te pierdes muchas cosas. Me he visto súper metido en esta demanda constante de trabajo cuando no puedes parar. Esa vorágine te consume y le pierdes el cariño. Es como todo: si comes pasta todos los días te deja de gustar.
- El ritmo de producción actual es una locura. Hay músicos que sacan un tema cada mes. Eso tiene que asfixiar al creador, ¿no?
- Sobre todo cuando estás trabajando en proyectos como álbumes. Si estás trabajando en singles por generar contenido, puedo entender que eso funcione, pero cuando quieres elaborar discos con un concepto y una historia que transmitan algo, eso no es compatible.
- De hecho, tú tuviste que parar.
- Me fui a Bali y me vino muy bien coger perspectiva de todo. Al final, te das cuenta de que puedes disfrutar de tu tiempo libre y enriquecerte de otras cosas que no son solamente trabajar. Y, después, seguir y la vida no se acaba.
- Llegaste a estar bloqueado y a perder la voz, que es el mayor miedo de cualquier cantante.
- Sobre todo cuando no es nada físico y está todo en tu cabeza por estrés. Fue lo que me pasó hace unos años. Estuve dos meses sin poder cantar, pero porque era como que se me había olvidado. No es que estuviera afónico, sino como que a nivel neuronal algo me impedía cantar. Y pasas mucho miedo.
- ¿Cómo volviste otra vez a recuperarla?
- Cuando dejé de pensar en que estaba fastidiado sin voz. De alguna forma me dediqué a trabajar. Seguía cantando en lo que podía en casa con mucha frustración. Porque te das cuenta que, de repente, no sabes cantar.
- Pero, ¿no te salía la voz?
- Es como que yo podía hablar, pero en el momento en el que intentaba entonar mi cerebro no era capaz de mandar la orden a mi cuerpo y ejecutarlo. Y eso es muy frustrante.
- Kirk Douglas decía que tú no cambias con la fama, pero sí que lo hacen todos los que están a tu alrededor. ¿Lo has notado?
- Sí, claro. Cambia todo. Te das cuenta de que hay gente que se te acerca por mero interés para que les vean contigo y ver qué pueden rascar. Pero si tienes buena gente alrededor identificas rápido a los que se te acercan por interés.
- Tú no tienes miedo a mostrarte vulnerable y relatar tus debilidades.
- Sí, se ha educado a los hombres para que no se puedan mostrar sensibles ni débiles pensando que eso te hace más masculino. Y yo creo que no. El mostrar tu sensibilidad e incluso tus puntos flacos de alguna forma te fortalece como persona. Ir de machirulo es algo que veo totalmente desfasado.
- ¿Que sería la nueva masculinidad para ti?
- Para mí ser masculino es mostrarte natural con tus debilidades y también con tus puntos fuertes, ¿no? Ser natural es lo que verdaderamente tiene valor a nivel personal, da igual del género del que estemos hablando. Para mí lo que vale es que las personas sean auténticas y de corazón.
- El otro día salió una encuesta del CIS que afirmaba que el 40% de los hombres se sienten actualmente discriminados.
- Bueno, supongo que ese comentario lo hará peña que antes actuaba con impunidad absoluta y ahora que no la tiene, pues le pica, supongo.
- Tienes una imagen idílica de niño bueno, pero hablas también de que a veces es necesario portarse mal.
- Me halaga que me digas que tengo imagen de niño bueno [ríe], porque en algunos casos he leído cosas totalmente contrarias. Hay que portarse mal en la vida de una manera coherente. Para mí portarse mal es de alguna forma disfrutar de las cosas que te hacen feliz sin pensar tanto en el qué dirán. Mientras no hagas daño a nadie debes vivir tu vida como te dé la gana.
- Esa canción de 'Portarse mal' la escribiste un día de rabia golpeando la guitarra como si fuera un saco de boxeo. ¿Contra quién iba esa furia?
- Ante todos estos estereotipo. En la vida todo el tiempo estamos buscando poner etiquetas, porque es la manera más sencilla de ubicar algo. Era una manera de decir que no hace falta etiquetar nada, que cada uno disfrute y haga lo que le dé la gana con su vida.
- Has declarado que a los artistas se os ve como si tuvieseis vidas idílicas y tenéis una vida normal como todo el mundo. ¿Has bajado a los infiernos?
- Bueno, mil veces. La gente se piensa que con los cantantes todo es idílico y románticamente bonito. Pero pasan muchas cosas en el background y para que te vaya bien a nivel profesional tienes que tener muchos tiros dados. Si quieres que tu vida sea únicamente la música debes hacer una carrera de fondo, que conlleva muchísimo esfuerzo y sacrificio.
- ¿Qué batacazos te has llevado?
- No sabría decirte así como tal. Te llevas batacazos en el sentido de que conoces a gente que se te acerca en ciertos momentos y te das cuenta que están ahí por su mero interés, para que te vean con él o para que se os vea juntos.
- ¿Cuál es la pregunta más impertinente que te han hecho y que contestaste?
- Buf, ¿preguntas impertinentes? Cualquiera de la prensa rosa. ¿Y qué contesté? Pues no sé he contestado de todo. Ya por lo menos contestó que no tengo nada que decir de mi vida privada ni de la de nadie.
Entrevista no vista
Álvaro de Luna: "Perdí la voz y estuve dos meses sin cantar. Pasé mucho miedo"
Tras su tumultuoso romance con la 'influencer' Laura Escanes, ex de Risto Mejide, el artista sevillano lanza un nuevo single íntimo, 'En tu costado', cantado a voz y a guitarra