- Su libro se titula Ni un capullo más. Suena a haber conocido a unos cuantos...
- De hecho, se lo dedico a un verdadero capullo en jefe. Con 22 años tuve una relación tóxica mientras estudiaba ingeniería industrial porque la orientadora de mi colegio decidió que era lo adecuado para mis capacidades. Tenía a un capullo que me hacía la vida imposible y una carrera que odiaba. Hay dos cosas importantes en la vida: a qué te vas a dedicar y con quién vas a tener hijos, y las dos las estaba haciendo fatal. Hasta que puse punto final, tiré todos mis apuntes y dejé al capullo. Mi misión se convirtió en ayudar a otras mujeres.
- Sus pacientes la llaman "La dama de hierro".
- Sí, dicen que ningún tío de los que me hablan me sirve, debe de ser mi mitad ingeniera [risas]. El mayor miedo de la mujer es la soledad, y el del hombre, perder su libertad. Por eso nosotras tenemos que tener un buen método para estar sólo con personas que nos valoren. ¡Al final, mis pacientes se acaban casando todas!
- Suena más a un problema de autoestima que de radar averiado.
- La autoestima es la base de todo. Hay muchas mujeres que piensan que no valen y que tienen que aguantar cuernos. Suena antiguo, pero les pasa a chicas súper jóvenes. Y si no, mira a Shakira con Piqué, o a Aitana con Sebastián Yatra, que ya advirtió que no es fiel más de un año. Pues claro que no va a cambiar, y ahí está ella, una niña guapa y millonaria, con una depresión. Habría que demandar a Disney por el trauma que he visto en mis pacientes.
"Las mujeres somos cada vez más infieles porque podemos permitírnoslo, y además no nos pillan"
- Advierte que siete de cada 10 mujeres tendrán una relación tóxica. ¡Menuda perspectiva!
- Es una pandemia fomentada por nuestro sistema cerebral. Cuando tenemos sexo, nosotras segregamos oxitocina, la hormona del amor, y ellos, dopamina, la de la relajación. Así que nosotras salimos enganchadas y ellos, tan tranquilos. Nuestro cerebro es machista a todos los niveles, así que el feminismo no es follar con todos sin ningún tipo de responsabilidad afectiva, nos ponemos nosotras mismas la trampa: no pones límites, no eliges un buen perfil y acabas jodida. Y así vas de un capullo a otro, ¿cuántos años de tu vida vas a pasar en relaciones de mierda?
- ¿Cree en los nuevos modelos de pareja no monógamos?
- Yo en terapia no he visto ninguna pareja abierta que haya funcionado. Estamos en una revolución hacia la no monogamia y el ser humano es polígamo por naturaleza, pero un cambio social lleva 50 años y estamos muy al inicio. Abrir la relación puede funcionar un tiempo, pero no dura para siempre. Muchas veces se hace para legitimar unos cuernos encubiertos y el otro acepta por miedo a quedarse solo. Estamos en máximos históricos de infidelidad: en España hay 8,5 millones de hombres y 7,5 millones de mujeres infieles, casi a la par. Ahora, las mujeres nos lo podemos permitir porque somos independientes económicamente. Y además, a nosotras no nos pillan.
- Hablemos de La isla de las tentaciones y sus parejas tóxicas. ¿No es perjudicial para la educación afectiva de los jóvenes?
- El 50% de la audiencia del programa es Generación Z, y muchos me escribe por redes que lo utilizan para darse cuenta de lo que no quieren. Para mí, es pedagógico si lo tomamos como un espejo de lo que no hay que hacer. La isla refleja la realidad: hay muchísimas relaciones tóxicas. Si tienes que ir a una isla para ver cuánto aguanta tu novio sin ponerte los cuernos... Una infidelidad nunca se perdona, sería como legitimar un abuso.
"El feminismo no es follar con todos sin ningún tipo de responsabilidad afectiva, eso es ponernos nosotras mismas la trampa"
- ¿Y Montoya? ¿Qué le parece?
- Hay gente que tiene adicción a ser famosa, se llama síndrome de eróstrato, pero una cosa es ser conocido por una profesión y otra, por generar contenido con la propia vida. Montoya es fascinante, una explosión de emociones tan exagerada que resulta súper adictiva, pero eso es peligroso porque el personaje se puede comer a la persona. Y la fama sólo dura un ratito.
- Llama a sus lectoras guerreras. ¿Hay que serlo para enfrentarse al amor sano?
- Hay que ser más valiente que para aceptar otro tipo de amores, sí. Muchas veces tenemos que luchar, saber decir que no, y eso requiere un esfuerzo y una energía. Disney ha destrozado a las mujeres lo mismo que el porno a los hombres.
- Seis de cada 10 parejas se han conocido en aplicaciones. ¿Ya nadie liga en los bares?
- Lo veo muchísimo en consulta, los tíos ya no te entran por miedo a que los denuncies por agresión sexual. Están acojonados.
La pregunta impertinente
P. ¿Cuál es la pregunta más impertinente que le han hecho, y qué respondió?
R. Mucha gente me pregunta que con cuántos capullos he estado en mi vida, y yo siempre contesto que me ha bastado estar con uno. De hecho, a ese capullo es a quien dedico mi último libro, Ni un capullo más, así que estoy completamente segura de que se lo va a leer.