- Sucesos La desgracia de los bomberos de Alcorcón: Jesús murió al cortarse la manguera que servía de 'hilo de vida' con el exterior y Sergio se quedó atrapado sin oxígeno
- Sucesos La tragedia de un héroe: el segundo bombero muerto llegó a salir del garaje, pero volvió al saber que su compañero aún estaba atrapado dentro
Sergio Benavente, de 37 años, y Jesús Aguilar, de 34, son los dos bomberos fallecidos el pasado miércoles en el incendio del garaje de Alcorcón (Madrid). Sergio llevaba 10 años trabajando en el parque alcorconero y se casó el pasado verano. Ingresó en el cuerpo el 18 de diciembre de 2014, había trabajado 10 años en la Unidad de Divulgación y también ejercía como instructor para futuros bomberos. Tenía vídeos en YouTube donde relataba las experiencias de su trabajo y ayudaba a los aspirantes a bombero. Ahí mostraba un gran fervor y pasión por su arriesgada profesión.
Jesús era más novel. Había tomado posesión como bombero de carrera el 24 de febrero de 2023. Sacó la mejor nota con un año de profesión. Hace 12 meses, Jesús fue el invitado del canal de YouTube de Sergio. En la entrevista, animaba a los aspirantes a bombero a ser constantes y luchar. También explicó cómo superó la prueba de la piscina, la que más le costaba, y cómo lo logró a base de tesón. Además, pertenecía a la Unidad de Divulgación y Formación, impartía clases en academias de opositores y había destacado recientemente en los Juegos Europeos de Policías y Bomberos.
Sergio y Jesús llevaban más de un año compartiendo trabajo en el turno número 3 del parque de Alcorcon. «Eran un binomio y siempre se estaban protegiendo», explicó ayer uno de los compañeros del parque de Alcorcón, aún en shock por la tragedia. El pasado mes de octubre, Sergio y Jesús estuvieron como bomberos voluntarios en la DANA de Valencia. En concreto, acudieron a las localidades de Paiporta y Catarroja. «Fueron los primeros en apuntarse y, en el trabajo, eran igual, los primeros en enfrentarse a cualquier riesgo», añadió otro bombero.
En la puerta del Ayuntamiento de Alcorcón, ayer se homenajeó a ambos con la presencia de todos sus compañeros y los representantes políticos. Dos cascos de bombero y una corona de flores con la inscripción «Alcorcón no os olvida» presidieron la ceremonia. «En el parque siguen sus pertenencias, su ropa, su plaza de aparcamiento. Salimos juntos y volvimos separados», señaló uno de los compañeros. «Eran dos chicos extraordinarios. Creemos que Jesús se quedó atrapado por la explosión y que Sergio salió y volvió a entrar a por él. Cuando le encontraron, ya casi no tenía pulso», agregó otro bombero.
Javier Aguilar, padre de Jesús, uno de los fallecidos, viajó ayer desde Murcia a Madrid para el homenaje a su hijo. Contó que se enteró de la tragedia de su hijo de 34 años a través de una llamada de su ex mujer: «He venido para conocer dónde ha acabado mi hijo, para tener una referencia», declaró. Como antiguo jefe de mantenimiento técnico, manifestó que espera que se investigue a fondo la muerte de su hijo. «Es necesario saber qué ha ocurrido aquí. No puedo hablar sin información oficial, pero si un bombero entra a un sitio cerrado, las medidas de seguridad deben estar al 100% para evitar tragedias como esta. Algo no ha funcionado bien», subrayó. «Si hay peligro de explosión, tal vez haya que plantearse otras alternativas o formas de intervención. Los bomberos se juegan la vida para salvar a los demás, pero deben contar con la protección adecuada para evitar que ocurran desgracias como esta», sentenció.
Al padre de Jesús no le faltaba razón. Según las primeras hipótesis, Sergio se quedó sin oxígeno en el equipo por falta de control de las botellas y su compañero murió dentro del garaje al verse sorprendido por la explosión de uno de los vehículos tras el impacto de un coche híbrido contra otro turismo en el garaje.
Los bomberos accedieron al lugar 'en línea de manguera', guiados y cogidos todos de una manguera de gran longitud, porque apenas se veía nada por culpa del humo. Es una manera de actuar en este tipo de situaciones con visibilidad reducida, para que ningún bombero se pierda en el proceso y caiga en peligro.
El problema llegó cuando la puerta corredera del garaje, golpeada por el coche híbrido, se vino abajo, pillando la manguera y dejando atrapados a varios bomberos en el interior del garaje.
Fue en este momento cuando Sergio, que había conseguido salir, mientras estaba siendo atendido por los sanitarios, se dio cuenta de que no estaba su compañero Jesús y volvió a entrar para buscarle. Esa decisión fue fatal para Sergio, pues finalmente murió tras quedarse sin oxígeno. Aquí la investigación detecta un posible error de planificación muy serio: no había tablas de control en el dispositivo, por lo que nadie apuntó cuánto tiempo llevaba ese bombero con esa botella, y cuándo se le iba a acabar. El garaje ya entonces era como un horno, con condiciones muy complicadas en cuanto a temperatura y visibilidad.
Algunos profesionales en la extinción de incendios no comprenden aún lo acaecido. Aseguran que, en este tipo de siniestros, los bomberos van unidos por una línea de vida, la manguera que les conecta con el exterior. Por eso, creen que algo falló. «Te puede pillar de improviso una explosión, pero no se puede quedar un bombero sin respiración en las botellas, ya que estás perdido», denunciaron.
Al homenaje de ayer en Alcorcón acudió también el consejero de Medio Ambiente e Interior, Carlos Novillo, que fue oficial jefe de los bomberos del Ayuntamiento de Alcorcón. Visiblemente afectado y con lágrimas en los ojos, lamentó que se vuelva a cumplir la peor pesadilla que pueden «tener los bomberos, que es perder a dos compañeros, a dos chicos tan jóvenes y grandes profesionales».
También quiso estar al lado del bombero herido, Guillermo, «que está luchando ahí por su vida, que está estable». «El día de ayer fue un antes y un después para cualquier servicio. Perder a dos compañeros de esta manera, en acto de servicio, luchando por lo que han vivido, lo que ha sido su motivación, su vocación, intentando apagar ese maldito incendio que se los ha llevado. Han dejado lo mejor de sí y todos los que han estado alrededor, sus propios compañeros, sus compañeros de la Comunidad de Madrid, del Ayuntamiento de Madrid, que tengan la seguridad de que han dejado todo por salvarles, por encontrarles y por ponerles a salvo», añadió Novillo.
Mientras tanto, la Policía Científica tampoco pudo ayer entrar en el garaje de Alcorcón, donde el accidente este miércoles de un coche hibrido causó la muerte de los dos bomberos, debido a la acumulación de gases y el peligro que conlleva la toxicidad de éstos. La entrada de estos agentes, encargados de recabar pruebas para esclarecer lo ocurrido, aún no es segura y es probable que no puedan hacerlo hasta hoy viernes. También confían en poder tomar declaración cuanto antes al conductor del coche eléctrico que provocó el incendio, y que según otras fuentes consultadas por EFE, había adaptado su vehículo, que contaba con los mandos en el volante. Por causas que aún se desconocen, el conductor aceleró el coche, previsiblemente por equivocación, y se estrelló contra la puerta del garaje, una columna y otro coche y se produjo una deflagración.
Los Bomberos de Ayuntamiento se desplazaron hasta el garaje, situado en la calle Lilos del municipio madrileño, y dos de ellos fallecieron, uno de ellos como consecuencia de la deflagración y otro por intoxicación. Otro bombero se encuentra en estado crítico en el Hospital de Getafe, y catorce fueron atendidos por intoxicaciones leves por inhalación de humo, al igual que ocurrió con uno de los vecinos de la zona. El Ayuntamiento de Alcorcón ha decretado tres días de luto en la localidad.
Mientras tanto, el cuerpo de bomberos del Ayuntamiento de Madrid está cubriendo los turnos de la mañana -con una autoescala y una autobomba, lo que se traduce en alrededor de una decena de bomberos-, y los bomberos de la Comunidad de Madrid van a cubrir turnos de tarde del parque de Alcorcón.