El cierre en dos tiempos que ha sufrido la investigación parlamentaria a la relación entre Begoña Gómez y la Complutense redobla el dramatismo que ha marcado la comisión que más ha impacto ha generado en la Asamblea en los últimos años. De hecho, la comisión Begoña hace semanas que acabó, pero todavía no está cerrada. Quedaba en el aire la posible comparecencia de Pedro Sánchez, de la que debía pronunciarse el Consejo de Estado. Ayer lo hizo: el presidente del Gobierno no tiene obligación de acudir a la cámara regional, que no tiene «potestad» para citarlo, ya que sólo puede rendir cuentas desde el punto de vista parlamentario ante el Congreso y el Senado.
La decisión del Consejo de Estado supone en la teoría el final de la comisión de investigación, pero deberá formalizarse todavía, por lo que se dilatará todavía más de lo esperado. La última sesión, que quedó congelada a la espera de saber si el jefe del Ejecutivo protagonizaba la última de las comparecencias, deberá reanudarse para inmediatamente después quedar clausurados los trabajos de la comisión. Una vez llegados a este punto, la Mesa de la comisión planteará los plazos para la elaboración del dictamen con las conclusiones de las sesiones. Un escenario que según las previsiones iniciales debería haberse alcanzado en febrero.
Es en esta pantalla, la del dictamen, sobre la que el Partido Popular quiere poner la atención tras el intento fallido de citar a Sánchez. La intención de los populares es de llevar ante la Justicia las conclusiones de la comisión si de ellas se extrae algún indicio o nueva información que pueda complementar a la investigación abierta en los tribunales, y que precisamente ayer citó a declarar como testigo al ministro Félix Bolaños.
¿Sorprendió en el PP la decisión del Consejo de Estado? «Ingenuos no somos. Lleva un año sin acudir al Senado», se limitan a expresar fuentes del aparato popular madrileño para expresar que se daba por hecho que el presidente del Gobierno no iba a asistir de ninguna manera a la cámara regional. De hecho, Moncloa ya justificó basándose en diversos informes del Consejo de Estado que Sánchez no estaba obligado a acceder a la citación del PP.
Pero aún así, continúan estas voces, se decidió reclamar su comparecencia por «coherencia», ya que la formación siempre ha defendido que Sánchez es una de las personas que más puede aportar a la cuestión, ya que todo indica a que la cátedra que dirigió Begoña Gómez en la Complutense «se gestó en Moncloa». Algo que mantiene el principal partido de la Asamblea.
A la espera, pues, de cuadrar los tiempos finales la izquierda cree que el PP ha cometido un grave error al tratar de citar a Sánchez y no medir el impacto que tendría el rechazo del Consejo de Estado. «Es humillante», consideró ayer Manuela Bergerot, de Más Madrid.