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La ex pareja de José Luis Ábalos, Jéssica R., declaró en el Tribunal Supremo que nunca acudió a trabajar a los puestos de trabajo en dos empresas públicas -Ineco y Tragsatec- que le buscó el ex ministro socialista. Este martes, en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado, el director de la segunda de esas sociedades estatales ha constatado que Jéssica R. nunca fichó en el sistema de control horario de Tragsatec, aunque el cliente para el que debía prestar sus servicios, Adif, aseguraba que sí estaba trabajando. La ex pareja de Ábalos, en su vinculación con esta entidad, tenía un contrato "asignado a presidencia de Adif", cuya máxima responsable era Isabel Pardo de Vera.
La ex pareja de Ábalos estuvo contratada en Ineco entre septiembre de 2019 y febrero de 2021. Según su propio testimonio en el Alto Tribunal, nunca desempeñó las tareas que le correspondían en ese puesto. Cuando se le iba a terminar el contrato, Jéssica R. se lo hizo saber al ex ministro y, días después, se incorporó a un nuevo puesto Tragsatec, "como consecuencia de unas llamadas" a Koldo García -apuntó- y sin necesidad de hacer entrevista alguna.
El proceso de selección
Juan Pablo González Mata, director de Tragsatec -del Grupo Tragsa, holding integrado en la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI)- ha asegurado en el Senado que Jéssica R. fue contratada por un "proceso de selección que se ajustó a las normas". No hubo examen, porque para ese tipo de puesto no se requiere.
Según ha explicado González Mata, la oferta de trabajo en la que se inscribió la ex pareja de Ábalos se publicó en su página web en febrero de 2021. Fue a finales de ese mes cuando Jéssica R. comunicó a Ábalos que se le iba a terminar el contrato en Ineco, y días después fue empleada en Tragsatec. El director de esta entidad, descartando irregularidades, ha apuntado que esa celeridad en la contratación también es común en la empresa cuando se trata de puestos de trabajo eventual, como era el caso.
Para acceder al empleo que pasó a ocupar Jéssica R. se exigían ciertos requisitos: disponer de una titulación de personal administrativo y tener experiencia de trabajo de un año en empresas públicas y un año en trabajos en el sector ferroviario. La ex pareja de Ábalos, ha asegurado González Mata, cumplía esos requisitos -de los 177 que concurrieron a la oferta, solo ella y otra persona fueron contratadas-. Eso sí, al valorar la experiencia laboral, se tuvo en consideración el empleo en Ineco, aunque Jéssica R. nunca trabajó realmente. "No me consta la información de que no fuera a trabajar a un puesto anterior", ha señalado González Mata.
El puesto de trabajo
En Tragsatec, Jéssica R. fue empleada para un puesto de personal administrativo sujeto a un encargo de servicios de Adif. Esto es: el trabajo se realizaba en las instalaciones de la ferroviaria y era esta la responsable de su actividad laboral. En particular, su contrato estaba "asignado a presidencia de Adif" -el resto de quienes fueron empleados a la vez que ella se repartieron por otros departamentos-.
Así, el director de Tragsatec ha descargado en Adif la responsabilidad del absentismo que Jéssica R. reconoció en el Supremo. "Adif comunicaba mensualmente la asistencia de los trabajadores, con las horas que hacía cada uno de ellos. En todo momento el cliente [Adif] nos decía que [Jéssica R.] estaba trabajando", ha señalado González Mata.
Sin embargo, tras las informaciones aparecidas en prensa relativas a la contratación de Jéssica R., Tragsatec ordenó una auditoría interna. De esta se concluyó: "A diferencia del resto de trabajadores, no se tiene constancia en el sistema de control de presencia que [Jéssica R.] haya realizado fichajes en el periodo de duración de su contrato ni que haya presentado a través de la aplicación justificación de incidencia alguna". Tampoco solicitó, por ejemplo, los días de vacaciones que le correspondían.