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«Su deber es planificar y presupuestar los compromisos que España tiene que cumplir», recriminó Alberto Núñez Feijóo a Pedro Sánchez el pasado miércoles, y añadió: «Es lo que están haciendo todos los primeros ministros europeos, menos usted». En su comparecencia en el debate sobre defensa que acogió el Congreso, el presidente del Gobierno no dio cifras ni concretó los plazos para ejecutar el aumento del gasto militar que está dispuesto a acometer. Es un compromiso que firmó con sus homólogos en el continente para garantizar la capacidad defensiva de Europa, pero la estrategia a seguir para lograr ese objetivo queda en manos de cada país. Mientras la mayoría de los presidentes y primeros ministros del continente ya esbozan las líneas maestras de su plan nacional en materia militar, Pedro Sánchez rehúye detallar su proyecto. Sin presupuestos a la vista y con un Congreso que no le garantiza los votos para cumplir con los compromisos europeos de rearme, el presidente del Gobierno se queda atrás.
FRANCIA. Emmanuel Macron se ha aupado como líder del plan de defensa europeo a nivel comunitario -ha sido el anfitrión de dos cónclaves de dirigentes para acordar el rearme- y en la escala nacional, reuniéndose con fabricantes de armas y empresas del sector para evaluar las capacidades de su industria. Además, Macron no ha esquivado trasladar a cifras su proyecto militar. El presidente francés ha instado a su primer ministro, François Bayrou, a que haga los ajustes presupuestarios necesarios para incrementar el gasto en defensa y pasar del 2,1% del PIN al 3 o 3,5%. Su meta es llegar a 90.000 millones de euros anuales, un aumento de más de 30.000 millones previstos en el actual ejercicio. Tampoco ha evitado poner fechas: los «ajustes» se realizarán previsiblemente en dos meses. Además, junto al premier británico, Macron ha dado un paso al frente y enviará una «fuerza de seguridad» -es decir, tropas- a Ucrania.
ALEMANIA. El fondo especial de 100.000 millones de euros para modernizar las Fuerzas Armadas que el ahora canciller en funciones, Olaf Scholz, puso en marcha hace tres años ha situado el gasto en defensa alemán en el 2,1% del PIB. Pero la meta va más allá. Los partidos en negociación para constituir Gobierno acordaron hace dos semanas reformar el freno de la deuda en la Constitución, dando así luz verde a elevar el presupuesto militar a partir de una fuente de inversiones ilimitada. «Lo que haga falta», dijo el futuro canciller, el conservador Friedrich Merz. Habrá endeudamiento para todos los gastos en defensa, protección civil, inteligencia y ciberseguridad que superen el 1% del PIB. Ese umbral equivale a unos 44.000 millones de euros.
REINO UNIDO. El Gobierno del laborista Keir Starmer no ha esquivado ninguna de las polémicas que rodean el incremento del gasto militar. Su ministra de Hacienda, Rachel Reeves, compareció el pasado miércoles y anunció que Reino Unido recortará el gasto social para adaptar las cuentas a la caída del crecimiento, la subida de los costes de financiación de la deuda y el nuevo entorno de seguridad europeo. Así se va a financiar el aumento del gasto en defensa del 2,34% del PIB, que es donde está en la actualidad, al 2,7% en 2027, lo que supone 6.000 millones de libras (7.200 millones de euros) más. El 10% del presupuesto de defensa se dirigirá al desarrollo de tecnología para drones y sistemas de Inteligencia Artificial (IA) y alta tecnología, que serán desarrollados en el Reino Unido. Londres también prevé aumentar la exportación de armas. Todo ello lo viene concretando el Gobierno de Keir Starmer, que también coliderará con Emmanuel Macron un primer envío de tropas a Ucrania.
ITALIA. Giorgia Meloni es, junto a Pedro Sánchez, la dirigente europea de primera línea que más esquiva se mantiene al referirse a la traslación a su país del objetivo de defensa europeo. Como el presidente español, la primera ministra italiana se limita a insistir en que la financiación del rearme no afectará al gasto social en educación, sanidad o cualquier otra partida de este ámbito. «Los gastos en Defensa no tocarán los fondos de cohesión», señaló, y en el Senado insistió: «Italia no tiene intención de quitar un solo euro en los gastos de cohesión». Giorgia Meloni compareció en su cámara parlamentaria antes del Consejo Europeo, mientras Pedro Sánchez lo hizo en el Congreso de los Diputados después de esa cita.
POLONIA Y LOS BÁLTICOS. La posición geográfica de estos países los hace especialmente vulnerables ante la amenaza rusa y, por ello, sus presupuestos en defensa ya son de los más elevados del continente. Aun así, sus dirigentes han anunciado su pretensión de ir de la mano de Europa y reforzar su capacidad militar. El presidente polaco, Andrzej Duda, señaló que ya prevé aumentar el gasto en defensa este año hasta el 4,7% del Producto Interior Bruto -ahora es del 4,1%- y el primer ministro, Donald Tusk, compareció en el parlamento para elevar la meta hasta el 5%. La intención de aumentar el presupuesto militar se extiende también a los países bálticos: Lituania se ha comprometido a dedicar el 5,25% de su PIB a defensa en 2026; Letonia, el 4%; y Estonia aprobó llegar hasta el 5%.
GRECIA Y PORTUGAL. Mientras Sánchez y Meloni muestran sus reticencias a detallar cómo van a reforzar su capacidad militar, el otro gran país mediterráneo, Grecia, ya ha puesto en marcha su plan. En los presupuestos que su parlamento aprobó el pasado mes de diciembre se incluía un incremento de casi el 100% del gasto en defensa: de 3.600 millones de euros en 2024 a 6.130 este año. Por su parte, el primer ministro portugués, cuya situación es bastante particular porque habrá elecciones en mayo, se ha limitado a señalar su intención de elevar el presupuesto militar para llegar cuanto antes a la meta del 2%.
Y LOS DEMÁS... El nuevo gobierno belga ha manifestado su objetivo de alcanzar ese 2% antes de verano y ya señala a qué destinará ese gasto -por ejemplo, a aviones de combate F-35-. También en República Checa se empieza a detallar cómo acelerar el aumento de esa partida, una medida allí respaldada por el parlamento. Incluso el primer ministro húngaro, Viktor Orban, habla ya de elevar ese presupuesto.
* Con información de Carlos Fresneda (París), Pablo Pardo (Londres) y Carmen Valero (Berlín).