- Sociedad Siete de cada 10 jóvenes que trabajan siguen viviendo con sus padres: emanciparse supondría el 108% de su salario
- Empleo Público El paro juvenil enquistado lleva a uno de cada cinco jóvenes a opositar para ser funcionario y a otro a planteárselo
Los jóvenes están hartos de escuchar eso de que, si estudian, tendrán un mejor trabajo y un mayor salario. Sin embargo, están menos advertidos de que, si estudian más, ese mejor empleo y ese mayor sueldo tardarán en llegar, y con ello se retrasarán también sus planes para salir de casa de los padres. En España, entre las personas de 16 a 29 años que ya no están estudiando, el porcentaje de independizados es indiferente del nivel de formación que hayan alcanzado: el 30% de los jóvenes con estudios superiores que ya no asisten a clases está emancipado, el mismo 30% que los que solo tienen la ESO. Un mayor tiempo empleado en los estudios ralentiza el proceso de abandono del hogar familiar y, de esta forma, equipara las posibilidades de independizarse de las personas más formadas y de las que tienen la educación básica.
Es una de las conclusiones que se extraen de los datos publicados ayer por el Consejo de la Juventud (CJE) en su Observatorio de Emancipación, relativos al segundo semestre de 2023. "Hay un importante porcentaje de población sobrecualificada, y estos jóvenes cada vez están más desanimados porque ven como un mito el poder sacar rentabilidad a sus estudios", explica Rubén Díaz, técnico de investigación del Observatorio.
La cifra de jóvenes que logra abandonar el hogar familiar antes de cumplir la treintena es aún más alarmante si se considera también a quienes sí siguen estudiando: solo el 17% está independizado, mientras que en Europa la proporción escala hasta el 32%. La edad media a la que se abandona el hogar familiar batió un nuevo récord histórico a cierre de 2023, situándose en 30,4 años.
Los datos revelan una diferencia significativa en la emancipación de hombres y mujeres pues, si una de cada cinco jóvenes -20%- vive ya fuera de la casa de sus padres, esta proporción se reduce hasta el 14,5% entre los varones. Esto, que es algo que "se repite históricamente", deja a la vista otro fenómeno: las mujeres son más propensas a independizarse en pareja, mientras que entre ellos hay más que logran emanciparse en solitario. El 29% de los hombres entre 16 y 29 años que han salido de casa de sus padres vive solo, frente al 16% de las mujeres, y, a la inversa, casi el 70% de ellas se independiza en pareja, frente al 54% de ellos. Las mujeres también son menos propensas a emanciparse en una vivienda compartida -14,5% de ellas, 17% de ellos-.
Más allá de diferencias por nivel de estudios y género, expone Díaz, lo alarmante es que "una persona joven, empleada y con un salario no puede independizarse". Según cifras del Consejo de la Juventud, el salario mediano de un trabajador entre 16 y 29 años es de 1.050,77 euros en 12 pagas. El alquiler mediano se sitúa en 968 euros -el más caro de la historia-, a lo que hay que sumar el coste de los suministros, que rondan los 163,61 euros por mes. En suma: 1.131,61 euros de gastos, 1.050,77 de ingresos. El coste de independizarse equivale al 108% del salario mediano que perciben los jóvenes y, así, no salen las cuentas. "Habrá que seguir esperando", se repiten una y otra vez.
Desde 2008, el sueldo de las personas entre 16 y 29 años ha subido un 6% en España, pero el precio de alquilar una vivienda se ha disparado un 41%. En 2023, el coste de arrendar un piso subió 2,5 veces más que los salarios de los jóvenes. Incluso si optaran por alquilar solo una habitación, esta supondría el 36% de su sueldo. Y, aunque el precio de compra de la vivienda ha caído un 12% desde 2008, la cifra que se pide en concepto de entrada es tan elevada que equivale al sueldo íntegro de un joven durante 4,4 años. Tendrían que estar 4,4 años sin gastar ni un euro.
Así, tres de cada 10 jóvenes se encuentra en riesgo de pobreza. Y lo que es todavía más alarmante: entre los jóvenes que están trabajando, esta tasa se mantiene en el 23%.