Ni las localizaciones, ni los precios, ni el clima político han acompañado al proyecto Viena, el plan estrella de Sareb para impulsar la construcción de vivienda en alquiler asequible. El concurso lanzado por el llamado banco maloha quedado desierto y pocos en el sector se han extrañado, a tenor de las características de los lotes que estaban en disputa y de la incertidumbre que los últimos anuncios del Gobierno en materia de vivienda han generado entre los candidatos.
Así lo trasladan diversas fuentes del sector inmobiliario contactadas por este diario, que señalan fundamentalmente a las condiciones de los paquetes en disputa como la razón de peso en las reticencias de promotores, constructores e inversores. "Las localizaciones y los precios no eran atractivos" o "las ubicaciones no eran buenas" son algunas de las reacciones recopiladas por EL MUNDO entre el sector. A todo ello se han sumado la incertidumbre y el ruido político generados por los últimos anuncios del Gobierno, que entre otras cosas contempla que Sareb pase a formar parte de la nueva empresa pública de vivienda creada por Moncloa.
Se desconoce el alcance y la fórmula de esa integración, pero sus consecuencias no han tardado en llegar. La más evidente, la paralización de la venta de Árqura, la promotora en manos de Sareb cuya adquisición era una de las operaciones inmobiliarias del año. La incertidumbre es un hecho y todo ese contexto no ha pasado desapercibido entre los candidatos. Nadie ha presentado ofertas por la primera licitación puesta en marcha por la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria, que abrirá ahora un periodo de análisis para plantear los cambios necesarios para relanzarlo.
"La licitación de los primeros lotes no ha recibido ninguna oferta, por lo que Sareb abrirá un periodo de análisis y diálogo con el sector para valorar las posibles causas, con el objetivo de plantear los cambios que sean precisos para poder relanzar el proyecto", recoge la sociedad en una nota publicada ayer.
En la primera fase de este proyecto, se habían licitado 50 suelos con capacidad para albergar alrededor de 3.770 viviendas repartidas en 39 municipios ubicados en grandes ciudades o en su área de influencia. "La licitación se había estructurado buscando la mayor concurrencia entre promotoras e inversores de distintos perfiles, teniendo en cuenta información recabada en encuentros mantenidos con diferentes inversores y operadores de mercado, así como el objetivo de promover vivienda en alquiler en condiciones ventajosas", reconoce la Sareb.
Sin embargo, eso no ha sido suficiente para convencer a las compañías y los inversores de acudir a la convocatoria y la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria tendrá que replantear las condiciones si quiere volver a intentarlo.
El proyecto Viena era uno de los pilares de la estrategia de Sareb en su propósito de desinversión de los activos tóxicos acumulados por las cajas de ahorro durante la burbuja inmobiliaria de 2008. El proyecto abarca una horquilla potencial de entre 10.000 y 15.000 viviendas, si bien el primer paquete licitado rondaba las 3.700, y aunque inicialmente despertó el interés del sector inmobiliario, ese interés se ha desvanecido a la espera de que la reformulación del proyecto vuelva a generar atracción.