Antoni Cañete ha sido reelegido recientemente presidente de Pimec, la patronal de las pymes en Cataluña que expande su influencia al territorio nacional y a la Unión Europea. También es vicepresidente de Conpymes y juega un papel estratégico como nexo de las pequeñas empresas con los grupos políticos, especialmente con Junts, con quienes ya consiguió una importante rebaja del Impuesto de Sociedades. Ahora los de Carles Puigdemont son clave para la reducción de la jornada laboral que Pimec aspira a tumbar en el Congreso.
- ¿Están escenificando la ruptura con Yolanda Díaz con su rechazo a la reducción de jornada?
- Ni hemos sido amigos de Yolanda Díaz ni rompemos ahora. Somos un interlocutor social y económico y hablamos con todo el mundo, sea del partido que sea. Hoy lo que se escenifica es que la propuesta del Gobierno sobre la reducción de jornada es absolutamente inconcebible porque no tiene en cuenta a pymes y autónomos. Se nos ha querido aproximar a unos colores políticos de forma intencionada. Conpymes y sus organizaciones somos apartidistas. Hacemos política, pero económica y empresarial, no de partido.
- La propia Díaz ha advertido de que la reducción de la jornada tendrá un mayor impacto en Cataluña. ¿Es así?
- Afecta a las pymes en general y a las catalanas en particular. Tenemos el 99,9% de pymes, frente al 99,8% en España. Hay sectores de mano de obra intensiva donde tiene una incidencia directa en Cataluña (turismo, limpieza, seguridad, sector primario...). Díaz sabe que cuando se habla de pymes en Cataluña se da algo que no se da en el resto del Estado: que hay una organización que habla con voz propia en España y en Europa, que es Pimec.
- Ustedes han defendido ayudas a las pymes para compensar los costes. El presidente de Conpymes las ha calificado de «limosna». ¿Hay diferencias dentro de la organización?
- No. Hablar de las ayudas de manera aislada puede dar esa sensación. Defendemos que este tema se trate de forma transversal. Dentro de las medidas que deberían adoptarse para que las pymes puedan reducir la jornada, una de ellas tendría que ser esas compensaciones. Pero ayudas simbólicas como las que se han planteado no solucionan el problema.
- ¿Qué esperan de la tramitación parlamentaria? El foco está en Junts y ustedes tienen una relación fluida...
- Quiero ver cuántos grupos políticos presentan enmiendas a la totalidad. Ese sería el primer paso. Si hay trámite parlamentario, vamos a ser interlocutores de todos los grupos en general y de Junts en particular. Cuando hay temas que incumben a las pequeñas y medianas empresas, nosotros somos organización de referencia para muchísimos grupos, no solamente catalanes.
- ¿Hay margen en esa negociación para contrapartidas que tengan que ver con la representatividad de las pymes que ustedes reivindican?
- Hay margen para todo. Nosotros denunciamos que la reducción de la jornada ha sido un fracaso del diálogo social, por tanto, si se abre la posibilidad de dialogar, lo que no podemos hacer es no dialogar. El tema de la representatividad es un tema que este país debe abordar seriamente. Tenemos una enfermedad cronificada en la representación donde se juega verdaderamente la partida, que es en el ámbito económico y empresarial. El hecho de que en España no tenga voz propia la pyme, que es el motor de la economía, es una anomalía. Estamos hablando de la reducción de jornada y tendremos que hablar de muchos aspectos, pero lógicamente uno de los problemas que tenemos es este.
- ¿Le van a pedir a Junts que introduzca esta reivindicación en el debate?
- Junts tiene que definir primero si realmente va a dar curso parlamentario a esta ley. Y también el PP.
- ¿El PP no lo tiene claro?
- Les he preguntado y no lo tienen claro. Es que le estamos diciendo a la gente que va a ganar más trabajando menos...
- Si se tramita, ¿presionarán para sentarse en las mesas de diálogo social estatales con el Gobierno?
- Europa le ha dicho a España que las pymes no están bien representadas. Hay un programa de Gobierno y tiene que cumplir sus compromisos. Es el momento para ordenar el diálogo social en el ámbito empresarial y tener voz en el diálogo social estatal.
- ¿Ustedes salen ganando con el conflicto interno que se ha abierto en CEOE por las elecciones de Cepyme?
- Ni nos beneficia ni nos perjudica. Desde el máximo respeto a los procesos de las organizaciones, se pone de manifiesto una denuncia que venimos haciendo desde hace tiempo y es que Cepyme es una marioneta de CEOE, no tiene voz propia. Ha llegado el momento para que las pymes tengan voz propia. Hasta que eso no se produzca España no habrá acabado su transición democrática.
- ¿Votaría a Gerardo Cuerva o a Ángela de Miguel?
- A quien le dé voz propia a la pequeña y mediana empresa. Es evidente que la candidata de la CEOE no le puede dar voz propia.