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La presidenta para Europa y Latinoamérica de Ericsson, Jenny Lindqvist, atienda a EL MUNDO en pleno Mobile World Congress con un mensaje claro: "Europa tiene que pasar a la acción ya". Es un mensaje que resonó la pasada semana numerosas veces en el evento, pero pocas personas tienen la perspectiva de Lindqvist.
Ericsson es uno de los mayores inversores en innovación en Europa (uno de sus grandes centros está en Málaga) y además tiene como clientes principales a los operadores de telecomunicaciones, quizá el sector con peor salud y más necesitado de un giro estratégico del continente. Mientras el negocio se dispara en Estados Unidos, Lindqvist ve cómo la brecha entre China, India y el país dirigido por Donald Trump y Europa se agranda, de ahí que no valga solo con una respuesta comunitaria, sino que es necesaria una respuesta urgente.
- El gran tema del Mobile World Congress ha sido la necesidad de un resurgir tecnológico europeo. Ericsson lleva años defendiéndolo. ¿Creen que finalmente habrá un cambio?
- Hay cierto consenso sobre lo que hay que hacer. Para nosotros se han dicho las cosas correctas, pero necesitamos actuar muy rápido porque nos estamos quedando atrás y la brecha es cada vez mayor.
- Parece que una cosa son las ideas y otras ponerlas en marcha.
- Se trata de un diálogo. Este enero, tuvimos un evento en Bruselas con ASML, SAP, Nokia, los productores tecnológicos de Europa. Nos unimos porque creemos que tenemos unos activos muy fuertes en Europa, pero el problema es que nuestros clientes en Europa no están invirtiendo.
- En sus últimos resultados, Norteamérica era la región que más crecía en la compañía. ¿Es complicado el crecimiento de Ericsson en Europa sin unos operadores fuertes?
- Exactamente.
- En ese sentido, ¿están siendo suficientemente rápido el desarrollo del 5G el continente?
- No y quizá es nuestra mayor preocupación. Miramos al 5G y a la inversión en el sector tecnológico en general y Europa está quedando por detrás de Estados Unidos. Tenemos una brecha de inversión en infraestructura, pero también en innovación y desarrollo de doble dígito desde hace años, pero es que ahora llega hasta el 70% en el sector tecnológico. Y si miramos al 5G real- el que no se mezcla con 4G como sigue ocurriendo en parte de España-, miramos a las naciones líderes como Estados Unidos, India y China y, una vez más todas, tienen el 90% de cobertura. Europa de media está en un 45% y una de las razones es porque no tenemos el marco correcto para los clientes.
- ¿Los operadores europeos tienen problemas para justificar sus inversiones?
- Si miramos en todos los operadores en Europa, el 60% no tiene un retorno sobre el capital que invierte.
- También parece que a los operadores les cuesta vender al cliente que debe pagar más por tener 5G.
- Para mí, un reto es que, como no tenemos 5G real en Europa, no vemos nuevos servicios. Hoy por hoy, compramos conectividad de banda ancha en nuestro móvil, pero la oportunidad que el 5G da a los consumidores es comprar otros servicios innovadores nuevos que no existen hoy. El problema es que estos casos no se crearán en Europa si no se invierte.
- Ustedes han cambiado su estrategia para ofrecer estos casos de uso y crear nuevas líneas como la de servicios industriales. ¿Cuál es la razón?
- Para nosotros es un tema clave. Estamos centrados por supuesto en crear redes de conectividad de alto rendimiento, lo que llamamos redes programables que permiten usar parte de la red para crear servicios al consumidor. También vemos un nuevo gran mercado en el mundo de las API. Usamos las redes para crear estas aplicaciones sobre ellas y mejorar por ejemplo la detección de fraudes en un banco. Este año es un tema importante para nosotros.
- Ahí están liderando junto a los operadores Aduna, una empresa conjunta para explotar este mercado.
- Sí, de hecho, el año pasado en Barcelona lanzamos en España la primera de estas aplicaciones. Lo que hicimos hace medio año fue presentar Aduna, una iniciativa junto a muchos operadores a nivel global. El beneficio es que todos los desarrolladores que creen una API pueden conectarla con todos los operadores del país. Es un proyecto sobre escala, que creo que es el tema común para Europa y algo que ahora mismo no tenemos.
- ¿Está atrayendo a los desarrolladores este proyecto?
- Es muy pronto, pero diría que Europa tiene una buena posibilidad de mantenerse a la cabeza de esta tecnología. Necesitamos por supuesto invertir en 5G, pero hay muchísimos actores europeos y creo que vamos a ver cómo despega rápidamente.
- ¿Les preocupa la creciente tensión entre Europa y Estados Unidos y un posible impacto de las medidas de Donald Trump en sus productos?
- Están pasando muchas cosas en la escena geopolítica. Estados Unidos es un mercado muy importante para nosotros tanto por su tamaño como porque está por delante de Europa. Mi gran preocupación como presidenta de Europa y Latinoamérica es que el tecnológico tiene allí sus ojos y existe esta brecha de inversión. Europa tiene que recortarla y poner la tecnología en el centro para apoyar las industrias que ya están aquí. Pero, por supuesto, estamos siguiendo lo que ocurre en términos de riesgo y cadena de suministros.
- Pero su foco sigue en Europa.
- La clave es llamar a la acción de Europa. Somos una empresa europea, la mayor parte de nuestro desarrollo está aquí. Tenemos una parte en España también, que es un mercado muy importante para nosotros. Necesitamos que Europa también nos ayude priorizando el sector tecnológico y no te estoy hablando necesariamente de ayudas gubernamentales. Tenemos que estar seguros de que las reglas del mercado son las correctas. Por ejemplo, en las posibilidades para la consolidación dentro de un mercado para que haya menos operadores, pero con más salud para invertir. También hay barreras regulatorias muy altas. Hemos tenido el informe Draghi, el informe Letta. Tenemos el rumbo correcto por por parte de la Comisión y los Estados Miembros, pero hay que ejecutarlo y rápido...
- Se habla mucho de ayudas, pero también hay esta sensación de que los gobiernos europeos no están comprando tecnología europea.
- En el tema de los fondos públicos, creemos que España es un muy buen ejemplo de cómo organizarlos. Hemos tenido una fusión en España y un nuevo gran actor que se ha construido para tener escala, pero además se han utilizado los fondos de recuperación para asegurarse de que hay cobertura 5G en las zonas rural.es. No creo que la financiación pública sea completamente necesaria, pero España es un buen ejemplo.
- Spotify, Ericsson, Klarna... Suecia parece una excepción en la UE. ¿Qué ha descubierto que no sepa el resto?
- Suecia está por delante de algunas partes de Europa en ciertas cuestiones, pero sigue detrás de los líderes. Suecia comenzó muy pronto con el 4G y aplicaciones como Spotify o la nube se crearon en esos países. Es una de las claves por las que estamos preocupados por el 5G. No es importante solo para las viejas industrias europeas, sino para crear nuevos sectores que aún nos hemos visto. Y esas compañías no estamos viendo que se creen en Europa. Lo hacen en sitios con 5G real como Estados Unidos, India y China. Por eso necesitamos una estrategia industrial en Europa. La carrera es ahora, la innovación se está dando ahora y si no actuamos suficientemente rápido para crear valor, se creará en otra parte.
- Trump está cargando contra las políticas de diversidad e inclusión. ¿Cuál es el punto de vista de Ericsson sobre este tema?
- No sé los detalles específicos de lo que ocurre en Estados Unidos, pero puedo comentarte el trabajo que estamos haciendo en Europa y Latinoamérica. Para nosotros es clave y tenemos muchas iniciativas, desde enseñar a niños lo buen sector que es la tecnología ya seas mujer u hombre a asegurarnos que atraemos más diversidad. Está demostrado que impacta positivamente.