- UE Von der Leyen ofrece a Trump "aranceles cero" en los productos industriales incluyendo los coches y Sefcovic precisa: "Ya se le propuso el 19 de febrero"
- Guerra arancelaria China contraataca a Trump con aranceles adicionales del 34% a todos los productos estadounidenses desde la semana que viene
Aunque la situación no tiene nada que ver con el periodo 2007-2012, sin problemas bancarios, de deuda o empresas quebrando por el crédito, la tensión en los mercados recuerda cada vez más a la época de las grandes crisis, cuando cualquier rumor, palabra, declaración o tuit era capaz de provocar subidas o bajadas disparatadas.
Este lunes, varios ejemplos han constatado el nivel de sensibilidad entre los inversores. Primero, la apertura nefasta de Wall Street, que encadena las peores tres jornadas consecutivas desde 1987. Después, el pánico provocado por una presunta reunión de emergencia de la Reserva Federal, que no era tal sino una de las sesiones a puerta cerrada habituales y que estaba en el calendario. Unos minutos más tardes, el rayo de esperanza, también falso, cuando el mercado se creyó un tuit falso que parecía reproducir las palabras de un asesor económico de Trump, diciendo que el presidente se abría a considerar una pausa de 90 días en la guerra comercial, salvo para con China. Un bulo que disparó las Bolsas rompiendo la tendencia bajista, pero que apenas duró unos instantes. Y por último, esta vez ya en serio, la amenaza de Trump de redoblar su presión arancelaria a China si las autoridades del gigante asiático optan por responder con represalias en vez de tragarse el gravamen del 54% que debe entrar en vigor este miércoles.
"Ayer, China impuso aranceles de represalia del 34%, que se suman a sus aranceles, aranceles no monetarios y subsidios ilegales a empresas y una masiva manipulación cambiaria a largo plazo. Esto a pesar de mi advertencia de que cualquier país que tome represalias contra EEUU imponiendo aranceles adicionales se enfrentará de inmediato a nuevos aranceles sustancialmente más altos, además de los inicialmente establecidos. Por lo tanto, si China no retira su aumento del 34%, además de sus abusos comerciales a largo plazo, antes de mañana, 8 de abril de 2025, Estados Unidos impondrá aranceles adicionales del 50% a China, a partir del 9 de abril", ha escrito Trump en su cuenta de Truth Social este mediodía. "Además, se suspenderán todas las conversaciones con China sobre sus reuniones solicitadas. Las negociaciones con otros países que también han solicitado reuniones comenzarán de inmediato. ¡Gracias por su atención a este asunto!", añadió el presidente desde la Casa Blanca.
El pasado miércoles, Trump anunció aranceles del 34% a todos los productos chinos, que se sumarían al 20% que ya había anunciado unas semanas antes, para un total del 54%. Si ahora hubiera otro 50%, la cifra estaría en niveles nunca vistos, sin contar siquiera que ya en su primer mandato impuso un recargo de en torno al 20% a números productos, algo que Biden no revirtió.
Pekín, como Canadá o la UE, no tiene intención de asumir esa carga pacíficamente. Y a diferencia de Japón o Taiwán, que están estudiando cómo responder, ha sido muy clara, no sólo desde el punto de vista fiscal, sino también restringido las exportaciones a EEUU de minerales o tierras raras importantes.
En palabras de Liu Pengyu, portavoz de la embajada china en Estados Unidos, "hemos dejado claro en numerosas ocasiones que presionar o amenazar a China no es la manera correcta de tratar con nosotros. China salvaguardará firmemente sus derechos e intereses legítimos".
De ahí la presión de Trump, que lejos de escuchar a lo que el mercado, grandes inversores e incluso partidarios y asesores de su equipo le piden, como por ejemplo una pausa de tres meses para evitar el hundimiento general, está dispuesto a llevar su ultimátum hasta el final, convencido de que el resto del mundo girará antes el volante en este choque de frente a toda velocidad.
Figuras como Bill Ackman, un inversor volcado con el trumpismo en el último año, le han rogado que aplique una pausa de 90 días, por el bien general. Preguntados por la posibilidad en distintos programas de televisión, el equipo de Trump nunca dijo que fuera una opción. Pero una interpretación torticera de las palabras de Kevin Hassett, presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, llevó al mercado a pensar que ésa era una posibilidad, provocando un repunte vertical de las cotizaciones. Cuando se supo que no era así, y la Casa Blanca, en un gesto poco habitual, salió rápidamente a decir que lo que había aplacado las caídas era totalmente falso, los índices volvieron a sus caídas previas.
Trump, activado en modo de contención y exigiendo de nuevo a la Reserva Federal que baje los tipos de interés, algo cada vez más posible si el país se enfila hacia una recesión, ha dedicado toda la mañana a publicar mensajes en sus redes sociales, diciendo a sus partidarios que no sean cobardes "débiles o estúpidos" y que aguanten a pesar de las pérdidas, que han destruido billones de dólares de riqueza y ahorros de los ciudadanos. "Países de todo el mundo nos están hablando. Se están estableciendo parámetros estrictos, pero justos. Hablé con el primer ministro japonés esta mañana. ¡Va a enviar un equipo de alto nivel a negociar! Han tratado muy mal a Estados Unidos en materia comercial. No se llevan nuestros coches, pero nosotros les quitamos millones. Lo mismo ocurre con la agricultura y muchas otras cosas. ¡Todo tiene que cambiar, sobre todo con China!", ha insistido Trump.
"Los precios del petróleo han bajado, las tasas de interés han bajado (¡la lenta Reserva Federal debería recortarlas!), los precios de los alimentos han bajado, no hay inflación, y Estados Unidos, abusado durante tanto tiempo, ingresa miles de millones de dólares semanales de los países abusadores con aranceles ya vigentes. Esto a pesar de que el mayor abusador de todos, China, cuyos mercados se están desplomando, acaba de aumentar sus aranceles un 34%, además de sus aranceles ridículamente altos a largo plazo (¡y más!), ignorando mi advertencia a los países abusadores de no tomar represalias. ¡Ya han ganado bastante, durante décadas, aprovechándose del buen y viejo Estados Unidos! Nuestros antiguos "líderes" son los culpables de permitir que esto, y tantas otras cosas, le sucedan a nuestro país. ¡HAGAMOS QUE ESTADOS UNIDOS SEA GRANDE DE NUEVO!", puso en otro mensaje en su red social.