ACTUALIDAD ECONÓMICA
Previsiones

El Banco de España eleva el avance del PIB al 2,7% este año y avisa del aumento del gasto en pensiones por la mayor inflación

Advierte de los aranceles de Trump y de la incertidumbre en torno al incremento del gasto público en defensa

El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá.
El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá.Europa Press
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Luces y sombras en la actualización de las proyecciones macroeconómicas que acaba de presentar el Banco de España. Por un lado, eleva el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) para este año hasta el 2,7%, dos décimas más que en sus anteriores previsiones. Sin embargo, por otro lado, dispara la estimación de inflación en cuatro décimas, hasta el 2,5%, lo que anticipa un mayor incremento del gasto en pensiones acumulado en los próximos años y, en consecuencia, una mayor tensión en las cuentas públicas en un contexto en el que el Gobierno va a tener que acoplar un incremento extraordinario del gasto en defensa para responder a las exigencias del complejo escenario geopolítico internacional.

Las nuevas previsiones del BdE llegan en un momento clave. Con una guerra comercial en ciernes por las amenazas arancelarias de la administración estadounidense de Donald Trump y en un contexto de previsible expansión fiscal en la Unión Europea para acoplar el incremento del gasto en defensa, el supervisor bancario ha optado por no incorporar explícitamente el posible impacto sobre la actividad a nivel nacional de la materialización de esos escenarios internacionales. Sin embargo, sí advierte de que las proyecciones "están sometidas a una extraordinaria incertidumbre y presentan riesgos a la baja en términos de crecimiento económico".

Con los datos más recientes, la entidad que dirige José Luis Escrivá calcula que la economía española "continuará creciendo a un ritmo elevado, de entre el 0,6% y el 0,7% en el primer trimestre. Tras la revisión del Instituto Nacional de Estadística (INE), el BdE ha optado por mejorar sus previsiones para el conjunto del año, del 2,5% al 2,7%, debido, fundamentalmente, a la buena evolución del empleo y a la mejora de las perspectivas sobre las rentas de los hogares y su positiva repercusión en el consumo. Para los próximos años mantiene intacta la senda de desaceleración en un 1,9% para 2026 y un 1,7% para 2027.

En 2025, los mayores precios de la energía observados al inicio del año y una futura senda para los mismos más elevada de la que contemplaba previamente ha llevado a los técnicos del organismo a incrementar la inflación prevista hasta el 2,5%. Esto implica no sólo un mayor coste de la cesta de la compra este año, sino un gasto superior en pensiones para 2026, ya que la revalorización de las prestaciones está ligada por ley al IPC. Así lo recoge el documento elaborado por el equipo del exministro de Seguridad Social, que sitúa el aumento del desembolso en pensiones como una de las partidas que más pueden desviar el gasto público, contrarrestando la mejora de la recaudación fiscal por el comportamiento favorable de las rentas de los hogares.

En todo caso, el director general de Economía del Banco de España, Ángel Gavilán, ha enmarcado las previsiones de inflación en un escenario de "volatilidad" y ha pedido "cautela" en respecto a la interpretación de la fuerte revisión al alza de este indicador. En rueda de prensa en la madrileña sede del banco esta mañana, Gavilán ha recordado, además, que la subida de las pensiones se calcula con la evolución del IPC de noviembre a noviembre, aunque, en todo caso, ha indicado que la mayor inflación "afecta al gasto en pensiones".

En el ámbito de las cuentas públicas, el supervisor calcula que el déficit bajará del 3,4% en 2024 al 2,8% en 2025 y al 2,6% en el bienio 2026-2027. Para este año, el impacto conjunto de la extensión de las ayudas al transporte hasta junio y la eliminación del impuesto energético ha alterado la previsión de déficit en una décima de PIB.

Todo ello, unido a un mayor gasto en pensiones públicas a partir del año que viene por la desviación de la inflación, y a otros factores como el despliegue de un plan de ayudas por la DANA, ha llevado al Banco de España a elevar también la desviación del crecimiento del gasto computable en términos de cumplimiento de las reglas fiscales europeas en 8 décimas para 2025 (al 4,5%) y en 6 décimas para 2026 y 2027, respectivamente (hasta el 4,1% y el 3,8%).

El informe advierte de ese incremento del gasto en el apartado de las cuentas públicas porque en el escenario central de sus proyecciones no incorpora, por el momento, la posible expansión fiscal a nivel europeo. Y esta es, precisamente, una de "las principales fuentes de incertidumbre de naturaleza interna". "No puede descartarse que en 2025 el consumo público vuelva a comportarse de forma más dinámica de lo esperado y se desacelere menos de lo proyectado en el escenario central. Todo ello en un contexto en el que, a escala europea, se está contemplando dotar a los Estados miembros de un mayor margen fiscal con el propósito de incrementar, de manera apreciable, el gasto público en defensa", indica el banco central.

Entre las principales fuentes de riesgo externas, el informe destaca "el notable aumento reciente de la incertidumbre y de las tensiones geopolíticas y comerciales a escala global, en parte debido a las diferentes medidas de política económica anunciadas por la nueva Administración estadounidense". "La evidencia histórica sugiere que estas tensiones y la creciente incertidumbre podrían tener un significativo efecto adverso sobre la actividad", advierte.

Con todo, la buena marcha de la economía española, apoyada especialmente en el positivo comportamiento del empleo y en la mejora de las economías de las familias, podría verse truncada por estos riesgos externos. Y es que, aunque "la economía española ha mostrado en los últimos trimestres un vigor considerablemente mayor que el del conjunto de la UEM", el BdE empieza ya a contemplar la posibilidad de que dicho desacoplamiento entre la actividad económica de España y la de los países de la UE —especialmente de Francia y Alemania, dos de nuestros principales socios comerciales— se reduzca en el futuro. "Si ese fuera el caso (por ejemplo, porque las exportaciones españolas al área del euro volvieran a responder a la actividad de nuestros socios comerciales en una magnitud similar a la observada históricamente), el crecimiento de la economía española podría ser inferior al proyectado", especifica el informe.