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Joana Marcús, la estudiante de Psicología que arrasa en todo el mundo: "Lo tengo todo para que me critiquen"

La joven escritora mallorquina presenta 'Etéreo', su primera incursión en la fantasía urbana, después de una gira multitudinaria en América Latina

Joana Marcús.
Joana Marcús.SERGIO ENRÍQUEZ-NISTAL
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Frente a una enorme taza de café, Joana Marcús (Mallorca, 2000) nos espera de buena mañana, disculpándose por no tener la mejor cara ni la mejor conversación por culpa del jet lag. «He estado estos días en la Feria del Libro de Guadalajara y estoy reventada. Te prometo que me iré animando», se excusa. Pese a su juventud, Marcús es, en efecto, una mujer de muchas palabras. Prueba de ello es su obra, que incluye las trilogías superventas Meses a tu lado y Fuego y, ahora, la primera entrega de la saga Etéreo (Montena), donde se aleja tímidamente del romance adolescente para adentrarse en la fantasía urbana de la mano de dos enigmáticos protagonistas, Victoria y Caleb.

«Es un género que me gusta mucho porque me permite probar cosas nuevas. No toda la fantasía es medieval, como Juego de Tronos. Como escritora siento que me limitaría mucho; prefiero jugar con un mundo que ya conocemos y añadirle toques que me parecen interesantes. No me veo capaz de tener que crear un mundo desde cero, con sus seres y sus normas», explica.

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El cambio de rumbo obedece tanto al impulso de Marcús y su agente a la hora de decidir qué libro es más idóneo presentar en cada momento, como a la necesidad de acercarse a nuevos públicos. «Conozco los datos demográficos de mis libros. Y creo que los hombres aceptan mejor que les guste una novela romántica cuando no se vende como romance al uso porque tiene más componente de fantasía o de ciencia ficción. Así no les da tanta vergüenza venir a las firmas», afirma Marcús. «Lo gracioso es que, en Guadalajara, aunque muchos chicos iban acompañando a sus novias, también traían algún ejemplar para que se lo firmase porque habían acabado enganchándose».

Resulta imposible eludir el tema de los prejuicios y las etiquetas cuando se tiene delante a una autora joven cuyo talento vio la luz en un foro masivo de internet: Wattpad, la plataforma internacional para lectores y escritores. «Lo tengo todo para que me critiquen, vaya», bromea, al preguntarle por las reticencias de algunos círculos literarios ante fenómenos juveniles como el que ella representa. «No me han vetado de sitios expresamente, que yo sepa, es más una cuestión en el tú a tú con ciertas personas del sector. Suele haber un tono paternalista, casi peyorativo, cuando hablas con gente adulta». ¿Ha cambiado algo desde que empezó en el mundo editorial, aún en plena adolescencia? «Todavía no he notado la transición a mejor. Cuando la haya, te avisaré», dice.

Marcús admite que ha sufrido de síndrome de la impostora varias veces durante estos años, y que hay momentos en los que siente que ha tenido «buena suerte y mala suerte al mismo tiempo» porque no encontraba gente de su edad con la que pudiera compartir una experiencia similar. Con 15 años, la mallorquina ya contaba con seis historias publicadas en Wattpad. Irresistible propuesta fue la más viral; con ella consiguió más de 300.000 visitas.

Lo repentino de su éxito generó una reacción adversa en algunos de sus compañeros de instituto. Dicho sin medias tintas, Joana Marcús fue víctima de bullying durante dos años y medio, en los que dejó de publicar y desapareció de todas las redes sociales en un intento por frenar todas aquellas burlas y humillaciones. Por suerte, uno de sus profesores la animó a que siguiera escribiendo.

«A la Joana de 15 años le diría que no piense tanto en la opinión de los demás, porque lo que la hacía rara es la que hace que pueda dedicarse ahora a lo que ella quiere. Y a la Joana de dentro de 10 años le diría que no se olvide de esa niña soñadora y mantenga los pies en la tierra, porque los que vuelan muy alto se terminan estrellando».

Casi una década después, Marcús puede presumir de haber superado el millón de ejemplares vendidos y de que miles de personas de toda Europa y Latinoamérica esperen más de 10 horas en la cola para conseguir una firma suya. «Durante la gira de Antes de diciembre venían muchas abuelitas a decirme que les encantaban mis historias. Al parecer, les robaban los libros a sus nietas para saber qué leían. Si he conquistado a una abuela, ya me puedo morir en paz. No hay nada como la aprobación de una señora mayor que sabe mucho de la vida», rememora tras el enésimo sorbo de café.

En medio de la batalla entre calidad y repercusión de los productos culturales... ¿cómo de importantes son los números en redes sociales para que las editoriales se fijen en un autor novel? «Cuando empezó el boom de Wattpad, imagino que era una cuestión de filtrado. Es normal que busquen a las 20 personas que más visitas generen para asegurarse de que tendrán lectores en el largo plazo, porque es utópico pensar que pueden leerse cientos de manuscritos para ver cuál tiene mayor potencial», reconoce la mallorquina. «Primero tienes que crear el movimiento, y no lo vas a hacer desde cero. Ahora creo que ha llegado un momento en el que el mercado editorial cree realmente en lo que puede funcionar».

Desde hace unos años, Marcús concilia su faceta como escritora con la de estudiante de Psicología, una carrera que la apasiona y que le ha ayudado a dotar de mayor profundidad a sus personajes. Personajes que, en los primeros borradores, «eran mucho más planos». Asegura que su formación universitaria le ha permitido dibujar un retrato de la Generación Z menos simplista y estereotípico, más intrincado que el clásico esquema «fiesta, sexo y drogas» aderezado con trastornos de la salud mental.

«En general, creo que no se le hace justicia a los jóvenes. Que no se les trata como personajes de pleno derecho, como si todavía no merecieran su propia historia. Lo que hace la literatura juvenil es darles esa voz y esa historia y por eso los jóvenes prefieren leerse a sí mismos que leer esa imagen distorsionada de la realidad», sostiene.

Así, en Etéreo aborda temáticas sociales como la precariedad laboral o la necesidad de alejarse de familiares tóxicos por amor propio. «Escribir es un acto muy íntimo, vas a dejar ver tu código moral, vas a dejar ver tu ideología de una forma u otra, aunque sea de forma tangencial. Es imposible no hacerlo», opina. «Cuando yo hablaba de la explotación laboral en 2017, todavía no era un debate tan recurrente entre la gente joven, pero es algo que me preocupaba porque lo veía en mi entorno».

Como otras famosas autoras Wattpad -desde Anna Todd hasta Mercedes Ron-, Joana Marcús también ha recibido incontables ofertas de la industria audiovisual para llevar sus libros a la pequeña o a la gran pantalla. Sin embargo, sus objetivos son otros. «Para mí, escribir es una terapia, no una obsesión por logar el bombazo. Yo no necesito eso; si puedo vivir de mis libros, pues perfecto. Soy escritora, no productora. Quiero que mis novelas tengan recorrido en librerías, nada más. Creo que la gente tiene demasiado presente el hacer adaptaciones cuando debería ser un complemento, no el fin último de tu carrera», asegura. «Si algún día llega una persona con una propuesta que encaje exactamente con lo que yo tengo en la cabeza para darle una segunda vida a mi historia, entonces me lo pensaré. Pero ese momento todavía no ha llegado».