A estas alturas del siglo XXI, los premios MTV Video Music Awards (VMA) importan más como carnaval más que como información: los siete premios de Taylor Swift (ya empatada con Beyoncé en el conjunto de sus carreras) impresionan, pero difícilmente competirán en la memoria con la sucesión de imágenes sublimes, absurdas y desternillantes de la noche.
El nuevo tatuaje de Katy Perry
Katy Perry llegó a los MTV Awards como la alumna que siempre ha sacado sobresalientes pero que este año tiene bienes. El verano pasado, la cantante presentó su primer single desde 2020, A woman's world y su vídeo fue recibido con las críticas más crueles que se puedan imaginar, hasta el punto de que la cantante tuvo que aclarar que el clip está grabado en clave sarcástica. ¿Por qué ese ensañamiento? A woman's world tenía todo lo que construyó el éxito de Perry durante la década y media anterior: el aire de comedia feminista, más al estilo de los viejos payasos estridentes que de las monologuistas, la imagen sexy, el tempo acelerado... Sin embargo, todo lo que una vez hizo gracia, fue motivo de cierto bochorno, agravado por la firma cancelada del productor de la canción, Dr Luke. Pero en el castigo hay que crecerse: Perry posó vestida de algo parecido a un vestido de novia (hubo más modelos de aire nupcial en el fotocol de la gala), mostró un nuevo tatuaje en lo más bajo de la espalda que era un código QR, cantó un medley de grandes éxitos vestida de superheroína y recibió un premio al conjunto de su carrera que le entregó su marido, Orlando Bloom.
Rutinas de Taylor Swift
Taylor Swift acabó la semana pasada en Flushing Meadows, bailando, bebiendo y haciendo un poco el payaso con su novio (Travis Kelce estaba disfrazado de algo difícil de definir) en la final masculina del Abierto de Estados Unidos. Después dio el esperadísimo paso de pedir el voto para la vicepresidenta Kamala Harris en las elecciones presidenciales de noviembre, se burló un poco de J.D. Vance en las redes sociales y entró en su rutina de siempre: recibir premios (ayer, siete), ser el centro de todos los focos, convertirse en noticia por cada gesto... En los MTV Awards, su gran momento consistió en que Karol G subió al escenario para cantar Si antes te hubiera conocido, se bajó del escenario para cantar entre el público y acabó por bailar con Taylor. Después, Swift volvió a la política: en uno de sus discursos de agradecimiento recordó a los espectadores estadounidenses que en noviembre tienen algo que hacer: votar. POr cierto: Karol G llevaba una bandera de Venezuela anudada a su pantalón.
Liarse con un marciano
Sabrina Carpenter empezó su carrera en la mina de Disney, encontró una ventana inmensa como telonera de Taylor Swift en el Eras Tour, y se consolidó con dos singles de éxito, Espresso (ganado el premio a mejor canción del año) y Please Please Please. Lo siguiente ha consistido en aparecer en los premios MTV, liarse con una bailarina que iba vestida de alienígena y, después, seguir cantado en un escenario que no podría parecer más kitsch, con unos bailarines astronautas que ponían cara de despistados.
Britneymanía
El beso al alienígena de Carpenter, de alguna manera, recordó al de Madonna, Christina Aguilera y Britney Spears en los mismos premios, edición 2003. Carpenter apareció en la gala con el vestido que Madonna llevó en los Oscar de 1991 (un regalo de la diva) e hizo una morcillita para cantar un trocito de Oops! I did it again en medio de su actuación. Hubo más evocaciones de Britney: la presentadora de la ceremonia, Megan Thee Stallion, apareció con una serpiente en las manos y un look, con top verde y pantaloncitos cortos de pedrería que remitía al attire de Spears en los MTV de 2001. Y la cantante Tate McRae posó con un vestido con transparencias negras de encaje basado en la pieza de Dolce & Gabanna que lució Britney en los MTV de ese mismo año. Puede que Britney Spears, después de perder todas las batallas, esté ganando su guerra.
Roan de Arco
La noche de Chappell Roan en los MTV Awards fue la síntesis perfecta de la sensibilidad de la cultura pop en 2024: primero montó en cólera (le grito a un fotógrafo que se callara "la puta boca" por algún momento de forcejeo en la alfombra roja), después se mostró frágil y sensible, después pasó al tono del patito feo empoderado (dedicó su premio a la mejor nueva artista a los niños homosexuales del Medio Oeste de su país) y después hizo su performance como de fiesta de disfraces. Roan se vistió de guerrera medieval (llevaba una espada incluso), se supone que para mostrar la inspiración moral que ha encontrado en Juana de Arco. Los críos del Medio Oeste deben de estar ahora buscando la película de Dreyer como locos.
