CRÓNICA
Sin «habilitación legal» en España

Cerco de Asuntos Internos a los envíos de coca que controlaba el agregado de Interior en Colombia: usaba irregularmente a un narco como agente encubierto

La legislación sólo permite esa figura a miembros de las fuerzas policiales. "Ni siquiera era su confidente", subraya Asuntos Internos

Organigrama que ubica a 'McMillan' en la trama, contenido en un informe de Asuntos Internos de la Policía Nacional.
Organigrama que ubica a 'McMillan' en la trama, contenido en un informe de Asuntos Internos de la Policía Nacional.
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La Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía Nacional sigue cercando con sus pesquisas al inspector jefe Juan Carlos Carrión, investigado por formar parte, presuntamente, de una organización de narcotráfico a gran escala durante su paso por Colombia como agregado del Ministerio del Interior en la embajada de España. A Carrión, un histórico agente en la lucha contra el tráfico de drogas en España, se le detuvo en febrero pasado tras aterrizar en Vigo en un vuelo procedente de Bogotá que había hecho escala previamente en el aeropuerto madrileño de Barajas.

A grandes rasgos, se le acusa de facilitar que un clan de narcos albaneses introdujera grandes partidas de cocaína por distintos puertos españoles con la intermediación de un narcotraficante murciano, Pedro Andrés Marqués Ayala, aunque luego la mercancía acababa siendo incautada por su propio cuerpo sin que se produjeran detenciones.

Presuntamente, gracias a esa gestión de mediación del narco Marqués Ayala, este, Carrión y el ex jefe de la Unidad De Drogas y Crimen Organizado (Udyco) en Murcia, José Guerrero, se habrían estado lucrando al hacerles ver a los compradores de la droga que no tenían nada que ver con la caída del cargamento.

En el argot policial, ese tipo de operaciones se denominan entregas controladas, ya que las fuerzas policiales conocen de manera previa el punto de partida de la mercancía y permiten que llegue a su destino, momento en el que intervienen. Sin embargo, Asuntos Internos de la Policía Nacional considera que Carrión «habría recibido contraprestaciones económicas de las cantidades (de dinero) entregadas por los propios albaneses a Marqués Ayala», como pago previo del envío a España de su mercancía.

Documento remitido al juez por Asuntos Internos donde se resalta que el narcotraficante Marqués Ayala actuaba fuera de la ley en España como agente encubierto, siguiendo las directrices del inspector Juan Carlos Carrión.
Documento remitido al juez por Asuntos Internos donde se resalta que el narcotraficante Marqués Ayala actuaba fuera de la ley en España como agente encubierto, siguiendo las directrices del inspector Juan Carlos Carrión.CRÓNICA

«Sácale la pasta a esos, que me llamen por teléfono, recoge los papeles (el dinero) y empezamos la segunda», le dijo Juan Carlos Carrión, apodado McMillan por sus compañeros, a Marqués Ayala en una comunicación intervenida por mandato del juez tras un primer envío que rondaba los 430 kilos de cocaína, requisado en el puerto de Algeciras el 30 de octubre de 2023.

En un oficio que se ha aportado a la causa, fechado el pasado 15 de octubre y al que EL MUNDO tiene acceso en exclusiva, se señala que Carrión dotó de entidad «de agente encubierto», sin «habilitación legal» en España, al narcotraficante Marqués Ayala para «iniciar las negociaciones de entrega con los ciudadanos albaneses, quienes habían confiado todo el encargo de adquisición y entrada en España» en este traficante murciano. Lo hizo, señala la documentación, pese a que la legislación española lo impide.

Tras ese primer envío de más de 400 kilos de cocaína que fueron intervenidos en Algeciras, los narcos albaneses siguieron confiando en Marqués Ayala y en sus contactos entre los suministradores de droga en Colombia. Mientras negociaban los pormenores de ese segundo acuerdo, los clientes de Albania propusieron a Marqués Ayala cambiar de puerto de partida para introducir su mercancía en un contenedor a bordo de un mercante. De todo ello estaba obligado a informar el propio Juan Carlos Carrión a su comisario en Madrid, el jefe de la Brigada Central de Estupefacientes (Udyco Central).

En sus conclusiones remitidas al juez que instruye la causa, Asuntos Internos señala que Carrión habría falseado la información que remitió a Madrid: «Una vez pactado el citado encargo y comunicado por Marqués Ayala a Juan Carlos Carrión (...), este informa de forma paralela mediante escritos remitidos a Udyco Central (...), pero relatando unos hechos que no se ajustan a la realidad. Marqués Ayala informa que la organización albanesa se ha propuesto cambiar la ruta de Guayaquil (Ecuador) por la de Cartagena (Colombia), cuando la realidad es que dicho cambio obedece a los ofrecimientos realizados por Marqués Ayala por indicaciones del propio Carrión». Los investigadores policiales tuvieron constancia de ello gracias a pinchazos telefónicos.

Asuntos Internos también incide en la forma de proceder de Carrión con el citado traficante de origen murciano: «Cabe reseñar que Pedro Andrés Marqués Ayala ya estaba actuando en ese momento como una especie de agente encubierto en España, dirigido en todo momento por Juan Carlos Carrión, todo ello teniendo en cuenta que la figura legal de agente encubierto en España está reservada exclusivamente para miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ejerciendo funciones específicas de Policía Judicial y todo ello bajo la autorización del juez competente o ministerio fiscal. Siendo destacable que Marqués Ayala es una persona que había sido detenida por el propio Carrión en el año 2021 y que ni siquiera consta como confidente de este en las bases de datos oficiales».

La Policía sitúa a Juan Carlos Carrión en un lugar estratégico dentro de la estructura de narcotráfico desmantelada.
La Policía sitúa a Juan Carlos Carrión en un lugar estratégico dentro de la estructura de narcotráfico desmantelada.CRÓNICA

Tras la detención de Juan Carlos Carrión, su hijo fue interrogado como testigo. Asuntos Internos señala en sus pesquisas que B. C. S. usó un Volkswagen Tiguan propiedad de Marqués Ayala que se trataba de un «regalo para Juan Carlos». Aquel coche dio problemas mecánicos. Marqués Ayala le confesó al instructor de la causa tras ser arrestado que McMillan le pidió entonces que se lo cambiara por un Jeep Cherokee.

La investigación judicial detalla presuntos cobros de dinero por parte de Juan Carlos Carrión (30.000, 50.000 euros, en pesos colombianos...) y otras «dádivas». En concreto, un Peugeot 3008 «por el cual no realizó pago alguno» y que McMillan acabó usando en Colombia después de que el vehículo fuese dado de baja en España.