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Toxoplasmosis congénita: los médicos avalan el cribado prenatal universal para evitar daños al feto

No todas las CCAA ni todos los hospitales realizan un control habitual de la presencia de este parásito durante el embarazo. Un estudio español señala que su detección precoz ayuda a eliminar los efectos en el bebé

Una mujer se somete a un control ecográfico durante el embarazo.
Una mujer se somete a un control ecográfico durante el embarazo.JORDI SOTERAS
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Uno de los miedos de las mujeres durante la gestación está en toparse con la toxoplasmosis. Una infección que puede ser asintomática, pero que en las embarazadas puede provocar alteraciones en el feto. Controlar la alimentación en estos nueve meses es clave para esquivar al parásito toxoplasma, ya que se puede contraer a través del consumo de carne poco cocida o cruda, entre otros productos; o, a través de la convivencia con gatos. Aunque, cabe subrayar que no todas las madres transmiten la infección.

En España la toxoplasmosis congénita es una Enfermedad de Declaración Obligatoria (EDO) desde 2015. En cuanto a la realización del cribado de toxoplasmosis congénita existe una gran variabilidad entre los distintos países de la UE. En España, el cribado prenatal de toxoplasmosis no está incluido en la cartera común de servicios del Sistema Nacional de Salud, aunque en algunas regiones y en algunos centros hospitalarios se realiza a día de hoy, generalmente de manera trimestral.

Para saber más

Por el impacto en el bebé, un grupo de investigadores han realizado un trabajo que les permita medir si el cribado rutinario es eficaz. Los resultados de la Cohorte Española de Toxoplasmosis Congénita (REIV-TOXO) avalan la extensión al conjunto del Sistema Nacional de Salud (SNS) del cribado materno universal de la toxoplasmosis congénita, un grupo de síntomas que se presentan cuando un bebé no nato (feto) está infectado con el parásito Toxoplasma gondii, del que se cree que hasta un tercio de la población humana mundial podría ser portadora. Hasta la mitad de los fetos que resultan infectados con toxoplasmosis durante el embarazo nacen antes de tiempo (prematuramente). Y la infección puede causarles daños en los ojos, el sistema nervioso, la piel o los oídos.

La retirada progresiva del cribado serológico sistemático de la toxoplasmosis durante la gestación en varias autonomías impulsó la formación de esta cohorte específica, necesaria para disponer de evidencia fiable acerca del impacto real de la enfermedad en España que pueda contribuir a la toma de decisiones adecuadas en materia de salud pública, sobre prevención, detección y tratamiento precoz.

¿Qué dice el nuevo estudio?

El estudio de la REIV-TOXO, que fue financiado por una donación privada, incluye datos de pacientes nacidos en 122 hospitales de todas las comunidades autónomas entre el 1 de enero de 2015 hasta la actualidad. Es un trabajo impulsado por Borja Guarch, del Servicio de Pediatría del Hospital Josep Trueta de Girona e investigador vinculado al Instituto de Investigación Biomédica de Girona (IDIBGI), y Pere Soler, jefe de la Unidad de Patología Infecciosa e Inmunodeficiencias de Pediatría del Hospital Universitario Vall d'Hebron y del grupo de Infección e Inmunidad del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR).

El estudio, pendiente de publicación, incluyó a 56 pacientes (54 gestaciones), con un seguimiento medio de 24 meses. Gracias al cribado prenatal pudo detectarse el 92,8% de los casos de infección, la mayoría registrados en el tercer trimestre. En el nacimiento, el 62,5% de los bebés era asintomático. El 84% completó el tratamiento de la toxoplasmosis congénita, pero el 14,2% presentó complicaciones posteriores, sobre todo oculares. Los bebés que no recibieron tratamiento prenatal presentaron mayor riesgo de desarrollar sintomatología en el nacimiento y de complicaciones durante el seguimiento.

Guarch explica a este medio que el proyecto comenzó en 2020 porque no había datos fiables, a pesar de tratarse de una EDO. En el estudio se han registrado 56 casos cuando los datos oficiales muestran solo 10 entre 2016 y 2020. «Nuestra cohorte tampoco es sinónimo de lo que sucede porque es una declaración voluntaria de los hospitales que han participado en el estudio», manifiesta A su juicio, lo registrado es «la punta del iceberg» y, por tanto, las decisiones que se han adoptado al respecto no se apoyan en «datos robustos». Podrían ser, en realidad, entre 40 y 85 casos al año en todo el país, ha apuntado.

Guarch señala que cada autonomía ha decidido si cribaba o no, cómo y dónde, de tal forma que incluso se da heterogeneidad dentro de un mismo territorio. Sobre la prevención ha recordado que es de dos tipos: primaria, con consejos a las gestantes, y secundaria, que incluiría el cribado y el tratamiento precoz de los casos positivos. «Demostramos que el tratamiento en la gestación ofrece mejor resultado clínicos, lo que juega favor del cribado universal, que se realiza desde hace años en países como Francia, Italia y Austria», comenta Guarch.

El cribado serológico puede ser de diferentes modalidades (mensual, cada dos meses o cada tres) y Guarch cree que habría que estudiar la más coste-efectiva. En Francia lo estudiaron y optaron por el cribado mensual. El experto sostiene que la incidencia no es «muy alta» ahora mismo pero que el flujo migratorio cambiará el panorama.